Los 8 motivos por los que la de los alimentos retenidos es la peor crisis política que afecta a Milei
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2024/03/569305.jpg)
La retención de alimentos para la asistencia social no es un revés más en el gobierno de Javier Milei. Tiene todos los condimentos como para ser una crisis política. A continuación, una síntesis de los efectos que tendrá sobre la imagen del presidente y su estilo de gestión.
1.Surgió como denuncia del periodismo opositor y de Juan Grabois, que ahora queda reivindicado
Las acusaciones sobre la retención de alimentos por parte del ministerio de Capital Humano llevan semanas, en las que el gobierno prefirió llevar la discusión al campo político e insinuar que había intenciones espurias por parte de las organizaciones sociales.
Ante las protestas lideradas por Juan Grabois, la respuesta del portavoz presidencial, Manuel Adorni fue: "Les molesta que hayamos terminado con los intermediarios. Había muchos beneficiarios que se sienten dolidos porque se les terminó el usufructo personal".
Fue en ese marco que surgieron las informaciones sobre que la mayoría de los alimentos almacenados eran yerba de mala calidad, como acusó la subsecretaria legal de la cartera, Leila Gianni, cuya acusación fue luego repetida por el flamante jefe de gabinete, Guillermo Francos.
Después de esas polémicas públicas, el hecho de que ahora la ministra Sandra Pettovello reconozca que hay alimentos cercanos a la fecha de vencimiento -como leche en polvo- y que se procederá a su distribución inmediata, no sólo supone el reconocimiento de un error sino que, además, pone en una zona de duda las acusaciones previas.
Para peor, las revelaciones no surgieron espontáneamente desde Capital Humano, sino que surgieron como una información periodística de El Destape -vinculado al kirchnerismo- y amplificada por Grabois.
2.No hay oposición a quien culpar y se evidencia un déficit de gestión
Hay crisis en las que el gobierno tiene la posibilidad de culpar a la herencia de la gestión anterior o al boicot de la oposición. El problema energético, por ejemplo, tanto en lo que corresponde al nivel de las tarifas como a la escasez de gas o cortes de luz, es un caso típico: siempre estará la posibilidad de discutir qué grado de responsabilidad le cupo a cada gestión.
En la mayoría de los temas por los que ha sido criticada la gestión Milei se dio esta discusión política, incluso en aquellos temas particularmente sensibles, como la licuación del gasto en jubilaciones, ya que el gobierno podía atribuir el problema a la vigencia de la fórmula indexatoria votada en el gobierno de Alberto Fernández.
También podía atribuir los problemas fiscales de las provincias a la derogación del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, que apoyó todo el peronismo.
Pero en esta situación, no hay argumento posible. Se trata de un típico error de gestión sólo atribuible a problemas propios. Y el comunicado de Pettovello lo admite de manera explícita, al afirmar que hubo funcionarios que "por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería".
3.Corre el riesgo de que se debilite la denuncia contra los piqueteros
Una de las consecuencias que más debe lamentar Javier Milei desde el punto de vista político es que, al reconocer un error en la política de distribución de alimentos, de alguna manera se debilita el argumento oficial sobre la corrupción asociada a la intermediación de las organizaciones sociales.
De hecho, ni bien trascendió el comunicado del ministerio de Capital Humano, en varios medios filo-opositores se eligió como título de la noticia: "Derrota de Milei".
Esto ocurre dos semanas después de que la propia ministra Pettovello se presentara como querellante en la causa que investiga a un grupo de piqueteros por los delitos de extorsión, coacción agravada y defraudación contra beneficiarios sociales. Los cargos fueron hechos después de que, a través de una línea telefónica especial para denuncias, el gobierno recabó testimonios de personas que afirmaban ser obligadas a asistir a manifestaciones para poder cobrar los planes de ayuda.
Además, hubo denuncias por casos de personas que figuraban como responsables de comedores populares, que a pesar de estar en las listas oficiales, nunca habían recibido el dinero estatal, porque quedaba en manos de los intermediarios.
De hecho, este jueves la noticia sobre el error en la distribución de los alimentos terminó opacando que la justicia detectó facturas truchas emitidas por sociedades ligadas al Polo Obrero que lidera Eduardo Belliboni.
4.Es una crisis difícil de explicar a la propia base electoral
Ante las dificultades en la economía, una de las formas con las que Milei compensa a su base electoral es otros aspectos de la gestión que se le cuestionaban al peronismo.
De esa manera, la mano dura contra la delincuencia, la tolerancia cero ante los cortes de calles por parte de piqueteros, la cacería de "ñoquis" en las dependencias estatales, las revelaciones de contratos por parte de gobernaciones provinciales a artistas de alto cachet, todo formaba parte de una estrategia celebrada y que rendía debates en las redes sociales.
Pero el gobierno también evidenció que, en algunas situaciones, comete errores de cálculo político, al elegir contrincantes equivocados. El caso más notorio fue el del debate por el presupuesto universitario: creyó que con el argumento del gasto excesivo y con las acusaciones de corrupción en la UBA sería suficiente para tener el apoyo de su base electoral, y sin embargo no fue así. De hecho, en la manifestación de protesta quedó en evidencia que habían concurrido muchos jóvenes que habían votado por Milei, lo que obligó al gobierno a retroceder.
Ahora, con el caso de la ayuda social, corre el riesgo de repetir la misma situación. El hecho de que los votantes de Milei manifiesten antipatía por la dirigencia piquetera no implica que estén en contra de la asistencia a los más pobres. De hecho, Milei obtuvo altos porcentajes de votación en las provincias más pobres del país -se impuso en todas, con la excepción de Formosa, Chaco y Santiago del Estero-.
5.Cuestiona su propio argumento de que la asistencia social no fue parte del ajuste
Un tema recurrente en los discursos del Milei y del ministro Luis Toto Caputo es que, pese a haberse realizado un gran ajuste fiscal, no se afectó la asistencia a los sectores más desprotegidos.
El tema suele ser mencionado incluso en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que siempre reclama que el ajuste debe ser socialmente sustentable para tener éxito.
El ministro suele recordar que la tijera no pasó por rubros como la Asignación Universal por Hijo, cuyo monto se duplicó en el primer anuncio de medidas, ni en la suma asignada a la Tarjeta Alimentar.
En cambio, sí se anunció la terminación del plan Potenciar Trabajo, que con 1,2 millón de beneficiarios era el más voluminoso y, sobre todo, era el que estaba más expuesto a la intermediación de las organizaciones sociales.
Ahora, con la revelación de toneladas de alimentos con fecha de vencimiento inminente y que se habían retenido indebidamente en medio de una situación de pobreza creciente, ese argumento sobre la preservación de la asistencia social también queda puesto en una zona de duda.
6.Deja mal parada la estrategia legal del gobierno, que había apelado una media de amparo
La reacción del gobierno ante la decisión judicial que lo obligaba a reanudar la distribución de alimentos fue una apelación. Algo que, según expertos en derecho, no corresponde en los casos de amparos, porque se trata de situaciones de emergencia. Y, en consecuencia, una apelación contra un amparo no puede tener efectos suspensivos.
Una de las denuncias había sido formulada por Juan Grabois, recayó en el despacho del juez federal Sebastián Casanello, que el lunes dio un plazo de 72 horas para que el gobierno diera un detalle de los alimentos almacenados y comenzara su entrega inmediata.
"De cara a ese colectivo que sufre de modo acuciante inseguridad alimentaria y sobre quien pesa el costo de la parálisis denunciada, aparece la necesidad de la adopción urgente de una acción positiva", fundamentó el juez.
Pero el gobierno apeló con un escrito de la subsecretaria legal de Capital Humao, Leila Gianni, quien planteó que la distribución de alimentos no era una materia judiciable y que estaba dentro de las atribuciones políticas de la presidencia.
"Siempre fuimos respetuosos de la Justicia, lo que no quiere decir que utilicemos instrumentos legales cuando no estemos de acuerdo. Vamos a apelar esas decisiones", abundó luego el portavoz Adorni.
Ahora, la decisión de la distribución urgente suena contradictoria con ese argumento que se había planteado en la apelación.
7.Afecta a Pettovello, una integrante del entorno cercano a Javier Milei
Desde el punto de vista estrictamente político, lo más notorio de esta crisis es que deja expuesta a Sandra Petovello, una de las figuras más importantes del gobierno.
La ministra de Capital Humano es una de las personas de mayor confianza del presidente Milei, forma parte de su círculo cercano a la hora de tomar decisiones políticas importantes, y en varias ocasiones ha recibido elogios públicos por parte del presidente.
En plena situación de recambio de nombres en el gabinete -que incluyó la salida de Nicolás Posse, a quien se culpó por las dificultades del gobierno en el Congreso- Pettovello había emergido como una de las figuras "intocables".
Ahora, aparece como responsable política de un error de gestión que deja expuesto políticamente al gobierno. Para colmo, su argumento sobre que lo que se había recibido de la gestión peronista era básicamente yerba de mala calidad terminó siendo repetido por otros miembros destacados del gobierno, como Guillermo Francos.
Pettovello ha sido, además, la cara visible de las acusaciones por corrupción contra los dirigentes de las organizaciones sociales.
Por más que se desvíe ahora las responsabilidades hacia funcionarios de segunda línea, lo cierto es que la imagen de la ministra quedó golpeada, y deja una duda sobre hasta dónde seguirá gozando del respaldo presidencial.
8.Desnuda otra vez la política de sacrificar chivos expiatorios
Ni bien estalló la revelación sobre los alimentos por vencer, se comunicó la renuncia de Pablo de la Torre, en teoría la persona que debía monitorear el tema de los alimentos almacenados.
Así, se repitió una escena ya vista en otras ocasiones: la derivación de culpas hacia otros funcionarios, generalmente de segundas líneas, a quienes se le endilga la responsabilidad política del error.
A esta altura, ya es un modus operandi de este gobierno. En los pocos meses transcurridos desde el recambio gubernamental fueron víctimas de esa política el ex ministro de infraestructura, Guillermo Ferraro, el director de Anses, Osvaldo Giordano, la ex secretaria de Mineria, Flavia Royón -estos dos últimos, como represalia al peronismo por la caída de la ley Bases en febrero-, y también Omar Yasin y Mariana Hortal Sueldo, respectivamente secretario y subsecretaria de Trabajo -trascendidos informales los acusaban por el affaire de la suba salarial de Milei y los ministros, que luego tuvo marcha atrás-.
Son sólo algunas de las bajas ocurridas para saldar crisis políticas. Claro que la más notoria fue la del hasta hace pocos días jefe de gabinete, Nicolás Posse, a quien se acusó directamente por la falta de acuerdos políticos con la oposición.
Mientras tanto, con menos publicidad, hubo bajas y renuncias en otras áreas. En Bioeconomía -ex Agricultura- se fueron dos secretarios de área, mientras que en Salud hubo en las últimas semanas cuatro pedidos de renuncias a nivel de secretarías.
Pero es en el propio ministerio de Capital Humano donde se ha visto mayor deserción de funcionarios, entre renuncias voluntarias y forzadas. Se cuentan ya 15 alejamientos de jerarcas, que incluyó desde gente en desacuerdo con el tema del presupuesto universitario hasta otros directamente vinculados al área de asistencia social.