El "plan motosierra" que empresarios le presentaron a Milei para achicar el Estado

A partir de su desembarco en la Casa Rosada, el presidente Javier Milei comenzó a cumplir con una de sus principales promesas de campaña: utilizar la "motosierra" para achicar el Estado a su mínima expresión.

En 10 meses de gestión, ya redujo en un 30% el presupuesto nacional como parte de su batalla contra el déficit y extendió los recortes a todas las áreas de la administración pública al punto que el actual debate sobre el arancelamiento universitario es uno de los puntos altos en la agenda social del país.

"No hay plata", dijo el jefe de Estado en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, en marzo pasado, cuando también se comprometió a terminar con el déficit fiscal y controlar la inflación.

De acuerdo a un estudio del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) y la Asociación de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap), la podadora libertaria no dejó sector público sin tocar, siempre bajo la premisa de "terminar con la casta política" como la principal herramienta para cerrar la "manguera del Estado".

Javier Milei, figura convocante en el Coloquio IDEA

Según los estudios, el líder libertario reformó la estructura de su Gobierno, cerrando 13 ministerios, a lo cual le suma el despido de 30.000 empleados públicos, equivalentes a casi el 10% de la plantilla nacional.

En paralelo, avanzó con los contratos estatales, paralizando la obra pública, pero a la vez hizo recortes en otros sectores más sensibles como la educación, salud, ciencia y jubilaciones.

Teniendo en cuenta que el bautizado "plan motosierra" no se terminaría en el 2025, sino que continuaría durante toda la gestión presidencial y la presencia de Milei en el 60 Coloquio de IDEA, los principales empresarios de la Argentina debatieron una propuesta que pretenden hacerle llegar al jefe de Estado para ayudarlo en su lucha contra la burocracia del sector público.

Lo hicieron teniendo en cuenta que el Presidente fue la figura principal del evento que se desarrolla en el Hotel Sheraton de la ciudad de Mar del Plata, y tuvo a su cargo el cierre del encuentro ante la atenta mirada de casi 900 invitados.

Antes de su presentación se llevó a cabo un panel en el cual se debatió la transformación del Estado y del que participaron Eduardo Bastitta; fundador de +Colonia y de Plaza Logística; Milagros Argüello, directora General de Boston Scientific Cono Sur; Mauro Solano, Director de Estado y Gobierno de CIPPEC; Osvaldo Giordano, presidente del IERAL de la Fundación Mediterránea.

También fueron de la partida Diego Valenzuela; intendente de Tres de Febrero; Verónica Marcelo, gerente General de Natura Argentina, y Martín Genesio, presidente y CEO de AES Argentina.

Tasas municipales sin control, el reclamo de empresarios

Durante el transcurso de la charla, que se dividió en dos tramos, quedó claro que Argentina tiene una de las cargas impositivas más altas de América Latina, tomando como ejemplo a una empresa mediana formal que, en promedio, debe hacer frente a más de un 100% de alícuota fiscal sobre sus márgenes.

Una situación que se genera, a pesar de que los municipios no pueden cobrar impuestos, pero que reemplazan esta imposibilidad por la de hacerse cargo de tasas municipales que en los hechos son impuestos y que, según los empresarios, están aumentando permanentemente, llegando a cifras exorbitantes.

Por caso y evitando pasar por el Congreso, el impuesto inflacionario recaudó casi 50 puntos del PBI en los últimos años, a la par que desde el Estado se le impide a las empresas los giros de dividendos.

Al respecto, Bastitta hizo mención de la existencia de un Estado "que no puede organizarse a sí mismo en los tres poderes".

De igual modo, Solano utilizó datos de encuestas de CIPPEC para demostrar que "a los argentinos nos cuesta ponernos de acuerdo. Casi el 78% creemos que el Estado no es eficiente. Pensamos que es la corrupción, falencias en las áreas de gobierno y aumento del gasto público que, consolidado, asciende al 43%, al nivel de países de ingresos altos".

El analista consideró que la Argentina tiene un Estado altamente ineficiente en cómo aplica cada peso.

"Evidencia una ineficiencia del gasto público, ya que se van siete puntos del PBI en ineficiencias técnicas", señaló, a la vez que hizo mención a otras defiencias públicas como en salud, donde con el mismo nivel de inversión que países de la OCDE, está por debajo del promedio de la región.

El sector privado advierte por un Estado débil

Para Bastitta, "estamos todo el tiempo emparchando y no todos recibimos los mismos bienes y servicios por parte del Estado, con un gasto que no está apuntado a las necesidades, sino según los recursos en los distintos niveles de gobierno", y con encuestas que advierten que solo un 17% de los argentinos confía en el Estado cuando el promedio de la región es 47%.

"Todo esto evidencia que se trata de un Estado con débiles capacidades, que está invirtiendo mal y está fallando en el cómo", sentenció.

A su turno, el intendente Valenzuela calificó a la situación actual como lo que se llama académicamente una "torta marmolada".

"Es decir, en lugar de tener una torta con tres niveles bien definidos, hoy todo se mezcla, todos hacen todo. Es difícil para el ciudadano, vecinos, contribuyentes, identificar las responsabilidades. Abre la puerta a la voracidad fiscal que nos duele", argumentó.

En el mismo sentido, Osvaldo Giordano recordó el libro "Una vacuna contra la decadencia", para hacer mención a lo que considera como el mal funcionamiento del Estado, un problema de hace más de medio siglo, cuando pasaron gobiernos de diferentes naturalezas y distinta tendencia ideológica.

"La idea de que la grieta nos impide tener consensos y políticas de Estado es incorrecta. Tenemos medio siglo de déficit fiscal sistemático y enorme déficit de gestión", consideró.

Para remarcar su postura, se mostró casi "indignado" con la obligación de los ciudadanos de, para un mismo hecho imponible, tener que pagar tres impuestos. "Es una aberración", sentenció, a la vez que defendió las medidas orientadas a bajar el gasto público y sostenimiento del equilibrio fiscal para lograr bajar impuestos.

Valenzuela dijo que el actual momento de la Argentina "es una oportunidad de hacer algo diferente, poner el foco en que se recaude en función de lo que unió produce, poner un freno a la voracidad fiscal, achicar el gasto público y analizar cómo se reparten las tareas entre los tres niveles".

El jefe comunal considera que se debe promover la competencia tributaria para que la gente pueda elegir dónde le conviene vivir en función de lo que cobran.

Empresarios insisten en la eficiencia del Estado para eliminar trámites innecesarios

En tanto, Giordano hizo un paralelismo entre el tamaño del Estado y la contratación de un profesional, sosteniendo que "en lugar de contratar un arquitecto para hacer la casa, contratan tres, pensando que va a ser más rápido, mejor".

Según su análisis, ese mal uso de los fondos públicos expande el gasto, obliga a invertir esfuerzo en coordinar y genera oportunidades de clientelismo. "Gastamos más tiempo gestionando las ayudas que lo que hay que gestionar. Lo más grave es que se diluyen las responsabilidades", advirtió.

Consideró a este esquema como extremadamente perverso y que impide tener un Estado en equilibrio que administre medianamente bien los recursos.

En el mismo sentido, Valenzuela agregó que "los gobiernos locales son la última milla de las políticas públicas. Somos los intérpretes de la política nacional en el territorio. Genera tensiones el hecho de estar cerca. Tenés las demandas en las trincheras permanentemente".

Por eso entiende como "ideal" que cada provincia se financie con lo que recauda, generando lo que llamó "un nuevo federalismo, renovando el acuerdo federal".

Por su parte, Verónica Marcelo pidió impulsar la eficiencia y eficacia del Estado; respetar de manera irrestricta por la propiedad privada "porque la ineficiencia del Estado tiene un impacto enorme sobre todos nosotros y eso nos hace muy poco competitivos".

Señaló, en el mismo sentido, la cantidad de trámites innecesarios, pagos duplicados, que la Argentina sea el país con mayor presión fiscal por encima del promedio de los demás.

Por eso, reclamó como "urgente y necesario" el ordenamiento del Estado para mejorar la coordinación entre el Estado y el sector privado, así como de los tres niveles de gobierno.

Para Martín Genesio, el Estado no solo no ha podido brindar los servicios públicos como debe, sino que se ha quedado corto en garantizar el derecho a la propiedad privada en los últimos años.

"Vulneró ese derecho usando herramientas novedosas y creativas, a las que lamentablemente nos hemos acostumbrado como sociedad y miembros de empresas", agregó.