ARCA: quiénes deberán pagar bienes personales este 2025

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) organismo que reemplazó a AFIP, acaba de actualizar el valor mínimo a partir del cual se debe abonar el Impuesto a los Bienes Personales.

Este se aplica para aquellos bienes situados en el país y, en algunos casos, en el exterior que los contribuyentes posean al 31 de diciembre de cada año. Asimismo, el Gobierno Nacional también confirmó la implementación del Régimen Especial de Ingreso Anticipado de Bienes Personales (REIBP). De esta forma, los contribuyentes podrán anticiparse y tributar los vencimientos de este tributo correspondientes a los siguientes 5 años.

ARCA: quiénes estarán alcanzados por el Impuesto a los Bienes Personales en 2025

Según el paquete fiscal 2024, el valor mínimo no imponible para este tributo es de 100 millones de pesos. Además, la deducción especial por vivienda familiar pasó de 56 millones de pesos a 350 millones.

Por lo tanto, además de un inmueble destinado a la casa-habitación, los ciudadanos que no superen los 100 millones de pesos en bienes no deberán tributar. Para aquellos que se encuentren alcanzados, la alícuota del tributo es variable, la cual va del 0,5% al 1,25%.

El monto más bajo aplica cuando se supere el patrimonio previamente mencionado, pero no supere los $13.688.704 aproximadamente. Luego, se aplica un porcentaje del 0,75% para quienes superen el valor anterior, pero lo hagan con un tope total de $29.658.858.

La tercera alícuota es de 1% sobre el excedente del piso para patrimonios de hasta $82.132.244. Por último, la alícuota más elevada implica un pago de $712.953,34 con el 1,25% sobre el excedente de $82.132.224.

¿Qué bienes se encuentran alcanzados por el Impuesto a los Bienes Personales?

El Impuesto a los Bienes Personales abarca una variedad de activos tanto en Argentina como en el exterior, por lo que afecta a propiedades, derechos y otros tipos de patrimonio.

En primer lugar, se incluyen los inmuebles tanto dentro como fuera del país, así como los derechos reales sobre bienes en ambas jurisdicciones. También se gravan las naves y aeronaves de matrícula nacional o extranjera, así como los vehículos automotores registrados en Argentina y en el exterior.

Con respecto a los bienes muebles, aquellos registrados en Argentina están sujetos al impuesto, incluidos los ubicados en residencias permanentes o temporarias, siempre que dichas residencias se encuentren ubicadas en el territorio nacional.

Asimismo, se consideran los bienes personales de los ciudadanos domiciliados en Argentina o aquellos que se encuentren en el país al cierre del ejercicio fiscal, el 31 de diciembre de cada año, sin importar si son permanentes o transitorios.

El impuesto también incluye el dinero efectivo y los depósitos en dinero tanto en Argentina como en el exterior a esa fecha, excluyendo ciertos instrumentos de inversión como las cajas de ahorro.

Además, se gravan los títulos, acciones, cuotas o participaciones sociales y otros valores representativos de capital emitidos por entidades públicas o privadas, sin importar si están domiciliadas en Argentina o en el exterior.

En este caso, se aplica el criterio "universal" para los residentes permanentes argentinos, es decir, que la obligación alcanza tanto a los bienes dentro como fuera del país.

En el ámbito empresarial, los patrimonios de explotaciones unipersonales situadas en Argentina también están alcanzados por el impuesto, al igual que los activos digitales, como criptomonedas y otros criptoactivos.

En cuanto a los créditos, estos se incluyen en el impuesto cuando el deudor está domiciliado en Argentina. Los derechos de propiedad intelectual, sean científicos, literarios o artísticos, así como los derechos de propiedad industrial, como marcas, patentes y diseños, también están gravados, siempre que el titular de los derechos resida en Argentina al cierre del ejercicio fiscal.

También se consideran los bienes muebles y semovientes (bienes móviles) situados en el exterior, así como los depósitos en bancos extranjeros. Por último, se encuentran los títulos negociables emitidos por sociedades que obtienen capital del público a largo plazo, tales como obligaciones de entidades domiciliadas fuera de Argentina.