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Estrés postraumático: qué causas lo justifican más allá de los accidentes

Tras episodios particularmente shockeantes, es probable que algunas personas desarrollen esta afección, que puede afectar su salud mental y física
30/09/2019 - 13:55hs
Estrés postraumático: qué causas lo justifican más allá de los accidentes

Es frecuente que después de haber sufrido una situación traumática de cualquier tipo algunas personas desarrollen un trastorno alrededor de eso, que les impida continuar con sus vidas y actividades de manera regular. Se conoce como estrés postraumático y se trata de un trastorno psiquiátrico grave caracterizado por un conjunto de síntomas físicos y emocionales que generalmente surgen, tal como se ha mencionado, después de la exposición a un evento traumático, que puede ser algún accidente, un episodio de violencia, acoso o abuso sexual, entre otras situaciones.Más allá de la sensación estresante y de angustia que cualquier persona puede sentir después de haber atravesado cualquiera de los episodios mencionados, esta afección se trata de algo más severo y profundo. En general, la sensación que dejan las situaciones traumáticas suele desaparecer con el paso del tiempo, pero esto no sucede cuando una persona desarrolla este tipo de afección. Sin embargo, en el trastorno de estrés postraumático, los síntomas de angustia y estrés no mejoran incluso después de meses o años.

Las causas que pueden desencadenarlo son diversas y varían de persona a persona. Es importante destacar que hasta el 20% de las personas expuestas a eventos traumáticos eventualmente pueden padecerlo. Además, este número aumenta a casi el 70% cuando se consideran sólo situaciones de tragedia.

Según un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard de más de 47,000 personas en 24 países que investigó la aparición de trastorno de estrés postraumático después de 29 eventos diferentes, hay algunas causas que son más pasibles de desarrollarlo. De acuerdo a sus hallazgos, el 33% de los casos fueron causados ​​por violencia sexual como violación, abuso sexual infantil o violencia de pareja, mientras que el 30% se debió a experiencias traumáticas con familiares o amigos cercanos -como la muerte inesperada de una persona cercana, una enfermedad infantil potencialmente mortal o un evento traumático que involucró a un ser querido-. Por otro lado, el 14% surgió en situaciones de violencia organizada, como zonas de guerra, refugiados, secuestros, robos, terrorismo, búsqueda accidental de cadáveres o haber presenciado un asesinato. Asimismo, el 12% de los casos fueron causados ​​por violencia interpersonal, como abuso físico en la infancia, agresión física, intimidación, amenazas de violencia o testigos de violencia contra otros, mientras que el 11% encontraron su causa en eventos traumáticos accidentales, como colisión severa de vehículos, sobrevivientes de accidentes aéreos, desastres naturales o exposición a productos químicos tóxicos.

Es importante destacar que en las mujeres la violencia sexual se posiciona como la causa más común, dado que representa más del 60% de los casos.

Ahora bien, independientemente del fenómeno que lo cause, ¿cómo se manifiesta este trastorno? En la mayoría de los casos, los síntomas del trastorno de estrés postraumático generalmente aparecen dentro de los primeros 3 meses después del evento traumático. Sin embargo, en aproximadamente el 25% de los pacientes, aparecen después de 6 meses. También hay casos en los que se manifiestan más tarde, aunque esto es menos frecuente.Para que se diagnostique el trastorno de estrés postraumático los pacientes deben tener más de seis años y cumplir con una serie de requisitos.

Uno de ellos es la exposición o amenaza real de muerte, lesiones graves o violencia sexual en una o más de las siguientes forma -experimentando el evento traumático directamente, presenciar personalmente el evento traumático de otros, reconociendo que el evento traumático ocurrió a un familiar cercano o amigo cercano, experimentar una exposición repetida o extremadamente detallada de eventos traumáticos-.

También es necesaria la presencia de uno o más de los siguientes síntomas de intrusión (recuerdos no deseados) asociados con el evento traumático.

Asimismo, la persona debe sentir una constante necesidad de escape en relación a los estímulos que pueden estar asociados con el evento traumático. Es necesario, además, para el diagnóstico del estrés postraumático, que experimente cambios negativos en la cognición y el estado de ánimo asociados con el evento traumático. Esta situación debe estar evidenciada por la incapacidad para recordar detalles importantes del evento traumático, generalmente debido a la amnesia disociativa; por las creencias o expectativas negativas exageradas sobre sí mismo u otros; o por la percepción distorsionada sobre las causas o consecuencias del evento traumático, lo que lleva al individuo a culparse a sí mismo o a otros por lo sucedido. También se puede manifestar a través del estado emocional negativo persistente; por la reducción significativa de interés o participación en actividades que antes eran comunes; por los sentimientos de desapego o desapego de amigos o familiares; o por incapacidad para experimentar emociones positivas.

La excitación o reacción exagerada asociada con el evento traumático y la duración mayor a un mes de los signos y síntomas mencionados también se constituyen como elementos necesarios al momento de determinar si un paciente padece o no estrés postraumático.

Por último, cuando los síntomas causan un deterioro significativo en las áreas sociales, profesionales o familiares y cuando el cuadro clínico no puede atribuirse a otras enfermedades o al uso de productos químicos como drogas, alcohol o medicamentos -sumado a los síntomas anteriores- es posible diagnosticar a la persona con este trastorno.