Triunfaba en el mercado financiero pero largó todo para crear la primera marca de ropa de yoga vegana
Luleå fue creada en Mar del Plata por Mercedes Calo Stapich y Leonardo Mustafá El Abed. Es una marca que diseña ropa especializada para la práctica del yoga y otras actividades "mindful" que fomenten el desarrollo de la consciencia y cambios positivos en las personas y en el mundo.
Según narra Mercedes a iProfesional, Leonardo comenzó a soñar con la marca "luleå" durante su estadía en Brooklyn, Nueva York. "Allí él trabajaba en finanzas y conoció empresas que buscaban mejorar el mundo en el que vivimos y se dio cuenta de que eso era lo que quería hacer".
Decidió retomar la práctica de yoga iniciada años antes en Argentina, pero esta vez con una visión mucho más espiritual. "Fue en ese momento que se le ocurrió volver a su Mar del Plata natal y crear luleå, una marca de indumentaria pensada específicamente para la práctica de yoga. Se trataba de una línea de ropa inexistente en el país", asegura.
Pero no fue sencillo. "El principal obstáculo fue, sin dudas, la falta de herramientas de financiación para lanzar un emprendimiento en nuestro país", plantea.
"Por otro lado, fue muy difícil conseguir materiales sostenibles para la producción, por lo que tuvimos que buscar otras formas de apuntar a la sostenibilidad para poder cumplir con nuestro propósito de despertar conciencia. Tuvimos que enfocarnos más en los procesos que en los materiales", relata.
"Cometimos mil errores que son muy comunes al emprender, pero que no tuvimos en cuenta", sigue. Y agrega: "No sabíamos las dificultades que íbamos a tener para llegar a conseguir el nivel de producto que queríamos, y nos llevó tiempo entender cómo funciona la rueda para poner en marcha un negocio en el mundo textil".
Luleå creció mucho en cuanto a estructura y equipo humano, pero sigue sosteniendo la misma búsqueda desde el principio: hacer prendas de alta calidad, durabilidad y multi-funcionalidad, manteniendo el compromiso del cuidado social y ambiental.
Al respecto, cuenta que desde hace varios años son Empresa B certificada, y también la primera marca de indumentaria en tener la certificación vegana en todos sus productos. "Nuestra comunidad también se fue ampliando a lo largo de todos estos años, y eso es tal vez lo más importante para nosotrxs: Sabemos que el despertar es colectivo", afirma.
Prendas con certificación vegana para la práctica del yoga
Tanto durante la pandemia como en la post pandemia, la clave de la marca fue apostar a la comunidad. "Mantenernos en contacto con las personas que eligen luleå generando acciones que los interpelen y los convoquen", expresa la joven, quien es ilustradora y tiene a cargo la imagen de la marca.
Mucha gente comenzó a practicar yoga durante la cuarentena estricta, y la marca intentó estar a la atura de eso brindando, por un lado, apoyo y difusión a los profesores y estudios y, por otro, información y acceso a los practicantes siendo el nexo entre ambos.
En cuanto al diferencial que ofrecen, Mercedes destaca: "Lo fundamental es que somos yoguis y tenemos una visión más consciente de todo lo que hacemos. Uno de nuestros diferenciales es que ofrecemos prendas técnicas que están diseñadas específicamente para yoga, con detalles que suman confort y resistencia. Nuestras prendas acompañan el movimiento y se adaptan a cada cuerpo para que la persona no se distraiga con incomodidades".
Y agrega: "Consideramos parte fundamental de nuestra misión el hecho de producir prendas de alta calidad, multifuncionales y durables para consumir menos, pero mejor. En línea con esto, ofrecemos seis meses de garantía, reparaciones sin cargo y el proyecto de economía circular".
En el marco de este proyecto, los clientes pueden entregar en cualquiera de las tiendas oficiales de la marca, las luleå que ya no utilicen. A cambio recibirán un cupón de compra que equivale al 25% del precio actual de un producto nuevo de iguales características.
Las prendas recibidas tienen tres destinos posibles:
- Reciclar: implica la reutilización de la tela para producir nuevos productos, para las prendas que ya no están en condiciones de recuperarse y/o usarse.
- Donar: en este caso, se realiza una reparación (en caso de ser necesario) y se dona a la Organización Moksha Yoga en la cárcel, quienes están llevando a cabo el 1° Profesorado de Yoga Intramuros del país.
- Renacer: se trata de una línea de segunda mano al costo creada a partir de aquellas que están en excelentes condiciones. Éstas están dispuestas en los percheros Renacer de todas las tiendas de la marca para que las personas puedan adquirirlas.
"Estas prácticas están pensadas para honrar las prendas que nos acompañan y no considerarlas un elemento a descartar, como sucede con la mayor parte de lo que consumimos hoy", dice.
La compañía fue pensada desde el inicio como una empresa B, por lo cual utiliza la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambientales.
"En nuestro caso, donamos como mínimo el 2% de todas las ventas a ONGs y a distintas acciones solidarias. A su vez, financiamos a Kula Earth, una asociación civil que fundamos junto a la comunidad yogui para fomentar la educación y el activismo ambiental", comparte Mercedes.
Próximos pasos con impacto
Recientemente inauguró Lighthouse, en Chacarita, un espacio en el cual coexisten la tienda luleå, el luleå Yoga Studio, y la cafetería No Coffee No prana. Para su diseño, se siguieron criterios de sostenibilidad y de construcción responsable: se reciclaron materiales, se utilizó la energía solar y el agua de lluvia, e incluso se diseñó una huerta colectiva y una escuela-taller para seguir expandiendo la Educación y el Activismo Ambiental.
A esta apertura le siguió una primera tienda física en Chile y, en el corto plazo, Perú y Colombia. Actualmente, luleå ya posee cinco tiendas oficiales en la provincia de Buenos Aires: Mar del Plata, Recoleta, Martínez, La Plata y Chacarita; y una tienda en Rosario, Santa Fe. A su vez, cuenta con distintas revendedoras a nivel nacional y en otros países de Latinoamérica, además de la tienda online.
El proyecto inició con una inversión inicial de 150 mil dólares, y la facturación de 2021 llegó a los $115 millones. "Comenzamos como un emprendimiento muy pequeño, con pocas personas trabajando desde casa, y hoy tenemos la alegría de atravesar fronteras y poder acercar nuestras prendas a personas de toda Latinoamérica", celebra Mercedes para concluir.