• 13/11/2024

Lázaro Báez, otra vez en la mira de la Justicia: le habría ocultado bienes a la madre de sus hijos

Las razones por las que el empresario patagónico rechazó la prisión domiciliaria en Río Gallegos y su relación con el actual Ministro de Justicia
05/03/2024 - 20:36hs
Lázaro Báez, otra vez en la mira de la Justicia: le habría ocultado bienes a la madre de sus hijos

Hasta último momento, Lázaro Antonio Báez, creyó que recibiría el llamado salvador del actual ministro de Justicia del gobierno de Javier Milei, Mariano Cúneo Libarona. No sucedió. El teléfono nunca sonó. Uno de sus allegados de confianza lo había convencido que no negociase con la Justicia Federal un pedido de solicitar cumplir prisión domiciliaria en Río Gallegos pues, a través del contacto con el hombre fuerte de la Justicia en tiempos libertarios, podría obtener su liberación. Lázaro se quedó sin el pan ni sin la torta.

La relación con Cúneo Libarona no fue directa. En los primeros meses en prisión, Báez recibió propuestas de todo tipo de los estudios de abogado más prestigiosos y costosos del país. Por unos cuántos dólares, Fernando Burlando no lo defendió y un allegado al ex panelista de Animales Sueltos, hoy ministro de Justicia, también lo visitó a Báez en prisión.

Lázaro Báez, bajo la lupa de la Justicia nuevamente

El estudio de Cúneo coqueteó con la defensa del hijo mayor de Báez, Martín, pero el respaldo legal no se cristalizó en las formalidades de un papel firmado por los protagonistas. Todos querían conocer los secretos de uno de los, otrora, personajes más famosos de la Argentina K.

El actual dueño del canal de cable Extra fue el que se terminó quedando, en las sombras, con la defensa de Báez. Franco Bindi pasó de representar al imputado colaborador, Leonardo Fariña, a visitar en el penal de Ezeiza al jefe de su defendido. "A Báez le vendieron que lo quebraban a Fariña", recuerda un abogado que estuvo en las conversaciones en las que se hablaba de los beneficios que significaban quedarse con la defensa del millonario empresario conocedor de más de un secreto de la fortuna kirchnerista.

Una de las letradas del estudio de Bindi, un letrado vinculado con los servicios de inteligencia, Elizabeth Gasaro, terminó defendiendo a Báez tras idas y vueltas de letrados que se retiraban de prisión con la palabra de Lázaro y se enteraban que los había despedido por detrás.

Tras el divorcio de Norma Calismonte, la madre de los cuatro hijos de Báez, con Lázaro, comenzó a investigarse el patrimonio económico real del empresario de Austral Construcciones que intentó evadir de la Justicia y de su anterior esposa. En prisión, Lázaro conoció a la sobrina del detenido Atanasio Pérez Osuna, ex interventor de Yacimientos Carboníferos Fiscales. Las charlas amorosas con la joven dirigente política llamada Claudia Insaurralde terminaron con la relación a la distancia entre Báez y la madre de sus hijos que trataba de sobrevivir al asedio periodístico, acusaciones varias y sin haber querido gozar ni gozado de las mieles del poder y la fortuna de su ex marido: "Norma no conoció Europa ni las playas, siempre le dedicó su vida a Antonio y a sus hijos", señala un allegado a ambas partes.

Lázaro Báez rechazó la prisión domiciliaria
Lázaro Báez rechazó la prisión domiciliaria ante la posibilidad de quedar liberado. Se quedó "sin el pan ni sin la torta".

La justicia sospecha de la red de abogados que defendió a Lázaro Báez incluida la citada Gasaro, ex abogada de los hermanos Lanatta –condenados por el triple crimen de General Rodríguez-. También investigan el manejo de los fondos embargados de Báez por su pareja actual, Claudia Insaurralde, incluidos los alquileres de propiedades en Vicente López, Capital Federal y los chalets de Pinamar. A su vez, empleados de la construcción de Santa Cruz, como Roberto Bucaret, denunciaron a Insaurralde por amenazas en el alquiler de una propiedad en el lugar preferido de Cristina Kirchner.

El hilo sobre la fortuna real de Báez aún es motivo de investigación por la justicia argentina y norteamericana. Mientras se escriben estas líneas se desarrolla el juicio por la compra del campo El Entrevero en la República Oriental del Uruguay. Allí están sentados en el banquillo de los acusados Leonardo Fariña y está acusado Báez de haber blanqueado dinero en el exterior adquiriendo ese terreno millonario.

En Chaco, a su vez, se desarrolla otro juicio que lo tiene a Báez en el lugar que nunca creyó estar: en el de dar explicaciones a un juez. Atrás quedaron los tiempos en que todo se escondía con un llamado de la Jefa, un mensaje del amigo del alma Néstor o una flamante vinoteca levantada para taparle la boca a la denunciante Mariana Zuvic y al periodismo argentino.