Los sorprendentes números de la NBA: cómo es el millonario negocio del básquet estadounidense

La mejor liga de básquet del mundo dio inicio a su pretemporada. A esta altura y a una semana del arranque oficial, los partidos de preparación son televisados y con una gran concurrencia de público.

El 22 de octubre se dará inicio a una nueva temporada, la 2019-2020 de la National Basketball Association (NBA), una de las entidades pioneras en hacer del juego un gran negocio.

La liga cuenta con lo que se conoce como "tope salarial", una cifra de la cual las franquicias no pueden excederse con respecto a la suma de los salarios de todos sus jugadores. Para este año esa cifra es de u$s109,14 millones. Aquel equipo que exceda esta cantidad, deberá abonar un impuesto de lujo que asciende a u$s132,62 millones.

Esta enorme suma genera que la mayor parte de las franquicias se cuide de no pasarse del tope y a raíz de ello, exista siempre una paridad competitiva. Por otro lado, también en la búsqueda de sostener un nivel promedio alto, existe un mínimo salarial, que en este caso será de u$s98.226.000.

En el año 2019, según la revista Forbes, Lebron James será el jugador que más dinero ganará entre su salario y sus contratos de patrocinio. Si el análisis se limitara solamente a la parte salarial, el actual jugador de Los Angeles Lakers, sería superado por Stephen Curry, pero en materia de sponsors James es inigualable. Cobrará un total de u$s88,7 millones por todo el año, u$s35,7 millones en materia salarial y u$s53 millones por patrocinadores.

Curry ganará u$s79,5 millones, dividido en u$s37,5 millones en salario y u$s42 millones por patrocinadores.

Durante el período de negociación de agentes libres, aquellos jugadores que han finalizado contrato con su equipo tienen la puerta abierta para dialogar, ya sea con la franquicia en la que estaban o con cualquier otra sobre la posibilidad de un nuevo contrato. En tal concepto, este año, se movieron más de u$s2.500 millones.

Entre los contratos más destacados estuvieron la llegada de Kevin Durant a Brooklyn Nets, con un contrato de u$s164 millones por cuatro temporadas, la de Tobias Harris a Philadelphia 76ers por cinco temporadas a cambio de u$s180 millones y la Jimmy Buttler a Miami Heat por u$s142 millones a pagar en cuatro temporadas. El promedio de dinero ofrecido a los jugadores que participaron de la agencia libre fue de u$s58 millones.

Cada una de las franquicias que representan a alguna ciudad, tienen un valor determinado, conformado por el prestigio de la marca, instalaciones y jugadores de la plantilla, entre otras variables. Por eso, no es extraño que los equipos cambien de dueño y hasta en algunas circunstancias, un poco menos usuales, alguno cambie de ciudad.

Las franquicias de la NBA tienen un valor promedio de u$s1.900 millones. Se calcula que en el último año, todas han aumentado su valor en una media del 13%. Esto tiene que ver con cuestiones individuales de cada equipo, pero también, con el crecimiento colectivo de la NBA y de su incursión en nuevos mercados, como el asiático donde la popularidad del básquet crece día a día, cuestión que tuvo un auge particular con el Mundial de este año.

La franquicia más valiosa de la mejor liga del mundo, sigue siendo, pese a sus flojos resultados deportivos, New York Knicks. A pesar de haber sido el equipo con peor récord la última temporada y de no consagrarse campeón hace 46 años, a partir del prestigio histórico y del arraigo y la tradición que vinculan a la franquicia con la ciudad, su valor es de u$s4.000 millones.

Ciertos arreglos, tendientes a la modernización del mítico Madison Square Garden, han aumentado aproximadamente un 11% su valor con respecto al año pasado. Le siguen Los Angeles Lakers y Golden State Warriors, con un valor de u$s3.700 millones y u$s3.500 millones.

La liga en sí misma cuenta con una gran cantidad de sponsors. Las empresas más importantes del mundo tienen acuerdos con la NBA, desde Nike hasta Gatorade, la aseguradora State Farm o KIA Motors. A raíz de todos estos aportes, la liga se llevará en concepto de publicidad, en la temporada 2019-2020, más de u$s1.500 millones.

A partir de la temporada 2017-2018, la asociación autorizó por primera vez que los equipos lleven publicidad en su camiseta. En función de un acuerdo con Nike, para que sea la marca de la camiseta de todos los equipos, también se les dio a las franquicias la posibilidad de sumar a sus uniformes el logo de alguna empresa, en dimensiones pequeñas, en la parte superior izquierda, del lado contrario a la del logo de la marca de ropa deportiva.

En aquel entonces, el contrato más importante lo firmó Golden State Warriors con la empresa Rakuten, una tienda online de las más grandes en Japón que buscaba desembarcar en los Estados Unidos y le pagó al equipo de Oakland u$s20 millones por la temporada.

Desde hace unos días, la NBA afronta una crisis que puede hacerle perder millones. A partir de un tweet del gerente general de los Houston Rockets, Daryl Morey, quien se manifestó a favor de la independencia de Hong Kong, muchos sponsors de ese país le retiraron el apoyo a la liga.

Además, si bien todo sigue en negociaciones, el gobierno chino amenaza con prohibir las transmisiones de la liga de básquet estadounidense en su país, lo que le haría perder aproximadamente 500 millones de espectadores y la suma correspondiente por derechos de televisión. De hecho, ya se canceló la transmisión de un partido Los Angeles Lakers y Brooklyn Nets que iba a ir por el canal estatal de China.

También se metió en la polémica, el presidente norteamericano, Donald Trump, quien cruzó fuertemente a Steve Kerr, entrenador multicampeón con los Warrios y a Greg Popovich, entrenador de la selección de Estados Unidos y de San Antonio Spurs, donde dirigió a Emanuel Ginobili, ya que considera que a la hora de criticar a su gobierno toman posición abiertamente, pero en este caso, dado que puede afectar su trabajo, se mantienen al margen. Sin embargo, pese a adentrarse en el tema, sugirió que no va a inmiscuirse en esta disputa y que deberán resolverla los protagonistas.

Indudablemente, la NBA puede sobrevivir sin los millones chinos. Sin embargo, sería uno de los primeros retrocesos comerciales de la liga, al menos en el Siglo XXI, y resultaría sorprendente que la entidad madre del marketing deportivo sufra una pérdida de estas características, por algo tan menor como un tweet de opinión personal.