La otra cara de los pacientes con Covid-19: cómo tratar su salud psíquica y mental
El protocolo de atención de los pacientes con sospecha o diagnóstico confirmado de coronavirus indica todos los cuidados que los profesionales de la salud deben tener.
El aislamiento es uno de los pasos que se prevé en dicho protocolo. Esto significa que el paciente debe quedar separado de otros, debe permanecer en un ambiente separado, donde el riesgo de contagio a otros enfermos sea prácticamente nulo y donde los especialistas puedan atenderlo de manera exclusiva.
Ese aislamiento es absolutamente necesario desde el punto de vista del cuidado de la salud y de la prevención de expansión del virus. Ahora bien, es innegable que, como todo proceso radical, tiene un impacto directo en la salud mental y física del paciente que lo atraviesa.
"Siempre se habla de una manera general y se mencionan el miedo, la ansiedad, el temor", explica el Dr. Marcelo Giterman, médico psiquiatra. Ahora bien, "es difícil pensar en cualquier situación si no se tienen en cuenta la singularidad y los rasgos psicológicos que la persona tiene previamente", agrega el profesional.
Todos estos rasgos forman parte de los antecedentes individuales, al igual que sucede con otras patologías, como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, entre muchas de las que se pueden tener.
¿Qué factores se deben tener en cuenta al abordar un paciente en tiempos de pandemia?
El Dr. Giterman señala que hay dos elementos centrales que se deben considerar al momento de abordar a un paciente, siempre en relación a sus antecedentes.
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"Más allá de la pandemia las personas ya tienen una estructura psicológica previa", indica el médico psiquiatra, y es en base a esa construcción que se debe trabajar y hacer el abordaje.
"El paciente que era ligeramente hipocondríaco se pondrá más temeroso de padecer enfermedades; una situación igual pasa con las personas obsesivas, que sienten la necesidad de controlar todo constamente", ejemplifica el experto. "Dado que se trata de un virus incontrolable, es difícil para los obsesivos poder sobrellevar la enfermedad porque pasa a ser algo que escapa de todo control que puedan tener", agrega el psicoterapeuta individual y familiar. En este sentido, refuerza que "estas realidades deben tenerse en cuenta para poder comprender la situación de cada uno".
Por otro lado, "hay algunas consideraciones más específicas en relación a los pacientes contagiados de Covid-19". A partir de ese momento -o de la sospecha de que tiene coronavirus-, "la persona pasa por distintos estadíos". Uno de los estadíos es la bronca de haberse contagiado de esta enfermedad. Después sigue otra etapa que se relaciona con la negación de la realidad que le toca vivir. A continuación viene la aceptación, que siempre se acompaña de cierta tristeza, y que finaliza con un cambio de hábitos o de costumbres en función de la nueva realidad que le toca vivir.
¿Qué pasa con las personas que ya han sido diagnosticadas?
Tal como se mencionó al principio, los pacientes que padecen Covid-19 se deben aislar para evitar el contagio y la expansión del virus. "Este es uno de los momentos más difíciles, porque se saca a la persona de su normalidad y se la aísla de todo lo que conocía", menciona el especialista.
Cabe recordar que esta situación se suma a todas las singularidades que pueda sufrir la persona y, a su vez, a los riesgos puntuales que pueda tener -si se encuentra en uno de los grupos de mayor peligro de afectación, por ejemplo-.
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"En estos casos puntualmente y en general en todos los casos, es necesario establecer una red de contención de la mejor manera posible y con todos los elementos posibles", señala el Dr. Giterman. Si bien la pandemia impide el contacto habitual, se puede "establecer algún tipo de red tecnológica de contacto". Las videollamadas, las llamadas telefónicas, reuniones virtuales, redes sociales, entre otros elementos, pueden ser de gran utilidad al momento de cumplir con este objetivo.
"Puntualmente en los pacientes que están internados en cuidados intensivos el aislamiento se intensifica por el temor que también sufren los profesionales de la salud, desde los médicos hasta los enfermeros o cuidadores que los rodean", señala el especialista.
¿Qué consejos se le pueden dar a estos pacientes y a los profesionales de la salud?
La televisión es un elemento de contacto con la realidad. Como tal es un canal de llegada de información que, precisamente, conecta con el mundo de afuera, pero también puede sobrecargar la mente. "Aconsejo regular el tiempo que se pasa frente a la televisión y la información que se recibe porque también es un elemento que eleva los niveles estrés porque siempre aparece el número de muertos", menciona el médico psiquiatra.
Una de las sugerencias que el profesional señala es mantenerse activo. Es fundamental "encontrar la manera de mantener el cuerpo activo, por más pasivo que sea o parezca; se trata de un mecanismo para que el cuerpo se mueva y salga del estado de postración". Agrega, además, que esta situación también aplica para aquellos pacientes que se encuentran casi totalmente postrados. Mover la cabeza, los brazos, las piernas, dentro de sus posibilidades, es necesario para que el cuerpo se mantenga activo.
Otro de los consejos que el profesional brinda es "hacer algo que nunca hicieron". Esto implica "encontrar una motivación nueva, un desafío nuevo. Posiciona a la persona en una posición diferente", explica el Dr. Giterman. Esta creación de un nuevo hábito y el desarrollo de una nueva actividad ayuda a romper con la vida rutinaria que se llevaba antes y que se puede estar llevando durante el aislamiento.
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Pintar, sacar fotos, escribir, leer, cocinar, redecorar el hogar, hacer cursos, capacitarse en áreas nuevas, entre otras, son algunas de las tantas actividades nuevas que se pueden hacer durante el aislamiento. Este consejo se puede aplicar a pacientes enfermos, diagnosticados con la nueva cepa de coronavirus, o para quienes no se encuentren en esta situación y solo cumplan con la cuarentena en sus hogares.
El último de los puntos que médico psiquiatra señala es la necesidad de "abandonar las certezas y aprender que hay una nueva situación en la que se tiene la certeza de la incertidumbre". ¿Qué significa esto? Que "actualmente la única certeza que se tiene es la de que no se sabe cuándo va a volver todo a la normalidad, ni cómo será, entre otros interrogantes, aunque parezca una contradicción".
Todos estas sugerencias o consejos apuntan a reducir el impacto que la situación puede tener en la salud, más allá del efecto adverso que de por sí tiene el Covid-19 en el cuerpo. El principal objetivo de seguir la lista de consejos mencionada es evitar aumentar el estrés. "El estrés, cuando se cronifica, puede contribuir a deteriorar el sistema inmunológico de la persona y, en consecuencia, reducir su capacidad de respuesta", detalla el Dr. Giterman. De esta manera, si se permite que los niveles de estrés aumenten y que se sumen a los efectos que provoca el aislamiento, la enfermedad y la incertidumbre, el impacto puede ser más grave de lo esperado.
Ya están los antecedentes y el diagnóstico, pero ¿cómo abordar a un paciente que debe tratarse?
"Cuando se habla con un paciente que padece una patología que amenaza su vida es necesario preguntarse qué herramientas psicológicas tiene para afrontar esa situación y para entender que tiene una patología de estas características", explica el Dr. Giterman, que es psicoterapeuta individual y familiar. Esto quiere decir que "como médico es importante indagar en esa capacidad y entender que la persona necesita intervenciones de situaciones de crisis", en las palabras del profesional.
Una vez más menciona que debe crearse una red de contención, aún en casos en los que el paciente se encuentre solo. El personal de la salud, en estas situaciones, puede cumplir funciones de contención que van mucho más allá de su tarea específica.