Irónica respuesta radical al billete de $200 con cara de Yrigoyen que impulsan los K

Finalmente, el kirchnerismo aceptó que es necesario emitir billetes de mayor denominación. El diputado ultra-K, Carlos Kunkel, impulsa un proyecto en la Cámara baja para imprimir moneda de $200 y propuso que tuviera la imagen del ex presidente y líder del radicalismo, Hipólito Yrigoyen.

Por supuesto, el legislador del Frente para la Victoria no reconoció que la idea es consecuencia de la inflación.

"Es porque con un billete de $200 se ahorrará en el costo de impresión y de circulación del dinero", justificó cuando presentó la iniciativa. "Además, generará mayor comodidad para la gente", insistió.

En el proyecto, que ingresaría a Diputados en las próximas horas, se propone que en el frente del billete figure el retrato de Yrigoyen y en el dorso una representación del Grito de Alcorta, la rebelión agraria de principios del siglo XX.

La UCR no tardó en reaccionar y lo hizo de una manera irónica. A través de una cuenta de Twitter del Comité Nacional, posteó una imagen del ex mandatario con un "corte de manga" y la frase: "Gracias, pero la inflación es de ustedes".

En los últimos años, la oposición presentó proyectos diversos que no prosperaron por el rechazo del oficialismo. Diputados y senadores anti-K pusieron el foco en la inflación creciente para proponer billetes de mayor denominación. La senadora radical Laura Montero, es la principal impulsora de la creación de billetes de $200, $500 y hasta 1.000 pesos.

Hoy se calcula que el 65% de los billetes que circulan son de $100. El poder de compra del billete de máxima denominación de la Argentina es uno de los más bajos del mundo. Equivale apenas a u$s10 al tipo de cambio oficial, o solo u$s6 al dólar blue.

Para mantener el poder de compra que tenía el billete de $100 al final de la convertibilidad, hoy sería necesario un billete de la menos 1.600 pesos.

Las entidades financieras y hasta el gremio de los trabajadores bancarios también habían reclamado moneda de mayor denominación. Una consecuencia de tener billetes de tan bajo valor es que el uso de los cajeros automáticos se hace más intensivo y obliga a realizar más recargas.