Dólar, precios y tasas de interés: cómo es la dura pulseada entre empresas y el equipo de Massa
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Por segunda vez en pocas semanas, los industriales de la UIA le plantearon sus reclamos al Gobierno por la falta de dólares necesarios para las importaciones de insumos para fabricar en la Argentina. Esta vez, las quejas incluyeron a las compañías que no pueden pagar algunos servicios contratados en el exterior, como fletes que traen mercadería que ya fue pagada desde Buenos Aires.
La cuestión fue abordada en la última reunión de la junta de la Unión Industrial, adonde fueron invitados funcionarios parte del equipo económico. Allí estuvieron Matías Tombolini, José De Mendiguren y Guillermo Michel, jefe de la Aduana.
La advertencia central de los empresarios fue las trabas que aseguran tener en las importaciones de productos, las deudas que mantienen con sus proveedores del exterior y también las dificultades para abonar algunos servicios contratados en el extranjero, como los fletes que traen mercadería a los puertos argentinos.
Hace algunas semanas, los empresarios calcularon en más de u$s13.800 millones la deuda comercial por las importaciones que no pueden pagar, pero que ya se autorizaron. Ese pasivo se viene acrecentando desde febrero de 2022, cuando el Gobierno ajustó el cepo ante la escasez de divisas.
Los funcionarios salieron al cruce de la versión de los ejecutivos. Tombolini les dijo que, al contrario de lo manifestado, hoy en día se autorizan el 88% de los pedidos para importar productos. En tanto, los reclamos más airados provinieron de los sectores de la alimentación, la minería y la industria pesquera.
Para los empresarios, la falta de dólares explica la aceleración inflacionaria de los últimos meses. También hubo un reclamo expreso de las Pymes por el encarecimiento de las tasas de interés, y piden líneas especiales para acceder al crédito.
El cruce por la suba de los precios
El planteo del Gobierno es que la aceleración inflacionaria se explica por los efectos de la sequía, que restringieron la oferta dramáticamente y encarecieron las materias primas.
En sus argumentos, Tombolini expuso que el factor meteorológico fue clave en la distorsión de los precios relativos y en los costos de las materias primas.
Hizo mención de los productos frescos -sobre todo la carne vacuna, el pollo, las frutas y las verduras y los lácteos- y dejó al margen a los productos con "códigos de barra", que son los de almacén, los productos industrializados.
Los empresarios interpretaron dos cosas: que Tombolini buscaba un puente con ellos, con quienes mantiene continuas negociaciones para la activación de "Precios Justos", y que -acaso más relevante- que el funcionario intentaba despojarse de la responsabilidad de la aceleración inflacionaria.
En las últimas semanas, la secretaría de Comercio avanzó con multas contra distintos frentes. Por un lado, aplicó castigos contra fabricantes que intentaron eludir el programa "Precios Justos" sacando a la calle presentaciones similares con precios más altos.
Por el otro, apartó a cadenas de supermercados que incumplieron con el acuerdo firmado con el Gobierno en "Precios Justos".
Presión por los dólares
El principal contrapunto de la extensa reunión entre los empresarios y el equipo de Sergio Massa -de tres horas de duración- se dio en torno a la disponibilidad de dólares "oficiales".
Los ejecutivos plantearon que se les dificulta cada vez más conseguir esas divisas, y que se ven obligados a conseguir en el mercado a precio libre -cerca de $500- y que eso luego se traslada a los precios.
Los funcionarios los pararon en seco: llevaron planillas para demostrarles que nueve de cada diez pedidos se autorizan con el dólar de $244.
Entre los industriales -grandes y más pequeños- aguardan con ansiedad el cierre de las negociaciones entre Economía y el Fondo Monetario, con la expectativa de que el organismo adelante desembolsos previstos, en un principio, para el segundo semestre del año.
Conscientes de que el estado de las reservas internacionales luce extremadamente complicado, los ejecutivos abrieron canales de intercambio con el Gobierno para tener algún tipo de certezas al respecto.
El reclamo por las tasas de interés
"Así, no hay caja que aguante", les dijeron los empresarios Pymes a los funcionarios. Se referían a las costosas tasas de interés: los bancos suelen cobrar más del 200% anual por créditos de corto plazo.
El compromiso del elenco oficial fue tramitar la inquietud con la banca pública, con el objetivo de que el Banco Nación refuerce sus líneas subsidiadas para pymes industriales.
Lo que está claro es que, en medio de la aceleración inflacionaria y las negociaciones con el Fondo Monetario, a Massa se le dificulta sostener esos planes subsidiados. Al contrario, en los últimos dos meses, el Gobierno se vio forzado a estrechar su estrategia de política monetaria.
Hoy en día, la economía se mueve con tasas de interés "reales" por encima de una inflación que ya viaja cómodamente arriba del 100%. Las dificultades de una economía que muestra cada vez más estrecheces sin demasiadas herramientas a mano para zafar de las distorsiones.