Cuántos argentinos trabajan de lo que estudiaron y cómo es el perfil del "laburante"
El 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, que desde sus orígenes tiene un vínculo estrecho con la actividad sindical.
Esta fecha se extendió en todo el mundo a partir de su declaración durante el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, desarrollado en París en 1889, cuando se estableció esa fecha para honrar a los manifestantes caídos en la ciudad de Chicago, durante una huelga en la cual se reclamaba la reducción de la jornada a ocho horas.
A más de un siglo de aquella conquista histórica, la tecnología permitió que existan distintas modalidades para medir la cantidad de tiempo que las personas dedican a trabajar, al punto de vaticinar, con el advenimiento de la robotización y la inteligencia artificial, el fin de la jornada tradicional.
En la medida en que en tantas empresas se flexibilizó, o directamente se eliminó, aquella costumbre de "marcar tarjeta" en un horario determinado, se fueron borrando las fronteras entre la vida laboral y la personal trajo tanto efectos positivos como negativos.
No por nada en países como Francia se impulsaron normativas para favorecer la "desconexión electrónica" y que los empleados no tengan la obligación de estar a disponibilidad del empleador "24x7".
En este marco, no es extraño que en la Argentina la mayoría de las 2.700 personas que participaron de un reciente estudio de la consultora de Recursos Humanos, Grupo Adecco, se mostraran conformes con la jornada de trabajo habitual, en lugar de abogar por su reducción.
El 64% de los encuestados cree que está bien dedicarle 8 horas diarias a su empleo, el 22% dijo que preferiría solo destinarle 6 horas y el 14% incluso se animó a pedir que se extendiera la actividad laboral a 10 horas o más por día.
Pablo Liotti, gerente de Marketing y Comunicación del Grupo Adecco, coincide que el cruce del tiempo de trabajo y el personal "es un hecho en la mayoría de las economías mundiales y obedece a la forma de trabajo productiva en la que estamos inmersos".
Por este motivo y por algunos factores culturales es que los empleados en el país prefieren las modalidades más tradicionales.
"En los casos donde se flexibiliza la relación laboral, con el home office por ejemplo, los trabajadores adecúan su jornada a los objetivos solicitados, pero en definitiva termina requiriéndoles ese mismo tiempo en promedio", agregó el ejecutivo de Adecco.
Según el mismo estudio, en la Argentina son más las personas que aman su tarea que las que están disconformes con la misma. Seis de cada 10 encuestados en marzo último dijeron sentir pasión por su trabajo.
La consultora quiso indagar un poco más sobre las razones que motivan esa vocación. El factor académico fue uno de los evaluados, pero Adecco halló que sólo el 40% de los participantes se desempeña profesionalmente en áreas vinculadas a sus estudios.
En tanto que el 90% coincidió en que la pasión es crucial para trabajar motivado, y para ello el principal factor mencionado fue el buen clima laboral (61%).
Más aún, este ítem prácticamente igualó en cantidad de respuestas (60%) al vinculado con el buen sueldo como un motor para la motivación.
A Pablo Liotti no le resulta extraño que los argentinos pongan a la par del salario la necesidad de contar con un ambiente ameno donde desarrollar su tarea. Lo considera una tendencia mundial.
"Los departamentos de RR.HH. tienen en agenda cada vez con más fuerza llevar adelante políticas que permitan lograr estándares óptimos en cuanto a este factor. Es sabido que a mejor clima, los resultados y la productividad de los equipos mejoran sustancialmente, por eso es que dicho indicador es seguido muy de cerca en las empresas. Este hecho se viene estandarizando a nivel mundial", afirmó a iProfesional.
Otro 43% de los encuestados por Adecco consideraron importante para mantener su motivación en el trabajo, contar con un buen equipo. En paralelo, un 38% destacó el papel de las tareas diarias y desafíos profesionales, y luego tener un buen jefe (21%), junto con tener amplios beneficios (21%).
Los resultados obtenidos por esta consultora están en línea con lo que los propios trabajadores vuelcan en plataformas digitales en las que pueden realizar "reviews" de sus condiciones de trabajo, como por ejemplo Love Mondays.
El año pasado, esa web presentó los hallazgos de un estudio regional sobre satisfacción en el empleo. En el mismo, los argentinos exhibieron menores niveles de disfrute que sus pares de los otros dos grandes mercados latinoamericanos, como son México y Brasil.
Sin embargo, aquello a lo que los locales daban prioridad al asignar un mejor puntaje era precisamente la cultura de la empresa en la que se desempeñaban y las oportunidades de crecimiento que ésta les ofrecía.
Es decir, nuevamente el clima de trabajo volvía a ocupar un punto central para el "engagement" que los empleadores argentinos logran con sus empleados, mientras que en lo ques se refería a remuneración y beneficios, los locales fueron los que se manifestaron más descontentos, según volvieron a demostrar los datos actuales que la plataforma compartió con iProfesional:
¿A qué se debe que los argentinos se sientan tan poco satisfechos con su compensación total en relación con sus pares de la región?
"Las respuestas son muy variadas. En ocasiones, se relacionan con el tipo de industria, ya que algunas de ellas tienen una remuneración inferior a otras, o bien al contexto salarial regional", explicó a este medio Dave Curran, cofundador de Love Mondays.
"En lo que respecta a beneficios, considero que hay mucho trabajo por hacer, pero el foco está mucho más alineado que en años anteriores. Los trabajadores tienen en claro qué desean, y las empresas comienzan a comprender la importancia real de buscar el equilibrio, para que la vida personal no sea dejada de lado", agregó.
Al ser consultado por qué los locales suelen asignar tanto valor al clima de trabajo, el ejecutivo de Love Mondays aseguró que todas estas variables en realidad están interconectadas.
"Desde mi punto de vista, es muy importante que los trabajadores desarrollen sus tareas y responsabilidad en un clima laboral acorde a sus expectativas, que favorezca el crecimiento, el diálogo, la retroalimentación o feedback en ambos sentidos y el aprendizaje continuo. Este escenario, bien llevado a cabo, favorece las oportunidades de desarrollo en la compañía, que constituyen un aspecto de motivación para los colaboradores de las empresas", explicó.
Todo esto indicaría que la pasión por el empleo o la vocación no son condición suficiente para salir a trabajar todos los días.
Según halló Adecco, la razón principal por la que los argentinos se presentan a diario a cumplir su tarea -en un 58% de los casos- es "darle a su familia una vida mejor". Esta respuesta devela el verdadero motor de la motivación laboral.
Recién muy por detrás de lo anterior, apareció la ambición vinculada al consumo: el 19% declaró que trabaja para darse gustos como viajar o salir a cenar; el 13% dijo que lo hace "para pagar las cuentas" y otro 11% "para comprarse una casa o un auto".
El sueño de la empresa propia
La percepción que los trabajadores locales tienen de sí mismos y de sus compañeros es muy particular y no del todo positiva.
Según revelaron las encuestas de Grupo Adecco, el 36% considera que es "esforzado" y casi en igual porcentaje, "ventajista" (35%).
Luego, un 28% cree que el trabajador argentino es "creativo", el 34% "inteligente", el 19% "vago" y el 15% "innovador".
Al preguntarles cuál sería el trabajo de sus sueños, el 46% de los encuestados por Adecco aseguró que elegiría ser empresario.
Es decir que para casi la mitad de los participantes, ser un hombre o una mujer de negocios es la meta deseada a nivel laboral.
"El hecho de aspirar a ser empresarios da por sentado la tendencia a una independencia y seguridad económica, siendo éstos algunos de los factores más valorados por los argentinos. Los vaivenes económicos en nuestro país han hecho que sean altamente valorados", consideró Liotti.
Por detrás de la pretensión de la empresa propia quedó otro 10% de los consultados que, de poder elegir, cumpliría aquel viejo sueño que muchos tienen durante sus vacaciones: dejar la ciudad y abrir un bar en la playa.
Más allá de que esto último sea una fantasía recurrente, el estudio demuestra que solo uno de cada 10 argentinos se toma en serio esa posibilidad.
Por otro lado, el 8% sería jugador de fútbol, el 5% cuidador de una isla, el 4% cantante y el 2% actriz.
Pese a que casi la mitad dijo querer una empresa propia, otro dato curioso fue que el puesto internacional, ambición a la que suelen aspirar quienes emprenden la carrera corporativa, no ocupa la mente de la mayoría.
El 74% declaró que quiere quedarse a trabajar en Argentina, mientras que solo el 26% elegiría desarrollar su carrera profesional en el exterior.
Sin embargo, al ser consultados por la posibilidad de vivir sin trabajar, casi la mitad (49%) respondió que, en ese caso, pasaría su tiempo viajando por el mundo.
En la misma circunstancia, un 24% de los encuestados afirmó que preferiría dedicarse a sus estudios y otro porcentaje igual aseguró que utilizaría esa oportunidad para ayudar a quienes más lo necesitan.