Cómo anda y cuánta nafta gasta el auto más barato de Argentina, que se vende en 18 cuotas sin interés

Mercado automotor curioso el argentino, si los hay. Debido a los vaivenes de nuestra economía y la falta de dólares, hace unos tres años Renault decidió dejar de importar al Kwid.

Como era de prever, por entonces la marca del rombo decidió darle prioridad a los modelos de producción nacional para atacar al segmento de entrada con los modelos que produce en Santa Isabel (Córdoba), tales como Sandero, Stepway y Logan.

Sorpresivamente, en medio de este parate comercial -al desde la compañía francesa siempre señalaron como temporal- debutó la variante 100% eléctrica (E-Tech) fabricada en China para "democratizar" la movilidad eléctrica entre los autos populares.

Con importantes vientos de cambio en materia económica e impositiva, el panorama ahora en nuestro país es muy distinto y eso propició el retorno del Kwid, modelo que llegó recientemente con una renovación estética y de equipamiento, y que en la actualidad es el auto cero kilómetro más accesible de Argentina. Y la novedad es que actualmente se ofrece tasa 0%, en 18 cuotas fijas, financiando hasta $9.000.000, cerca del 50% de su valor (18.530.000 pesos).

¿Qué cambió en el Renault Kwid?

La vuelta del compacto del rombo tiene como principal novedad su restyling. Llega con una imagen similar a la de su hermano eléctrico chino, con nuevos faros de led en el frontal, renovadas llantas de aleación (aunque siempre con los tres polémicos bulones) y una pintura bitono en su carrocería.

Estos detalles no tenía su antecesor, incluso dejó de ofrecer barras en el techo tal como supo tener la versión "aventurera" Outsider.

El nuevo Renault Kwid conserva su tamaño compacto, práctico para la ciudad.

Al ser un rediseño no hubo cambios en las dimensiones: la carrocería mide 4,48 metros de largo y 2,65 metros de distancia entre ejes, siendo 12 cm más largo que su principal rival, el Fiat Mobi, ofreciendo en consecuencia mejor habitabilidad.

Más allá de este detalle, estamos en presencia de un vehículo diminuto en el que solo caben dos adultos en las plazas traseras, con bastantes limitaciones para acomodar los pies, pese a estar homologado para cinco pasajeros.

Hay que resaltar que lógicamente está concebido para uso urbano y por ese motivo la capacidad del baúl es prácticamente simbólica (290 litros), suficiente para ubicar unas mochilas, bolsos pequeños o carry on.

El Kwid tiene un baúl de 290 litros.

Este volumen por cierto sustancialmente mayor al del Mobi (200 litros), pero además el diferencial del Kwid sobre el compacto de Fiat es que equipa una rueda de auxilio de igual medida a las titulares (pero con llanta de chapa), mientras que el otro dispone de un ruedín de uso temporal.

El Kwid por dentro

El Kwid tiene un volante que no puede ajustarse ni en altura ni profundidad.

Puertas adentro no se destaca por ofrecer una excelente calidad: abundan los materiales plásticos (duros) en el panel de a bordo y puertas, y algunos encastres son mejorables.

A nivel equipamiento, lo más resonante es la incorporación del ESP, que se hizo obligatorio en nuestro país durante su ausencia, en tanto que en materia tecnológica las novedades son pocas, amén del tablero de instrumentos, que ahora es completamente digital.

Por dentro, el nuevo Kwid tiene pantalla táctil.

Los tapizados actualizaron su textura, pero la butaca del conductor como el volante no sumaron regulación en altura, por lo tanto, encontrar una posición de manejo cómoda dependerá mucho de la contextura física de cada conductor.

En confort ganó comando satelital para la radio y apertura del baúl con botón, además de una la pantalla táctil con cámara de retroceso. Lamentablemente, sigue ofreciendo aire acondicionado manual y levantavidrios eléctricos únicamente para las plazas delanteras, ubicados además en una posición bastante incómoda, debajo de los comandos de la radio sobre el panel frontal.

El espacio de atras del Kwid es reducido, para dos personas.

Renault Kwid: mecánica, consumo y andar

Bajo el capó de este modelo nada cambió. Allí se mantiene el motor 1.0 de tres cilindros (aspirado) de 66 CV de potencia y 93 Nm de torque, combinado con una caja manual de cinco velocidades.

Indudablemente, son valores muy bajos, pero suficientes para mover con agilidad a esta carrocería de apenas 796 kilos, cuyo hábitat natural es la ciudad. Acelera de 0 a 100 km/h en 14,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 150 km/h, mientras que en términos de elasticidad para pasar de 80 a 120 km/h (situación propia de un sobrepaso en ruta) tarda más de 15 segundos en cuarta marcha.

Obviamente, el Renault Kwid no tiene pretensiones deportivas y seguramente el dato más relevante es el rendimiento de su pequeño motor, que en promedio permite recorrer 14,5 kilómetros por cada litro de combustible, destacándose en la ciudad por lograr 11,5 km/l. Si la intención es salir a la ruta hay que considerar que su tanque de apenas 38 litros limita su autonomía.

El Renault Kwid tiene un motor 1.0 de 66 cv.

El andar es muy cómodo en ciudad debido a la suavidad de las suspensiones y el generoso despeje de la carrocería (ideal para sobrepasar baches y lomos de burro), además de la asistencia eléctrica de la dirección. En ruta el panorama cambia drásticamente pese a la incorporación del ESP, ya que no se siente un vehículo muy estable: es notoriamente sensible a los vientos cruzados, su carrocería oscila sobremanera ante maniobras repentinas y la insonorización de la cabina es mejorable.

Por último, el sistema de frenos (con tambores traseros) es bastante perezoso, haciendo que las distancias de frenado sean excesivas para un vehículo de sus características: para detenerse por completo desde 100 km/h a cero necesitó de 43 metros.

¿Cuánto cuesta y contra qué modelos compite?

Quien esté buscando un 0km accesible probablemente dirija su atención a este segmento de los compactos/citycars. Ya lo hemos dicho varias veces, ningún auto es barato en Argentina, pero el nuevo Renault Kwid es el más económico del mercado: cuesta $18.530.000, valor sustancialmente más bajo que el del Fiat Mobi Trekking ($19.567.000), su principal rival.

Si la intención es acceder a un vehículo un poco más grande (segmento B), ya hay que hablar de desembolsar más de $23 millones, por ejemplo, para las versiones más accesibles del nuevo Hyundai HB20, Citroën C3 o Fiat Cronos, obviamente con mejor equipamiento, mayor dimensiones y en el caso del modelo de la marca surcoreana, con mejor nivel de seguridad.