El "Sistema Nervioso" de las empresas: una nueva forma de diagnosticar el rendimiento organizacional

Hace varias décadas que las empresas son vistas como sistemas vivos, dinámicos y profundamente interconectados, a partir del postulado de Peter Senge, autor de La Quinta Disciplina, y de otros estudiosos. Al igual que el cuerpo humano que depende de su sistema nervioso para funcionar, las empresas poseen su propia "red de nervios" que define su comportamiento, reacciones y capacidad de adaptarse al entorno.

Esta analogía no es solo un ejercicio de imaginación. Un estudio del MIT Sloan Management Review (2023) revela que el 73% de las empresas fracasan en responder rápidamente a los cambios de mercado debido a estructuras internas rígidas o descoordinadas, síntomas equivalentes a un sistema nervioso sobrecargado o mal calibrado.

Por su parte, otro estudio de McKinsey arrojó que las empresas resilientes, aquellas con "nervios de acero", superan en un 50 % a sus competidores en tiempos de incertidumbre, gracias a su capacidad para procesar estímulos externos y transformarlos en estrategias efectivas.

¿Se puede analizar una empresa desde la perspectiva biológica? Tomando elementos de las neurociencias y del management, sí es posible hacerlo, porque, como ser viviente y que siente, una organización refleja en la realidad el proceso del sistema nervioso humano, casi de la misma forma.

Sistema nervioso: "organigrama" del funcionamiento humano

Antes de avanzar, observemos por un momento qué es y cómo se comporta el "organigrama" del sistema nervioso humano. Se trata de un complejo entramado de procesos diseñado para mantener el equilibrio interno (homeostasis) y responder a estímulos externos.

Está compuesto por:

1. El Sistema Nervioso Central (SNC): Responsable de procesar información y tomar decisiones, comparable a la alta dirección de una empresa.

2. El Sistema Nervioso Periférico (SNP): Conecta las diferentes áreas del cuerpo con el SNC, similar a los equipos operativos que ejecutan las decisiones del liderazgo.

3. El Sistema Nervioso Autónomo: 

• Simpático (lucha o huida): Activa respuestas inmediatas en situaciones de estrés, como cuando una empresa enfrenta una crisis de mercado.

• Parasimpático (descanso y recuperación): Promueve la relajación y la regeneración, reflejado en las empresas que saben recuperarse tras períodos intensos.

Observa cómo, en las empresas, estos componentes se pueden ver en un paralelismo directo:

• El cerebro empresarial: El liderazgo estratégico, que toma decisiones basadas en análisis y previsión.

• Los nervios periféricos: Los equipos y procesos que aseguran la ejecución de las decisiones.

• El sistema simpático: Respuestas rápidas ante crisis internas o externas.

• El sistema parasimpático: Procesos de ajuste y recuperación, esenciales para evitar el agotamiento organizacional.

Los 7 "nervios" de las empresas

Dependiendo del funcionamiento del sistema completo, las organizaciones se comportan de determinadas maneras. Sobre esa base, son los resultados que luego obtienen en su mercado. Veamos los siete tipos de ‘nervios’ que tienen las empresas:

1. Nervios de acero (Resiliencia): Empresas con capacidad para adaptarse rápidamente al cambio y superar adversidades. Por ejemplo, Amazon y Mercado Libre pivotando rápidamente durante la pandemia para priorizar entregas esenciales.

2. Nervios ansiosos (Hiperreactividad): Startups que toman decisiones impulsivas, reaccionando a cada cambio en el entorno sin una estrategia clara. Este estado de "hiper-excitación" puede llevar al desgaste.

3. Nervios dormidos (Inercia): Corporaciones burocráticas incapaces de responder al cambio, reflejo de un sistema nervioso lento o atrofiado.

4. Nervios exaltados (Innovación): Empresas creativas que generan ideas constantemente, de las llamadas del Océano Azul (en la teoría del Océano Rojo y Azul), aunque corren el riesgo de agotarse si no equilibran su energía.

5. Nervios rotos (Disfunción): Organizaciones con conflictos internos, comunicación deficiente y falta de coordinación entre departamentos, reflejando un sistema nervioso desarticulado.

6. Hipersensibilidad a estímulos externos: Empresas que reaccionan de forma exagerada a pequeños cambios, perdiendo enfoque en su visión estratégica.

7. Homeostasis empresarial (Equilibrio): Organizaciones maduras que logran un balance entre acción y recuperación.

Estas características pueden mezclarse según los momentos empresariales, aunque por lo general hay al menos dos o tres que conviven, conformando lo que luego llamamos cultura organizacional.

3 ideas para diagnosticar el sistema nervioso de la empresa

Daniel Colombo es facilitador y máster coach especializado en alta gerencia

Como en cualquier sistema donde estamos involucrados los humanos, puede haber momentos de alta, de baja y de mesetas en la productividad y resultados.

Pensándonos desde esta perspectiva, y en base a la experiencia de más de tres décadas trabajando con miles de empresas, aquí van tres diagnósticos posibles paramonitorear frecuentemente:

1. Diagnóstico de "reflejos" organizacionales:

Evalúa cómo tu empresa reaccionó a las últimas crisis o cambios importantes. ¿Las decisiones fueron instintivas, apresuradas, o hubo un análisis estratégico detrás? ¿Sesiguió sólo la voz de alguien, o hubo un consenso? ¿Qué estado generó en la interna de la compañía, y cómo se podría haber hecho mejor? Puedes utilizar simulaciones de escenarios para observar patrones de respuesta y detectar si las reacciones están alineadas con los objetivos a largo plazo o si reflejan estrés crónico.

2. Escucha el latido de tu organización:

Las famosas encuestas de clima se quedan cortas en este tipo de "tomografía" empresarial. La sugerencia es diseñar un sistema de retroalimentación regular, no solo con datos cuantitativos, sino con información cualitativa que refleje el clima emocional y cultural de la empresa, y que se cruce, con indicadores prefijados, con los resultados planificados versus los realmente obtenidos.

Aquí será clave el trabajo de quienes lideran, preguntando cómo se sienten los equipos y por qué, y renovando el "para qué" (el propósito) constantemente. Esto permitirá identificar áreas de tensión o desconexión antes de que se conviertan en problemas mayores.

3. Crea espacios de recuperación y reinicio:

Las empresas más saludables son aquellas que saben alternar ciclos de alta productividad, con espacios para reiniciarse y recuperarse. Puedes introducir un plan anual de ciertos rituales organizacionales que permitan a los equipos recargar energías tras períodos de alta intensidad; y esto incluye a todos los directivos (que, por cierto, están en la primera línea de presiones).

No se trata solo de teambuildings de vez en cuando, sino de algo más pensado, estratégico y profundo, con enfoque en la innovación, en los resultados esperados y en el sentido de pertenencia de los integrantes. Al tomar estas pausas, se regenera el enfoque colectivo.

Asimismo, recomiendo hacer un chequeo general cada seis meses, para observar cómo va el sistema nervioso de la empresa, cómo anticiparse a su estado general, y qué medidas preventivas tomas.

El ‘sistema nervioso’ de una empresa no es un simple concepto metafórico; es una realidad práctica que define su capacidad para adaptarse, responder y prosperar.

Hoy estamos en una era en que el cambio es la norma. Aquellas organizaciones que comprendan y calibren su red interna –sus "nervios"– no solo evitarán el colapso, sino que estarán en una mejor posición para liderar.

*Daniel Colombo es facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 33 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.