Arrancó haciendo licor en casa, recibió dos grandes premios y hoy produce 4.000 botellas al mes
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Mientras la cerveza artesanal parece encontrar su techo de crecimiento, Salvador Barragán, un joven de 26 años de La Plata, eligió apostar por un mercado más tradicional y menos popular a nivel local: los licores y destilados premium. Su licor, Pemba, fue galardonado con un Doble Oro en la San Francisco World Spirits Competition y un Oro en la Singapore World Spirits Competition. Hoy, con una producción de 4.000 botellas mensuales, el emprendedor se prepara para desembarcar en el mercado estadounidense y brasileño.
Criado en una familia de médicos y abogados en La Plata, Barragán parecía destinado a seguir el camino de las profesiones tradicionales. "Cuando les conté a mis padres que quería dedicarme de lleno a esto, no les gustó nada. Tuvimos muchas discusiones, no entendían por qué dejaba los estudios", relata Barragán, quien abandonó la carrera de Economía para perseguir su pasión por la destilación. Antes de revelar sus planes a su familia, trabajó en secreto como mozo y bartender desde los 15 años, ahorrando para financiar sus primeras compras de maquinaria e insumos. Incluso diseñó su propio alambique, basándose en manuales técnicos y en los conocimientos que adquirió como oyente en clases de ingeniería química y dibujo técnico.
El primer reconocimiento no tardó en llegar: a los 17 años ganó un concurso local con un cóctel que luego inspiraría la fórmula de Pemba, un trago a base de gin, alcaucil, maracuyá y naranja.
El secreto del licor Pemba
A los 20 años, creó la fórmula de Pemba, un licor que combina técnicas de destilación y maceración, fusionando hierbas autóctonas como boldo, cedrón y pimienta rosa con frutas tropicales como maracuyá. "Busco que cada botella cuente una historia, que los ingredientes hablen del lugar de donde vienen", explica Barragán, quien decidió incorporar botánicos nativos de Sudamérica en sus destilados, un elemento que está ganando terreno a nivel mundial.
La primera producción de Pemba, en 2019, consistió en 20 botellas al mes, elaboradas en su casa. Tres años después, la operación creció a un galpón con una capacidad de 600 botellas mensuales, y actualmente Barragán terceriza la producción en la fábrica Polditos, al sur del Gran Buenos Aires. Esto le permite producir 4.000 botellas al mes y proyectar un aumento de 10.000 para este año. "Decidí tercerizar para poder escalar rápidamente la producción sin necesidad de invertir en maquinaria propia", explica. Esta estrategia le permitirá no solo cumplir con la demanda interna, sino también explorar nuevas fronteras como Estados Unidos, donde para este año se espera que el mercado de destilados premium alcance un valor de u$s50.000 millones, lo que representa una oportunidad clave para marcas emergentes como Pemba.
El precio sugerido de cada botella de Pemba en Argentina es de aproximadamente $20.000, y Salvador distribuye su producto principalmente en la provincia de Buenos Aires y a través de su tienda online. Gracias a su estrategia de marketing digital y alianzas con bares especializados, el crecimiento de Pemba viene en alza: en 2024 cerró con una facturación de u$s700.000 y para fines del 2025 Barragán ya está proyectando una facturación anual de entre 1.000.000 y 1.500.000 de dólares.
Según un reciente informe de Mordor Intelligence, el mercado global de destilados premium y superpremium creció un 14% entre 2021 y 2023, una tendencia que también empieza a notarse en Argentina. Si bien el auge de la cerveza artesanal marcó una década de consumo joven y masivo, los destilados representan una categoría distinta, con consumidores que buscan, calidad, exclusividad y, por lo tanto, también dispuestos a pagar más.
De La Plata al mundo: el desafío de competir en un mercado en transformación
El salto internacional llegó como plan con los premios obtenidos en San Francisco y Singapur, dos de las competencias más prestigiosas de la industria. Según Barragán, "Estados Unidos es el segundo mercado más grande de destilados en el mundo, con más de 300 millones de cajas vendidas en 2023. Es un desafío enorme, pero estoy convencido de que podemos posicionar a Pemba como una marca argentina de referencia".
A su vez, Salvador también lidera un proyecto que busca colocar marcas argentinas de vinos y destilados en el mercado estadounidense, lo que refuerza su ambición de llevar a Pemba con las marcas más representativas del país. La clave, según Barragán, está en la calidad y la diferenciación, dos factores que juegan un papel crucial en la creciente competencia dentro del sector global de destilados.
Para 2025, el emprendedor estima que podrá concretar sus planes de exportación llevando el 70% de su producción de su licor Pemba a Estados Unidos y, con la mirada puesta en la innovación, consolidarse también en Brasil, donde ya está teniendo las primeras conversaciones. "Innovar no significa destruir lo viejo, sino construir sobre lo que ya existe. Es importante escuchar al cliente y conocer la industria a fondo para tomar las mejores decisiones", concluye Barragán.