El mercado vuelve a apostar al carry trade y ya le puso precio al "dólar balotaje"
En la City explican siempre que la clave para hacer negocios en el mercado cambiario no es proyectar el número exacto de una variable clave, sino acertar en la expectativa que tienen los operadores y agentes sobre cómo se comportará ese determinado "commoditie" para alguna fecha significativa. Aunque suene raro, algunos cambistas curtidos en mil batallas llaman "commoditie" al dólar blue, como si se tratara de la soja o el maíz.
Así como existe un dólar futuro en el mercado ROFEX, que productores y agroindustrias utilizan de referencia para fijar precios a corto, mediano y largo plazo, en el entramado "ilegal" del mundo blue, los cueveros -la mayoría agentes en las sombras de las grandes casas de cambio, financieras y hasta bancos de primera línea- también tienen su mercado de dólar futuro.
Solo que en este caso las proyecciones no quedan reflejadas en una sofisticada pantalla electrónica. Se vuelcan en planillas disimuladas lo más sigilosamente posible en "oficinas" escondidas en supuestos departamentos que pueden estar sobre Lavalle, Florida, San Martín, el pasaje Tres Sargentos o algún nuevo edificio de Puerto Madero donde, aunque usted no lo crea, los propios vecinos millonarios se encuentran entre los principales clientes de la "cueva". Ellos tienen servicio "premium".
El mercado informal del dólar blue, bajo la lupa
No terminan ahí estas historias que darían para un contenido de Netflix o PrimeVideo. En Puerto Madero hasta hay intendentes con domicilio trucho en el conurbano -por las dudas-, que cada tanto envían a alguno de sus múltiples secretarios a darse una vuelta por las cuevas más "prestigiosas" de ese barrio top, con el fin de hacer algún negocito destinado a resolver inconvenientes de caja chica. Es que la plata grande, como solía decir el ex presidente de una de las principales cámaras empresariales pymes -ahora radicado en el Uruguay-, "se maneja sola"…
Es interesante conocer qué está pasado en ese mundo subterráneo Premium, muy distinto al otro sumergido, que se observa a diario y está lleno de mendigos, linyeras, cartoneros y demás emergentes de una Argentina cuya dirigencia no logra acertar en una estrategia destinada al menos a evitar que la "fábrica de pobres" siga produciendo a pleno.
El mercado le puso precio al "dólar balotaje"
En medio de tanta vorágine, y a menos de dos semanas del balotaje, llega la hora de ponerle un "número" al dólar blue. ¿A cuánto cotizará el sábado previo al 19 de noviembre? El "dato" lo están terminando de pensar los "fabulosos five", los cinco grandes financistas que manejan ese mercado negro construido en cinco o seis manzanas de la City.
Los cálculos que vienen haciendo proyectan un dólar blue a $900 para cuando llegue la hora de elegir definitivamente presidente de la Argentina. Pero aclaran que hay tantas variables que condicionan ese "número", que es mejor ir día a día, observar las señales políticas y, sobre todo, no ponerse nervioso frente a las placas rojas que puedan aparecer en los canales de noticias. A fin de cuentas, los "fabulosos" y sus familias vienen manejando hace más de medio siglo ese mundo de "especulación y barbarie", capaz de activar una "bomba económica" si hace falta, o desactivarla si la coyuntura política lo demanda. Vienen tiempos interesantes.
¿Por qué el mercado vuelve a apostar al "carry trade"?
En este marco de exuberancias y mezquindades, los lobos del mercado de cambios hacen sus apuestas con vistas al inminente balotaje. La estrategia que vienen diseñando tiene como soporte de base un regreso casi a las corridas al "carry trade". Salir de posiciones en dólares a niveles estratosféricos, como se empezó a notar la noche misma de las elecciones generales, cuando el triunfo de Javier Milei que proyectaban los dueños del dinero se transformó en una victoria holgada del siempre competitivo Sergio Massa.
Esa salida de los "verdes" explica por qué, entre las elecciones generales y esta semana, el dólar blue cayó desde niveles de $1.200 a los $915/$925 de esta semana.
Tras los comicios del 22 de noviembre, el mercado fue dejando atrás la dolarización de carteras a la que se aferraba con empeño en las semanas previas a las generales. El dólar marginal había dado un respingo marcado desde las PASO del 13 de agosto, cuando sorprendió el primer puesto de Javier Milei.
En la city interpretaron que entonces la dolarización tendría alas para llegar a ser una opción seria en la Argentina. Como Milei decía que para dolarizar convenía que la divisa estadounidense estuviese por las nubes, en las cuevas leyeron que era hora de enviar el dólar blue a la estratósfera.
Antes de las PASO, el blue cotizaba a $605. El miércoles siguiente tuvo su primera cima de montaña a $780. En septiembre, Sergio Massa logró estabilizarlo con una enésima edición del "dólar soja". Pero para octubre las financieras ya lo habían ubicado en $810, en un raid que parecía imparable en medio de las exhortaciones de Milei, hasta entonces el candidato mejor posicionado, a huir del peso. Terminó tocando techo a $ 1.200 el 20 de octubre, cuando ya arreciaban los operativos de la Aduana y la AFIP destinados a controlar a las cuevas financieras y ahuyentar arbolitos.
Pero tras las elecciones del 22, con Massa primero casi siete puntos arriba del libertario, llegó la hora del repliegue táctico para los financistas. La devaluación del dólar mayorista debería esperar. Massa ordenó a su equipo mantenerlo a como dé lugar en $350 y dar una clara señal de que esta vez no aplicaría una nueva devaluación. El mercado creyó en sus posibilidades de ser presidente, y actuó en consecuencia.
Salida rápida de los pesos para hacer carry trade a niveles exorbitantes: venta de divisas en el mercado negro y búsqueda de rendimientos que rondan el 140% anual en fondos de inversión que apuestan por los plazos fijos mayoristas. Sin dudas los financistas no se aburren nunca.