Ni la heladera ni el router: el electrodoméstico que más consume incluso si está apagado
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Con el avance de la tecnología, las casas se llenan de dispositivos electrónicos. Esto supone un mayor consumo de energía y, por lo tanto, de una subida en la factura de la luz. Quizás uno de los trucos más efectivos que podemos llevar a cabo es identificar cuáles son esos electrodomésticos que más consumen para tomar medidas y poder reducir su impacto.
Los electrodomésticos representan la mayor parte del gasto energético. El problema es que no solo basta con apagarlos, sino que también debemos tener en cuenta el consumo fantasma que solemos olvidar. Esto quiere decir que si un dispositivo sigue enchufado a la corriente y no se utiliza sigue gastando luz.
Existen diferentes formas de ahorrar energía en casa. Una de las opciones son los enchufes inteligentes que están conectado a la corriente y se gestionan con WiFi. Además, se pueden controlar desde la computadora.
Muchos creen la heladera o la lavadora son dos de los dispositivos que más consumen a pesar de estas apagados. Sin embargo, no es cierto. Son las smart TV o televisiones inteligentes las responsables de ese consumo fantasma. Están diseñadas para permanecer en estado de espera constante o modo stand by, es decir, que mantienen algunas funciones activas a pesar de no estar en uso.
El estado de reposo de un dispositivo significa que "está funcionando a un nivel mínimo y puede responder rápidamente a una señal o comando para volver a funcionar a pleno rendimiento". Esto quiere decir que sigue consumiendo electricidad, pero "con consumos mucho menores a los del aparato encendido".
El consumo de electricidad de las Smart TV
Las funciones que suelen seguir consumiendo energía de las televisiones inteligentes son la conexión a Internet y las actualizaciones del sistema operativo. Este no es el único problema, sino que el estado de reposo que llevan incorporadas muchas televisiones inteligentes para que se encienda de forma rápida, incrementa mucho el consumo energético.
Este modo stand by puede ser diferentes dependiendo del modo de televisión que tengamos. Sin embargo, se suele situar entre 0,5 y 3 vatios. Representa entre un 2-5% de la energía que emplearía si estuviera encendida. A simple vista puede parecer que es un porcentaje muy bajo pero con el paso del tiempo el acumulado puede suponer un gasto considerable.
Los expertos recomiendan apagar la televisión por completo si queremos ahorrar energía y reducir nuestro consumo, pero también es un movimiento efectivo si queremos proteger al dispositivo de posibles cortocircuitos o tormentas eléctricas.
No obstante, existen algunos casos en los que no es tan aconsejable. Esto ocurre con los modelos con pantalla OLED. Este tipo de televisiones realizan un ciclo de compensación que ayuda a reparar pixeles dañados después de que el dispositivo haya estado usándose durante horas para poder mantener la calidad de la imagen. Si la televisión se desenchufa antes de tiempo se puede interrumpir el mantenimiento y puede ocasionar problemas a largo plazo que se traducen en una reducción de su vida útil.
Electrodomésticos que gastan más luz
Si no estás en casa en todo el día y no dejás prendida la luz ni el aire acondicionado, ¿cómo es que tu casa consume tanta electricidad?
La clave está en los electrodomésticos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una ONG española que se dedica a defender a los consumidores, señalaba en su último informe del 1 de abril que hay una serie de electrodomésticos que consumen más que otros.
Los siguientes son los aparatos que más luz consumen, según OCU:
- La caldera eléctrica, entre 3 y 6 kWH al día, aproximadamente,
- la estufa eléctrica, entre 1,5 y 3 kWh,
- el horno eléctrico, entre 1 y 1,4 kWh,
- una heladera, entre 0,7 y 0,8 kWh, más o menos,
- una computadora, entre 0,6 y 1,2 kWh diarios,
- el lavavajillas, entre 0,6 y 0,7 kWh,
- el lavarropas, entre unos 0,5 y 0,9 kWh,
- un hervidor eléctrico de agua, entre 0,5 y 0,7 kWh.
Por lo tanto, si en un hogar se utilizan todos los días varios de estos electrodomésticos, es probable que su consumo de luz sea importante.
Un electrodoméstico que no menciona la ONG española pero que es muy común en la Argentina y tiene un altísimo consumo de electricidad es el aire acondicionado. Se calcula que un aire acondicionado central tiene una potencia de media de 3.800 vatios por hora.
Más aún, en las ciudades argentinas en las nuevas construcciones muchos residentes utilizan el aire tanto en verano para refrigerar el ambiente, como en invierno para calefaccionarlo. Por eso es fundamental ahorrar en la cantidad de horas que permanece prendido.
La clave es no desesperar al ver la factura de la luz sin subsidios y comenzar a reducir el consumo. Este ahorro se puede lograr simplemente con algunos pequeños trucos en el uso de electrodomésticos, que detallamos a continuación.
Trucos para gastar menos luz con los electrodomésticos
El primer consejo y más obvio de todos es que, si el objetivo es no consumir mucha luz, se deben elegir modelos de electrodomésticos que sean de bajo consumo y amigables con el medioambiente.
En la Argentina la mayoría de los electrodomésticos deben aclarar por ley en las indicaciones que vienen junto a los mismos cuánto consumen de energía. La categoría A es la de menor consumo y más sostenible.
Entonces, por ejemplo, si al comprar una heladera, que es un electrodoméstico que está permanentemente encendido y trabajando, se elige un modelo de bajo consumo, es una forma segura de reducir la factura de luz.
Otra medida que se puede tomar para achicar el gasto de la luz en electrodomésticos es la de desconectar aquellos que no se están utilizando.
La empresa dedicada a comparar las tarifas de energía Selectra, recomendaba hacer esto con la televisión, ya que estima que corresponde en hasta 10% la demanda de electricidad de media en una casa.
Para reducir algo el consumo de las televisiones, Selectra recomienda que, en vez de dejarla en stand by una vez deje de usarse, se desconecte. Lo mismo se puede hacer con otros artefactos como las pavas eléctricas o las cafeteras, que muchas veces se dejan encendidas aunque ya no se consumirá más café.
Hay electrodomésticos que consumen energía incluso después de que se apagan, y esto es un problema importante. Por ejemplo, las computadoras, consolas de videojuegos, sistemas de sonido envolvente o incluso decodificadores de televisión por cable y satélite.