Alberto, Cristina y su "operativo diálogo": el porqué del rechazo opositor y el factor PASO
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La insistencia pública del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner en la necesidad de buscar acuerdos con la oposición no encuentra eco en Juntos por el Cambio, donde a pesar de los contactos que ya existen entre dirigentes de ambas fuerzas, se impone el malestar por las filtraciones y el nuevo alerta por la presión creciente de los gobernadores peronistas para suspender las PASO.
El encargado de activar el "operativo diálogo" fue el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, referente de La Cámpora y estrecho colaborador de Cristina Kirchner. Esto generó algún ruido en el círculo de dirigentes más próximos a Fernández por entender que un llamado de ese tipo tiene que estar en manos del Presidente, pero el mandatario igualmente acompañó la iniciativa.
De hecho, el mandatario insistió en el tema Este viernes, durante la promulgación de la Ley de Promoción de la Industria Automotriz en General Pacheco junto al ministro de Economía, Sergio Massa, al remarcar que "costó demasiado la democracia para que a estas alturas no seamos capaces de hablar los que no pensamos lo mismo" y pedir "encontrar consensos" para leyes centrales.
Un día antes, la propia Cristina Kirchner reforzó el plan en su reaparición tras el intento de asesinato que sufrió el 1 de septiembre, donde pidió "juntarse con los que piensan distinto y ver si al menos en economía podemos tener un acuerdo mínimo". La vicepresidenta fue más precisa que el resto del oficialismo: pidió concretamente sentarse a "hablar de números".
Nada de esto caló en los dirigentes de Juntos por el Cambio, ofendidos por la acusación inicial que le hizo el kirchnerismo de ser promotores de "discursos de odio", desconfiados por la posibilidad de que el Gobierno esté maniobrando para compartir los costos de la crisis económica y el ajuste, pero ante todo molestos por las formas y por el plan electoral que impulsan los gobernadores con el fin de dividir a la alianza opositora.
Trastienda de un diálogo fallido: ¿por qué la oposición rechaza la idea?
"Si había algún interés, lo de la misa en Luján pudrió todo", comentaron en el principal espacio opositor ante iProfesional, en referencia a la misa organizada por el Gobierno luego del atentado contra la vicepresidenta. Varios referentes de Juntos por el Cambio fueron invitados, pero los molestó la metodología.
El señalado es "Wado" De Pedro, quién se comunicó en los días previos con dirigentes de la oposición, entre ellos, el jefe del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, quien se sorprendió minutos después al ver que ese breve contacto ya estaba mencionado en varias notas periodísticas. "Así no se hacen las cosas", resumió un operador de la bancada opositora.
Más allá de la desconfianza que reina entre los "halcones" de Juntos por el Cambio, en los sectores más moderados también evalúan que no es posible aceptar una convocatoria para alcanzar acuerdos si los detalles se filtran al público antes de sentarse. "El Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín no se publicitó, se supo después", señalan los más aficionados a la historia.
Así como De Pedro se comunicó con López y otros dirigentes, hay varios contactos cotidianos entre ambas orillas. El diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, suele hablar con algunos de sus colegas opositores, entre ellos el jefe del bloque de la UCR, Mario Negri. Entre ellos se llaman "Maxi" y "Mario", sin formalismos, con confianza.
Generalmente son conversaciones por WhatsApp referidas al trabajo parlamentario: intercambio de opiniones sobre proyectos, coordinación para debatir en comisiones o en el recinto, lo usual en cualquier parlamento del mundo. Sin embargo, el diálogo llega hasta ahí y, según deslizan en la oposición, de ahí no va a pasar por el momento.
Si había rechazo público y escepticismo en privado frente a las declaraciones del oficialismo sobre la necesidad de un gran acuerdo, la idea se volvió más difícil con el pedido que dejaron trascender los gobernadores del PJ para suspender las primarias del año próximo y con el guiño del cordobés Juan Schiaretti, rival del Frente de Todos, que intensificó la preocupación Juntos por el Cambio, con el ojo puesto en el Congreso.
¿Puede el Gobierno suspender las PASO?
La suspensión de las elecciones primarias (PASO) de 2023 en Salta y San Juan motivó a toda la cúpula de la alianza opositora, desde Horacio Rodríguez Larreta a Patricia Bullrich, y desde Mauricio Macri a Gerardo Morales a advertir que el Gobierno quiere hacer lo mismo a nivel nacional y cerrar filas en contra de cualquier intento.
Alberto Fernández, sin embargo, dio señales de no estar convencido de tomar ese camino, al enviar a la portavoz presidencial Gabriela Cerruti a aclarar que "el Gobierno no quiere suspender las primarias". Esta semana, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, también negó ante la Cámara de Diputados que el Ejecutivo tenga un proyecto de ese tipo.
Si bien la Liga de Gobernadores aumentó la presión sobre Fernández en las últimas horas y salió a blandir el argumento del ahorro que implicaría para el Estado la suspensión de las primarias (alrededor de $20 mil millones), lo que encendió las alertas de la oposición este viernes fue un tuit de la senadora Alejandra Vigo, esposa de Schiaretti.
"Desde que fueron creadas nos expresamos en contra por considerar que las PASO son un gastadero de plata y obliga a la gente a votar en una elección interna de un partido político al que no pertenece", subrayó Vigo en nombre del peronismo cordobés que tiene tres votos clave en la Cámara de Diputados.
Para la oposición, "el PJ de Córdoba acaba de blanquear que podrían dar sus votos" para suspender las PASO, según evaluó Mario Negri. El jefe del bloque radical sostuvo que "la preocupación en Juntos por el Cambio es máxima" porque "en 2021 diputados del Frente de Todos presentaron un proyecto en ese sentido con apoyo de gobernadores y Massa".
El Frente de Todos cuenta con 118 votos en Diputados, muchos de los cuales responden a los gobernadores. Un eventual apoyo de Schiaretti y de otros bloques provinciales acercarían al oficialismo a los 129 necesarios para avanzar con la iniciativa.
Una jugada de "jaque" contra Juntos por el Cambio
El temor de Juntos por el Cambio es que el pedido de los gobernadores convenza al tridente Fernández-Cristina-Massa que lidera al Frente de Todos, principalmente por el gigantesco problema que la suspensión de las PASO le generaría a la alianza opositora.
Juntos por el Cambio se forjó en las PASO y, desde 2015 a la fecha, se convirtió casi en el único mecanismo que le permite dirimir sus conflictos internos y, además, reunir una masa de votos que lo deja bien posicionado para las elecciones generales. El Gobierno nacional podría tentarse de quitarle esa herramienta, temen en la oposición.
Entre el PRO y la UCR hay fuertes tensiones, generalmente encarnadas por Macri y Morales, respectivamente. Se les suma los gestos de diferenciación que cada tanto ensaya el diputado Facundo Manes -en carrera presidencial por el radicalismo- quien por ejemplo se negó a firmar un pedido de juicio político contra Alberto Fernández promovido por el ala dura del PRO.
Pero además, dentro del partido amarillo se libra una batalla cada vez más difícil entre su presidenta, Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta y Macri. Esa interna ya es complicada habiendo PASO porque, según evalúan operadores del PRO, si no se resuelve podría dividir a sus votantes frente a un posible candidato único de la UCR.
En la oposición hay quienes temen que una eventual suspensión de las PASO los empuje a una ruptura, pero otros ya piensan en el plan B: una interna abierta.
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Así lo sugirió Morales este viernes al ser consultado sobre la posibilidad de que el Gobierno impulse una jugada de ese tipo: "Espero que no lo haga. Quieren eliminar las PASO para jodernos. Si eliminan las PASO los vamos a joder porque vamos a convocar a una interna abierta".