Así funciona Manus, el nuevo asistente de IA que promete trabajar por vos
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La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, y Manus, un nuevo agente autónomo desarrollado en China, captó la atención del negocio tecnológico. Con la promesa de actuar de manera independiente, planificar tareas complejas y ejecutar acciones reales en nombre del usuario, Manus plantea preguntas fundamentales sobre confianza, privacidad y control.
¿Qué es Manus y qué lo hace único?
A diferencia de herramientas como ChatGPT o Claude, que responden a preguntas específicas y requieren instrucciones directas, Manus puede ejecutar acciones completas sin supervisión constante. Este asistente combina múltiples modelos de lenguaje que trabajan en conjunto: uno actúa como planificador general y otros se encargan de tareas específicas. Este diseño modular le permite abordar procesos complejos con fluidez.
Por ejemplo, Manus puede organizar un itinerario completo de viaje, diseñar un sitio web profesional o planificar una clase educativa con materiales visuales y actividades estructuradas. Estas capacidades lo posicionan como una herramienta más avanzada frente a sus competidores occidentales.
Usos prácticos: ¿Qué puede hacer Manus?
Aunque aún no está disponible para el público general, las demostraciones controladas han revelado algunas de sus funcionalidades más destacadas de esta inteligencia artificial:
- Crear páginas web personalizadas con datos mínimos.
- Organizar viajes completos, desde vuelos hasta actividades diarias.
- Diseñar planes educativos y animaciones didácticas.
- Automatizar tareas administrativas como gestionar correos electrónicos, reservas y agendas.
- Interactuar directamente con la computadora del usuario para realizar acciones específicas mediante control del cursor y aplicaciones.
Manus representa un paso adelante en comparación con agentes previos como Devin, lanzado en 2024, que prometía autonomía pero fue criticado por exagerar sus capacidades. Sin embargo, queda por ver si Manus cumplirá con las expectativas generadas.
¿Un avance tecnológico o un riesgo latente?
El origen chino de Manus genera preocupaciones sobre privacidad y seguridad de los datos. Para operar plenamente, esta herramienta requiere acceso profundo al dispositivo del usuario, incluyendo datos personales y financieros. Esto plantea un dilema geopolítico: ¿es seguro confiar información sensible a una inteligencia artificial desarrollada fuera de las regulaciones occidentales?
El caso recuerda a controversias previas con aplicaciones como TikTok o DeepSeek, donde la adopción masiva superó las preocupaciones iniciales sobre privacidad. Si Manus logra popularizarse, podría ser difícil limitar su uso incluso si surgen dudas sobre su seguridad.
El impacto económico detrás de Manus
Más allá de la tecnología, el desarrollo de herramientas como Manus responde a incentivos económicos claros. Empresas tecnológicas buscan reducir costos en tareas que tradicionalmente requieren personal humano bien remunerado:
- Un programador júnior puede ganar más de 100 mil dólares al año en Estados Unidos.
- Profesionales como asistentes de viajes o diseñadores también representan costos significativos para las empresas.
Si una IA puede realizar estas tareas por una fracción del costo, se convierte en una inversión estratégica para las organizaciones. Esto podría transformar no solo el mercado laboral sino también la forma en que delegamos responsabilidades diarias a sistemas autónomos.
Preguntas clave sin respuesta
A pesar de su potencial, Manus plantea interrogantes esenciales que deben ser abordadas antes de su adopción masiva:
- ¿Qué garantías existen sobre la protección de datos privados?
- ¿Quién asume la responsabilidad si comete errores costosos o ilegales?
- ¿Está regulado por normativas internacionales que protejan al usuario?
- ¿Es posible supervisar sus acciones cuando opera sin intervención humana directa?
Estas preguntas subrayan los desafíos éticos y legales asociados con agentes inteligentes que actúan más como empleados virtuales que como simples herramientas tecnológicas. Manus promete revolucionar la manera en que interactuamos con la tecnología al ofrecer automatización avanzada e independencia operativa.
Sin embargo, su éxito dependerá no solo de su rendimiento técnico sino también de cómo aborde las preocupaciones sobre privacidad y regulación en un entorno digital cada vez más complejo. ¿Estamos listos para delegar tanto poder a una inteligencia artificial? El tiempo lo dirá.