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Netflix y Spotify, el centro del debate en Congreso Mundial de Comunicaciones

Netflix y Spotify, el centro del debate en Congreso Mundial de Comunicaciones
21/10/2017 - 22:06hs

La grieta parece haber atravesado a las telecomunicaciones en el mundo. Es el sabor que, se percibe, dejó la Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones (CMDT) 2017 en la Argentina.

La imposibilidad de ponerse de acuerdo en los temas referidos a regulación de proveedores de contenido (OTT, por su jerga en inglés), internet de las cosas y privacidad, hizo que el cierre previsto para la mañana del viernes se postergara hasta el mediodí­a y, llegada esa hora, ni siquiera hubiera certeza sobre si se concretarí­a por la tarde.

A esto se sumó que el principio consensuado sobre la necesidad de continuar conectando a las personas en el mundo para lograr mayores niveles de equidad no encontró posturas coincidentes a la hora de definir las lí­neas de acción a seguir entre las delegaciones de los 140 paí­ses que llegaron hasta Buenos Aires.

Pasado el mediodí­a del viernes, los participantes no habí­an logrado definir el Plan de Acción Buenos Aires. No se recuerda entre los participantes a estos encuentros, que cuentan con el aval de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), el brazo telco de la ONU, una conferencia con un final con tanta tensión. Las discusiones del jueves por la tarde finalizaron a las 4 de la madrugada del dí­a siguiente, y el viernes arrancó sin poder resolverse esos conflictos.

Sobre los proveedores de contenido el debate volvió a centrarse sobre si a las empresas como Netflix, Spotify o Crackle se les debe exigir realizar inversiones en infraestructura, como también si se les debe obligar a tributar en cada paí­s desde el cual obtienen un lucro.

También se coló la cuestión relacionada con aplicar una cuota de pantalla de producción nacional, aspectos que también forman parte de las conversaciones en la Argentina, en el marco de las discusiones de las regulaciones locales.

Respecto de internet de las cosas (IoT) las discusiones se relacionaron no sólo con el espectro (aspecto que se resolverá en la conferencia de la UIT de 2020) sino, básicamente, los lí­mites que tendrán los operadores de esas futuras redes respecto de la privacidad.

Y aquí­ apareció uno de los puntos más candentes en el marco del CMDT. Porque la privacidad cruzó, inexorablemente, los temas referidos a los proveedores de contenido y a IoT. Volvió a exponerse la necesidad de no filtrar contenidos en favor o detrimento de otros, punto que encontró discrepancias entre paí­ses occidentales por un lado, y del mundo árabe y Rusia, por el otro.

Si bien las propuestas que surgen en este espacio son sólo sugerencias, no vinculantes, los distintos paí­ses levantaron la voz cada vez que advertí­an que se podí­a estar fijando principios que pusieran en duda su soberaní­a. Y esto sucedió cada vez que se habló de privacidad, de cibervigilancia y de protección de datos personales, temas independientes pero que resulta complejo abordar sin analizar lo que ocurre con cada uno de ellos en particular.

"Cada paí­s es soberano de regular su sector TIC (Tecnologí­as de la Información y las Comunicaciones), de acuerdo a su parecer, a sus caracterí­sticas", explicó Oscar González, presidente de la CMDT 2017. E integrante de la Secretarí­a de Telecomunicaciones a cargo de Héctor Huici.

Cada uno de estos temas siempre trajo aparejadas posturas diametralmente opuestas. Y lo expuesto por algunos de los referentes que participaron de las sesiones plenarias fue que, un mí­nimo desacuerdo por un punto en particular, impedí­a avanzar en cuestiones más generales.

Esto quedó evidenciado inclusive en el objetivo inicial que se fijó en este CMDT 2017: establecer pautas para conectar a la mitad de la población del mundo que aún no tiene acceso a internet. Y que, de continuar así­, lejos de equiparar las oportunidades en materia económica y social para todos los habitantes, la brecha digital se profundizará.

González destacó que hay coincidencia entre los paí­ses en diseñar estrategias para alcanzar a las poblaciones que aún no tienen acceso. Tener conexión "no es un lujo sino una necesidad para el funcionamiento de las sociedades modernas", puesto que trae beneficios aparejados con el desarrollo de la economí­a digital y nuevas formas de producción, aunque siempre vinculadas con "conectividad de alta calidad", aseveró González.

Pese a las coincidencias, los consensos fueron más dificultosos de alcanzar. Varios de los paí­ses emergentes presentaron documentos para avanzar en esas metas, y obtuvieron el aval tanto de los Estados Unidos como de los paí­ses de la Unión Europea. Sin embargo, esas propuestas encontraron obstáculos, curiosamente, de parte de Rusia y los paí­ses árabes.

La Argentina, en tanto, se diferenció de esa grieta que atravesó las discusiones de los últimos dí­as de la CMDT. El paí­s firmó un acuerdo con Internet Society para el desarrollo de internet comunitaria, un proyecto tendiente a que las propias comunidades se ocupen de crear y operar sus propias redes de acceso.

El convenio propone trabajar en ocho ejes entre los que se encuentran los intercambios sobre regulaciones, protocolos y tecnologí­as, evaluaciones sobre las tecnologí­as a implementar en cada zona, y diseñar en implementar proyectos de manera conjunta que permitan un amplio acceso a internet en áreas rurales o con menor infraestructura de acceso, tal como informó iProfesional.

"El objetivo es apoyar y habilitar a las comunidades para que construyan sus propias formas de conexiones, lo que implica una nueva forma de pensar dentro de esas comunidades", explicó Raúl Echeberrí­a, vicepresidente de Global Engagement para Internet Society.

Este acuerdo fue uno de los que se destacó en el marco de la CMDT 2017 puesto que el hecho de que la UIT haya elegido a Buenos Aires para este encuentro "nos ayuda a posicionar más nuestras polí­ticas y nos otorga más presencia en la región", añadió González, en lí­nea con la decisión polí­tica del Gobierno nacional de "posicionar a la Argentina en los foros internacionales".

El Ministerio de Modernización, a cargo de la organización del encuentro, planteó el objetivo de mejorar la velocidad de internet de 3,5 millones de hogares conectados en la Argentina, sobre un total de 7 millones, y alcanzar 2 nuevos millones de accesos entre 2017 y 2020.