En plena pandemia, hay más multimillonarios en la región: ¿se viene un impuesto a la riqueza?
La fortuna de las 73 familias más ricas de América Latina aumentó en 48.200 millones de dólares desde el comienzo de la pandemia, incluso ahora cuando la región es una de las más afectadas por el Covid-19 en el mundo, afirmó la Oxfam en un informe dado a conocer este lunes.
Según esta confederación de ONGs que luchan contra la pobreza en 90 países en Latinoamérica, surgió en promedio un nuevo multimillonario cada dos semanas desde marzo (un total de 8), mientras que millones de personas siguen luchando contra la enfermedad y dificultades económicas extremas derivadas de las medidas necesarias para prevenir la expansión del Covid-19.
De estos 8 nuevos multimillonarios latinoamericanos, 1 es chileno, 2 son de Perú y 5 de Brasil; casualmente algunos de los países más golpeados en cantidad de infectados y muertos en Sudamérica. Sus datos son obtenidos a partir del ranking en "real time" de billonarios de la revista Forbes. En este caso, la confederación de ONG comparó la riqueza neta de los multimillonarios latinoamericanos el 18 de marzo de 2020 y la calculada al último 12 de julio.
Durante ese período, aseguran que el valor neto combinado de los multimillonarios en la Argentina pasó de 8.800 millones de dólares a 11.200 millones de dólares.
Asimismo, Oxfam calcula que los 42 multimillonarios del Brasil aumentaron su patrimonio neto de 123.100 millones de dólares en marzo a 157.100 millones de dólares en julio, mientras que los siete más ricos de Chile vieron como su patrimonio conjunto aumentaba en un 27% hasta alcanzar los 26.700 millones de dólares en el mismo período.
En el resto de Latinoamérica, los multimillonarios pasaron de tener en Colombia 13.700 millones de dólares en conjunto a 14.100 millones de dólares; en Perú, de 5200 millones de dólares subieron a 5500 millones de dólares; e incluso en Venezuela, de 3400 millones de dólares que acumulaban en total pasaron a 3500 millones de dólares.
Una región de desigualdades
El último informe de Oxfam apunta a la profundización de las desigualdades económicas preexistentes en América Latina a partir de la pandemia.
Además del impacto económico de la crisis sanitaria, la región parte de un escalón más atrás de otras para hacer frente a la misma. Según los cálculos de Oxfam, la inversión pública en salud de los países de América Latina es en promedio del 4% del PIB, la mitad que la de los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El abandono de los sistemas de salud en muchos de los países más golpeados por la pandemia como Perú y Ecuador han multiplicado la cantidad de infecciones de Covid-19.
"Los gobiernos de América Latina están infra gravando en la práctica tanto la riqueza individual como los beneficios empresariales, lo que está socavando su lucha contra el coronavirus, la pobreza y la desigualdad", dijeron desde la confederación.
Oxfam estima que América Latina perderá 113.400 millones de dólares en ingresos fiscales este año, lo que equivale al 59% del gasto en salud pública de la región.
"Mientras que todos los demás están viviendo con órdenes de confinamiento, tratando de sobrevivir y con el temor de enfermarse, los multimillonarios latinoamericanos ven como su patrimonio y privilegios van generando más de 413 millones de dólares diarios desde el principio de la pandemia, todos y cada uno de los días", expresó a través de un comunicado el director ejecutivo interino de Oxfam, Chema Vera.
En toda América Latina, 140 millones de personas, alrededor del 55% de la población activa, se encuentran en la economía informal. Hasta 52 millones de personas podrían caer en la pobreza en América Latina y el Caribe y 40 mil perderían sus empleos como consecuencia de la pandemia, con lo que la lucha contra la pobreza retrocedería 15 años.
"Si los Gobiernos no toman medidas para cambiar nuestros sistemas económicos, están echando gasolina al fuego del descontento contra las injusticias sociales que ahora están arrasando el mundo", añadió Vera.
En ese marco es que la organización propone en su último informe algunas medidas para proteger el empleo –debido a los altos niveles de informalidad, sobre todo entre los jóvenes- como "mecanismos públicos que impidan los despidos mientras dure la pandemia y dirigir fondos públicos a resguardar las fuentes laborales, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas, que son la mayor fuente de empleo en la región"
También, en un paso más allá, proponen la creación de nuevas figuras tributarias que permitan parcialmente cubrir la caída de ingresos fiscales, de manera que la recuperación económica recaiga "principalmente sobre quienes menos han sufrido la crisis, en los sectores infragravados en el pasado debido a las deficiencias del sistema fiscal internacional o en quienes incluso han visto como sus beneficios han aumentado de forma inesperada".
Sugieren gravar con un impuesto extraordinario a las grandes fortunas para solventar los costos de hacer frente a la pandemia de Covid-19: "Si se aplicara en 2020 un impuesto al patrimonio neto de entre el 2% y el 3,5% a quienes tengan más de un millón de dólares, los Gobiernos latinoamericanos podrían recaudar hasta 14.200 millones de dólares, que podrían ser invertidos en salud pública y protección social". Esta cifra, estiman, es 50 veces la cantidad de lo que se podría recaudar este año de los multimillonarios de la región.
Insisten también en que se trataría de medidas de urgencia, temporales, con carácter progresivo y sin efecto distorsionador sobre el crecimiento o la actividad económica. En concreto, la propuesta es aplicar en todos los países de la región un impuesto temporal sobre los patrimonios netos a partir de 1 millón de dólares y con la primera vivienda exenta hasta 300.000 dólares. Se aplicarían los siguientes tipos marginales:
- 2% para los patrimonios netos entre 1 y 50 millones de dólares,
- 3% para los patrimonios netos entre 50 y 100 millones,
- 3,5% para los patrimonios netos por encima de los 100 millones.
Oxfam recordó que únicamente tres países de América Latina aplican un impuesto sobre el patrimonio: Argentina (impuesto máximo del 1,25%), Colombia (1%) y Uruguay (1%). "Con el diseño actual de impuesto al patrimonio, en el mejor de los casos, se recaudaría en total un máximo de 281 millones de dólares de los multimillonarios de la región.
En Argentina, a demás del mencionado gravamen a ingresos brutos está también en discusión un nuevo impuesto por única vez a las mayores riquezas de quienes residen en el país. A primera vista, la propuesta de Oxfam parece incluso más ambiciosa a la que realiza en su proyecto de Ley el Frente de Todos.
Al ser consultada sobre este tema, Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal y Desigualdad de Oxfam, le dijo a iProfesional que esta entidad "hace una propuesta para el conjunto de la región en la que solo tres países plican impuestos a las grandes fortunas. En el caso concreto de Argentin, lo que está en discusión es un recargo temporal al impuesto a las grandes fortunas, como un impuesto de solidaridad temporal".
"Oxfam plantea que el conjunto de los países de la región siga la senda de la Argentina en el sentid de aplicar un impuesto a las grandes fortunas pero que desde el principio sea más ambicioso", aclaró.
Sin embargo, este gravamen es solo una de la batería de medidas que Oxfam propone poner en juego. El resto serían para una vez que finalice la pandemia. Otra es un paquete de rescates públicos para grandes empresas con condiciones como no contar con capitales en paraísos fiscales, no entregar bonos a altos ejecutivos por lo menos por tres años, etc.
Otra medida sería crear un impuesto a los resultados extraordinarios de grandes corporaciones que grave al 95% solamente el tramo de utilidades o resultados enteramente consecuencia de esta crisis sanitaria.
La cuarta en el paquete de medidas es el controvertido "impuesto digital" para gravar las grandes rentas generadas por las actividades como las de las grandes plataformas de streaming de contenidos.
Por último, Oxfam sugiere que debería haber medidas destinadas a reducir la carga tributaria en hogares empobrecidos y de clase media, para permitir también su recuperación.
El impuesto a las riquezas en la Argentina
Oxfam da cuenta de que la Argentina es una de las pocas economías latinoamericanas que se redujo (un 2,2%) en 2019 y con el impacto de la pandemia espera que sea también la que más pierda también este año: el Producto Bruto Interno se reduciría 9,9% respecto del año pasado, solo superado por el -13,9% de Perú en la misma región.
En ese marco, el impuesto a la riqueza por única vez y para hacer frente a los costos de la pandemia es una propuesta que impulsan los sectores más duros del Frente de Todos.
Con esta ley que afectaría a 12 mil personas con patrimonios superiores a los 3 millones de dólares, se recaudarían unos 3.000 millones de dólares.
Según el diputado Carlos Heller, sería un gravamen para el 1,1% del total de los contribuyentes al impuesto a los bienes personales del país, y del 0,08% de la población económica activa.
Este nuevo impuesto, de acuerdo al proyecto comenzaría con una alícuota del 1% para patrimonios entre 10.000 millones y 20.000 millones de pesos y se incrementa un 1% cada 10.000 millones extras. Sin embargo, desde algunos de los sectores que impulsan el proyecto ya se está pensando en ampliar esa propuesta original.
Ruiz, por su parte, sugiere que "la Argentina demás de este recargo por solidaridad, podría revisar el diseño actual del impuesto para simplificarlo, elevar tipos y lograr una recudación más elevada a futuro. Pero las reformas que está considerando como un 'exit tax', o que ya ha probado, como reforzar la lucha contra la evasión fiscal identificando a los titulares reales de las cuentas en el exterior, son un mecanismo fundamental para lograr que este impuesto duncione realmente".
Por lo menos hasta ahora, este impuesto que propone el Frente de Todos no tendrá en cuenta el efecto del coronavirus sobre la riqueza, ya que se establece por única vez sobre los bienes en posesión de personas y empresas en el país y en el exterior al 31 de diciembre pasado, o en el último período fiscal vencido, para las ganancias extraordinarias.
Alcanzaría por única vez tanto a personas físicas y jurídicas, como sociedades, asociaciones civiles y cooperativas.
Por eso, los expertos tributaristas -que de por sí dudan de que un impuesto como este pueda aplicarse como excepción y por única vez- también critican su creación con posterioridad al momento en que se produjo la manifestación de riqueza (31 de diciembre 2019) y a considerar como contribuyentes a los fondos comunes de inversión.