Supermercados chinos, continúa el éxodo: cuál es el problema que ahora enfrentan
No hay fondo en el pozo en el que siguen cayendo los supermercados chinos. Tras culminar un año marcado por al menos 250 cierres, los escasos empresarios que sobreviven en el rubro siguen buscando nuevos horizontes en el mapa de la Argentina mientras, en simultáneo, ponen punto final al funcionamiento comercial en la mayoría de las principales ciudades del país.
A la par de Capital Federal, Rosario y Córdoba también son escenario de un auténtico éxodo que, reconocen en el ámbito del supermercadismo asiático, seguirá intensificándose a lo largo de 2022. Desde CEDEAPSA, la organización que integra a los comerciantes asiáticos, reconocieron ante iProfesional que enero pasado cerró con los peores números en al menos una década.
El primer mes de 2022 concluyó con un derrumbe promedio en las ventas de cuanto menos 25 por ciento y la perspectiva para febrero es de una merma que podría igualar ese porcentaje.
"A excepción de algunos supermercados de la Costa, a la mayoría le fue muy mal en enero. Tampoco es que estos comercios se salvaron: hoy el turista que predomina es el ‘gasolero’. Gasta lo justo y necesario. Pero sí, a los puntos en la Costa les fue un poco mejor que a los ubicados en otros puntos del país", dijo a iProfesional Yolanda Durán, titular de CEDEAPSA.
"Nuestros números en rojo están a tono con los de los supermercados en general. Las bajas ventas del verano están empeorando la situación de los comercios asiáticos que aún siguen abiertos. El resultado los empuja a cerrar. Y sigue la búsqueda de lugares en el interior, fuera de las grandes ciudades. Por eso nos vamos a Santiago del Estero, a Chaco, a Salta o Jujuy", comentó.
Quienes adhieren a CEDEAPSA, afirmó la directiva, también empezaron a sumar más bocas de ventas en Neuquén, Río Negro y el extremo más al sur de la Patagonia. En provincia de Buenos Aires, localidades y ciudades como Coronel Pringles, Sierra de la Ventana, Tapalqué, General Belgrano, Chacabuco, 25 de Mayo, Navarro y San Pedro se han ido transformando, sobre en los últimos dos años, en destinos comerciales de relevancia para los empresarios orientales.
Los supermercados chinos siguen a la espera del ingreso en el programa oficial de Precios Cuidados, pero los meses transcurren y desde el oficialismo no terminan de definir cómo se hará la inclusión. Durán sostuvo que espera que los supermercadistas obtengan luz verde este mes y, también, que el Gobierno les aporte la cartelería y el marketing dado que los autoservicios no cuentan con espalda económica para, además, promocionar su presencia en dicho programa.
"Ya tuvimos una reunión con Roberto Felletti –actual secretario de Comercio Interior–, quien nos dijo que la idea del Gobierno es que entremos con una canasta de 150 productos. Esperamos que realmente esa propuesta se haga realidad. Y que, más allá de darnos un lugar, también nos garanticen el abastecimiento de la mercadería con precios baratos", dijo.
"Por otra parte, también aguardamos que el Gobierno nos aporte todo lo que es cartelería y publicidad. Nosotros no estamos en condiciones de salir a imprimir los cartones que exponen cuáles son los productos incluidos en el programa. No podemos afrontar los costos de la cartelería, no tenemos plata. Felletti se ha mostrado empático con los comercios de cercanía. Ojalá entienda nuestra situación y nos de esa ayuda si la idea es que finalmente participemos del programa", añadió.
Los números del éxodo de supermercados chinos
Sólo en el último año, indicaron desde CEDEAPSA, al menos 250 supermercados asiáticos cerraron de forma definitiva en Capital Federal. Para no desaparecer por completo, los empresarios orientales demandan políticas que reactiven el consumo, la baja en la presión impositiva y una reducción en los incrementos que sufren, por ejemplo, ítems como los alquileres.
Señalan, también, que la mercadería arriba a los autoservicios con "retoques" de entre el 8 y el 10 por ciento mensual, lo cual tira por la borda toda estrategia oficial sobre el presunto control de la inflación.
Un supermercado "promedio" enfrenta hoy un alquiler mensual cercano a los 400.000 pesos. Las superficies más amplias abonan una cifra que puede alcanzar el millón de pesos. Según supo este medio de comercializadores del ámbito inmobiliario, la mayoría de los autoservicios orientales funcionan a partir de acuerdos en dólares con ajustes semestrales.