¿Qué patología de la mujer puede afectar la salud inmunitaria y psicológica de sus hijos?
La vida de las mujeres, al igual que la de los hombres que son padres, tiene un impacto directo en la salud de sus hijos. Desde el trabajo y la rutina diaria hasta el estado psicológico de las mujeres, todos los factores que intervienen en su vida cotidiana pueden afectar la salud del bebé. Es por eso que los controles de salud son esenciales para ambos, tanto para la madre como para los más chicos.
Recientemente, un grupo de científicos israelíes publicaron un estudio que arroja resultados impactantes en este sentido. La investigación asegura que los niños que se exponen desde pequeños a madres con depresión tienen una respuesta similar a aquellos que padecen estrés crónico.
Según los resultados del estudio, es posible afirmar que la depresión de una madre puede tener consecuencias a largo plazo en el los sistemas inmunitario y psicológico de sus hijos.
El grupo de investigadores tomó como muestra a 125 niños a lo largo de diez años a partir de su nacimiento. Alrededor del 43% de las madres de los chicos que participaron del estudio tiene un diagnóstico de depresión grave, mientras que el resto constituyó un grupo de control.
EL estudio fue realizado a través del análisis hormonal de los individuos. ¿Cómo funciona esto? Las personas que padecen estrés, tanto crónico como esporádico, secretan una hormona conocida como cortisol -también llamada la hormona del estrés-. Tanto las madres como sus hijos fueron sometidos a análisis de saliva en busca de la mencionada sustancia y, además, de un anticuerpo conocido como inmunoglobulina A -o SIgA-, cuyos niveles altos indican activación del sistema inmune del individuo.
Así, los investigadores visitaron a las familias para asesorar a las mujeres respecto de su salud emocional y observar los problemas de comportamiento de sus hijos.
Los resultados que obtuvieron los investigadores fueron contundentes; en comparación con los grupos de control, las madres deprimidas tenían niveles más altos de cortisol y de la inmunoglobulina A, al tiempo que tendían a mostrar comportamientos más invasivos e intensos respecto de sus hijos.
Asimismo, los niños que convivían con madres con depresión mostraron niveles más altos de SIgA, tendían a ser más retraídos y el índice de síntomas psiquiátricos era elevado.
Ruth Feldman es profesora de neurociencia en el Centro Interdisciplinario de Herzliya, una ciudad costera de Israel. Autora principal del estudio, la especialista afirma que “la depresión materna puede afectar el desarrollo de los niños en diversos aspectos”.
La depresión incrementa el estrés de las mujeres, que al mismo tiempo impacta en los niveles de estrés de los niños. Asimismo, la conducta intensa por parte de las madres puede incrementar la conducta de retracción de los niños, un factor que a su vez puede aumentar el riesgo de de desórdenes psiquiátricos.