Una línea de vinos para explorar terroirs, la nueva apuesta de Casa Boher
Si algo puede decirse de la línea de vinos tranquilos Casa Boher es que son consistentes: añada tras añada, la bodega entrega ejemplares muy bebibles, equilibrados.
Obviamente las variaciones climáticas de cada vendimia dejan su huella. Pero el equipo agronómico y enológico se encarga siempre de embotellar un vino balanceado. Y eso es un mérito.
La historia de los varietales se comenzó a escribir allá por 2004, con una primera añada 2002. Y, en una reciente cata virtual, Alejandro "Pepe" Martínez Rosell, enólogo principal de la bodega, afirmó que la filosofía se mantiene intacta: "Siempre cuidamos que se manifieste la fruta, que se muestre viva, y que la madera sea un complemento, haciendo un buen uso y no un abuso de la barrica. Y, muy importante, manteniendo siempre la relación precio-calidad".
Pero ahora, la bodega asumió un nuevo desafío: está presentando una nueva línea de vinos, que surgió tras una selección de parcelas de dos terroirs muy diferentes entre sí y en la que, justamente, se busca destacar el lugar del que provienen: Casa Boher Alto Agrelo Viognier 2021 y Casa Boher San Pablo Malbec 2019.
Sobre el Viognier, Martínez Rosell explicó que "proviene de un viñedo que adquirimos en Alto Agrelo, en Luján de Cuyo, y que fue plantado en 2009, a 1.100 metros sobre el nivel del mar. Lo que nos llamó la atención, cuando compramos la finca, es que muchas bodegas estaban interesadas en el Viognier. Y luego de unos años de venderles la uva, tomamos la decisión de comenzar a experimentar y los resultados confirmaron que estábamos ante un vino especial y ahí surgió la idea de desarrollar una nueva línea de vinos, que vaya más allá de lo que veníamos haciendo".
El enólogo destacó como rasgos sobresalientes la madurez de la fruta y la potencialidad de alcohol, que redunda en un vino blanco de buena estructura y untuosidad.
¿Qué propone Casa Boher Alto Agrelo Viognier 2021?
Degustamos este vino y nos encontramos con un ejemplar exuberante en nariz, con carácter, personalidad. Está lejos de los vinos demasiado austeros y que son puro filo, pero también se separa de los blancos old school y sobrecargados. En este Viognier hay notas penetrantes de frutas y flores y, como marca el enólogo, se siente la madurez. En boca muestra excelente volumen, un alcohol que no pasa desapercibido (tiene poco más de 14 grados), y una sensación dulzona pero dada por esa fruta blanca bien característica. Cierra con una muy agradable acidez y un final marcado. Definitivamente, un vino 100% gastronómico.
El precio de esta etiqueta, de la cual se elaboraron 13.800 botellas, es de $1.500.
Sobre Casa Boher San Pablo Malbec 2019, Nicolás Calderón, enólogo de la bodega, explicó que proviene de un viñedo ubicado a 1.250 metros sobre el nivel del mar, en pleno corazón de la Indicación Geográfica San Pablo, Valle de Uco, y que fue implantado en el año 1993, convirtiéndose en una de las primeras plantaciones de la zona.
"Queríamos mostrar nuestros lugares de una forma diferente. Y este Malbec la verdad es que es un poco atípico, porque no se deja transformar tanto como el clásico Malbec. Diría que no es tan dócil. Y nos pareció interesante, por eso quisimos llevar toda esa fruta, toda esa concentración, a una botella", explicó.
El enólogo agregó que, al ser tan concentrado, no debieron realizar tantos remontajes para extraer más de las pieles y que se fermentó a una temperatura bastante similar a la de un vino blanco, para preservar todos los aromas.
¿Qué propone Casa Boher San Pablo Malbec 2019?
Se perciben frutas rojas, flores y un dejo especiado exótico. El diferencial, sin dudas, lo marca en el paladar, donde ofrece una textura rugosa, con taninos con agarre y una fruta que se vuelve un poco más negra. La acidez, casi crocante, le da mucho brío, si bien el equipo enológico aclaró que hicieron maloláctica para bajarle un tono. En boca, hacia el final deja unas notas a ciruelas que quedan calcadas en la boca y en la memoria durante un largo rato. Sin dudas, un Malbec con muchísimo carácter, con un buen presente hoy pero, sin dudas, con mucho por contar de aquí a unos años.
Se elaboraron 16.000 botellas y su precio sugerido en vinotecas es de $1.600.