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Argentina será la granja porcina de China: este es el proyecto del Gobierno para asegurarse millones

Se filtró un documento oficial que expone las particularidades de una iniciativa marcada por las críticas. Los detalles de la apuesta que negocia Solá
26/08/2020 - 12:02hs
Argentina será la granja porcina de China: este es el proyecto del Gobierno para asegurarse millones

A cuentagotas, pero los detalles poco a poco comienzan a ver la luz. Para dolor de cabeza de la Cancillería que encabeza Felipe Solá, finalmente se filtró el documento base del proyecto del Gobierno para abastecer a China con carne porcina. El objetivo de fondo es blindar de cualquier forma una inversión que podría totalizar los casi 4.000 millones de dólares en alrededor de 6 años, según las estimaciones que se barajan en torno al Ejecutivo.

Según pudo saber iProfesional, las negociaciones entre países comenzaron a ganar tono oficial a partir de marzo de este año. Si bien las tratativas entre actores privados tuvieron su primer capítulo en enero -siempre de 2020-, lo cierto es que el diálogo de gobiernos se activó recién dos meses después.

El proyecto procura garantizarle a China hasta 900.000 toneladas anuales de carne de cerdo y contempla el desarrollo de mega granjas con capacidad para albergar a 300.000 hembras.

Aunque puertas hacia afuera el Gobierno continúa esquivando los pronunciamientos, muy cerca de la cartera de Agricultura reconocen que Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe son las provincias que marchan al frente en términos de eventuales primeros destinos de inversión.

La intención del Gobierno, de acuerdo al documento al que accedió iProfesional, es impulsar granjas de 12.000 "madres" dotadas con plantas de prensado de soja y maíz transgénicos -para la alimentación del ganado porcino-, instalaciones de balanceado, frigoríficos para la exportación de lo faenado y áreas de empaque.

En concreto:

 

Los módulos en cuestión se instalarán en zonas dotadas con establecimientos agropecuarios de, como mínimo, 100 hectáreas. Y en puntos del país que garanticen la disponibilidad de al menos 17.000 hectáreas de maíz y soja. Este aspecto recorta las posibilidades de las provincias que carecen de estos transgénicos para el forraje.

 

Según la hoja de ruta oficial, las granjas se levantarán en áreas que puedan aportar un flujo de agua del orden de los 1,5 millones de litros diarios. Otra pauta establecida en el proyecto: la producción intensiva se llevará a cabo en "terreno consolidado no inundable en los últimos 50 años".

Hay más: las provincias que procuren ofrecer su territorio para la radicación de estos complejos deberán contar con una buena infraestructura en términos de caminos, disponer de conexión ferroviaria y, además, garantizar mano de obra.

 

La postura oficial, de acuerdo al proyecto, comprende el "aprovechamiento de los recursos presentes en la locación, como así también de los productos secundarios que se generen de la industrialización in situ de los diferentes procesos."

Croquis general de los módulos:

 

A China le sale más barato

Se trata de una propuesta a desarrollar en el lapso de 6 años mediante la cual China apunta a recuperar el stock de carne que perdió a partir de la matanza de cerdos que llevó a cabo el año pasado tras un brote de peste africana.

Las autoridades sanitarias de ese país aniquilaron al 40 por ciento del ganado porcino y la posterior escasez de productos derivó en la decisión de salir a buscar superficies en el mundo para criar los animales que necesita la potencia asiática.

Si bien Brasil es el socio comercial predilecto en esta región, las sucesivas devaluaciones argentinas redireccionaron el interés de los chinos, que en Asia producen un kilo de carne de cerdo a razón de los 2 dólares de inversión mientras que aquí podrían generarlo por apenas 70 centavos de la misma moneda.

A la par, la ausencia de inversiones provenientes del exterior por efecto de variables que van desde el status de país de riesgo financiero que ostenta la Argentina hasta el parate económico mundial, han hecho de este proyecto prácticamente una obsesión para el gobierno y un pelotón cada vez más grande de provincias.

En esa dirección, en los últimos días sendos ministros de Agricultura y Producción de Chaco, Tucumán, Formosa, Corrientes, Misiones, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca, mantuvieron conversaciones con Jorge Neme, mano derecha de Felipe Solá en la Cancillería y actual secretario de Relaciones Económicas Internacionales de esa misma dependencia, con el fin de oficializar el interés por ser parte del requerimiento chino.

Según confiaron a iProfesional fuentes ligadas a la Cancillería, cada uno de los funcionarios detalló "distintos aspectos de las provincias en lo que fue una apertura de los diálogos con Neme".

A su turno, los representantes de esos distritos "ofrecieron desde instalaciones en las que ya se cría y faena ganado porcino hasta la posibilidad de empezar a construir granjas por su cuenta con tal de recibir la inversión, como se propone desde Tucumán".

Portada del documento oficial que expone los detalles del proyecto.
Portada del documento oficial que expone los detalles del proyecto.

Daño ambiental asegurado

Los puntos de cría promoverían en muy poco tiempo un caudal de nacimientos cercano a las 6 millones de cabezas anuales. Semejante volumen, exponen distintas organizaciones sociales y ambientalistas, derivaría en un nivel de contaminación inédito en agua y suelos.

Según reportes de Greenpeace, en países de producción porcina intensiva como México los establecimientos como los que pretende promover el Gobierno generan emisiones diarias de gases letales -dióxido de carbono y metano, entre otros- en un rango similar al funcionamiento, en simultáneo, de millones de vehículos.

Al mismo tiempo, la concreción de estas granjas de producción intensiva también elevaría la posibilidad de que surjan nuevas enfermedades y transmisiones vía zoonosis como el actual Covid-19.

Otro aspecto a tomar en cuenta: de promoverse esta iniciativa en territorios como Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Salta y Corrientes, advierten desde distintos ámbitos que cuestionan el eventual emprendimiento, podrían profundizarse los desmontes -en Argentina se destruyen algo más de 210 hectáreas de bosques por día- tanto para la instalación de los criaderos como para la producción de los transgénicos de soja y maíz sobre los que se basa la alimentación "feedlot".