¿El dólar blue puede llegar a $1.000 en el corto plazo?: la advertencia de reconocida consultora
Los movimientos políticos y económicos a pocas semanas de la elección del nuevo Presidente de la Nación, están alterando los ánimos del mercado. Sobre todo por la incertidumbre generalizada en estos dos grandes aspectos. Por lo pronto, la escalada del dólar libre por encima de los $800 anticipa que el mes que acaba de comenzar será movido para los argentinos, ya que puede seguir al alza.
"Octubre se anticipa como un mes agitado", advierte la consultora LCG, firma fundada por Martín Lousteau.
Ello lo argumenta en que el dólar contado con liquidación, que es la referencia para las transacciones internacionales, brindó saltó en su valor, y el dólar blue comenzó a acompañarlo desde atrás, con un incremento notorio en los últimos días, que ya llegó a los $810.
El "dólar de equilibrio" es de $1.000: qué advierte el mercado
No sólo eso, se anticipa que aún existen argumentos para considerar que el billete estadounidense puede seguir al alza, en torno a la escasez notoria de divisas en el Banco Central, y a la incertidumbre que genera un nivel de inflación tan alta. Un combo que es acompañado por las elecciones a Presidente y los ruidos que se generan en el mientras tanto.
"El tipo de cambio de convertibilidad, que es la relación entre pasivos en pesos y las reservas brutas, asciende a $1.000 por dólar. Considerando que ha mantenido un comportamiento parejo con el contado con liquidación, el valor implícito induce a pensar que las cotizaciones paralelas aún tienen un recorrido alcista por delante", sostienen desde LCG.
En resumidas cuentas, para los economistas, el freno a la suba del precio del dólar libre estará enmarcado por la disponibilidad de "pesos libres" de los ahorristas para poder dolarizarse.
"El límite lo impondrá la demanda en un contexto de clásica dolarización de portafolios preelectoral que se conjuga con un poder adquisitivo que se pulveriza con el pasar de las semanas", concluyen desde LCG.
Sin embargo, consideran estos economistas que la incertidumbre no terminará el 22 de octubre con la votación ya que sostienen que el mercado descuenta que habrá segunda vuelta.
"El escenario es que habrá un ballotage donde Sergio Massa podría ser partícipe, reflejando una menor expectativa de devaluación en octubre, trasladándola hacia el final del año", pronostican los analistas.
Y alertan: "Los agentes incorporan toda la información en su función de reacción y actúan en consecuencia. Pero no sólo se notó el traslado del salto cambiario, sino también la magnitud. No olvidemos, el congelamiento sigue y el reloj corre, por lo que toda la nominalidad que no se ajusta paulatinamente, se acumula con creces".
Escenario para los próximos meses
De una u otra manera, las miradas estarán puestas en lo que ocurrirá en noviembre durante la transición y en diciembre con la nueva gestión presidencial. Sobre todo, cuáles serán las medidas que se tomarán para calmar las expectativas económicas y cuál será el rumbo a seguir.
Mientras tanto, el enfoque de los políticos parece posarse en el corto plazo.
"Fin de año parece largo plazo y el ministro de Economía puso en stand by su labor técnica para atender con dedicación exclusiva su principal objetivo: ganar las elecciones. Quedará por ver cómo serán las próximas negociaciones con el FMI, pactadas para noviembre por el desembolso pendiente por u$s3.300 millones", analizan los expertos.
De hecho, consideran que desde agosto, y salvo por la devaluación post PASO que "no logró el objetivo buscado, el Gobierno parece haber avanzado en dirección contraria al espíritu implícito" en el programa del FMI.
Lo concreto es que se calcula que la política expansiva, vía mayor gasto o menores impuestos, aplicados representa 1,1% del PBI. Algo que genera más desfasajes a los que ya tiene la economía.