Reclamo de las telcos al Gobierno: previsibilidad regulatoria para planificar inversiones
Las mayores operadoras de telecomunicaciones del país y varias de las grandes empresas de sectores como el automotriz y la informática coincidieron en reclamar al Gobierno nacional una mayor estabilidad en las reglas de juego para desarrollar y poner en marcha planes de conectividad que permitan la transformación digital del sector privado.
La conclusión surge de uno de los principales paneles desarrollados durante este miércoles 22 de septiembre en las 31 Jornadas Internacionales del Cable organizadas por ATVC y CAPPSA, en modalidad virtual, del que participaron los CEOs de Telecom y Telefónica Movistar, Roberto Nóbile y Marcelo Tarakdjian, junto a Robert Alexander; CEO de IBM Argentina, y Michael Bowling CEO de AT&T Latam.
Bajo el título de "Conectividad: transformación digital y desarrollo", los cuatro integrantes de este panel trazaron una mirada sobre el futuro del sector tras los aprendizajes que viene dejando la pandemia del Covid-19 y los formatos de negocios utilizados para transitar este escenario.
Al respecto, Nóbile, sostuvo que uno de los principales desafíos de la industria TIC es la transformación de la conectividad y resaltó la necesidad de contar con un marco de previsibilidad regulatoria para planificar las inversiones que hacen falta para cumplir con ese objetivo.
Para el máximo ejecutivo de Telecom el combate sanitario contra el coronavirus "dejó profundos cambios y causó una aceleración de los tiempos para la digitalización que nos obligan a construir alianzas entre los diferentes actores de la economía y la sociedad para dar respuesta a los desafíos".
En ese marco, Nóbile coincide con la necesidad de articular un diálogo con el sector público como herramienta para un desarrollo económico y social sostenible e inclusivo a partir de comprender que fue la inversión constante de las empresas a lo largo de estos últimos años las que permitieron a las redes soportar el crecimiento de tráfico exponencial generado por la pandemia.
"Todos en sus casas, trabajando, estudiando, comprando, haciendo transacciones, digo, empezando a vivir una vida digital, una vida totalmente distinta a la que hacíamos antes", enfatizó.
Para el máximo ejecutivo de Telecom Argentina, e cambio de paradigma "nos obliga a innovar, al punto que nuestra red hoy está directamente virtualizada, lo cual nos permite generar una cantidad de servicios y experiencias adicionales a los clientes, totalmente distintas a las que tenemos hasta ahora".
De todos modos, recordó la necesidad de que la industria de las telecomunicaciones cuente con regulaciones sostenibles, que den previsibilidad; generen incentivos a para atraer nuevas inversiones.
Pero también sostuvo que el nuevo escenario requiere talento digital, "teniendo en cuenta que todas las aplicaciones están en la nube, codificadas y llenas de datos que no se usan solamente para la experiencia de los clientes sino además para la planificación y automatización".
Su colega, Marcelo Tarakdjian, enfatizó los mismos conceptos durante su exposición al reconocer que la pandemia fue un acelerador de procesos de transformación digital que aceleró planes de transformación. "Antes, los procesos de transformación digital quedaban enmarcados solamente para las grandes empresas que podían hacer una inversión acorde y ahora se trasladaron también a las PYMES, a los comercios, a toda la sociedad", aseguró el CEO de Telefónica Móviles de Argentina.
Desde su mirada, la industria precisa de la articulación con el sector privado que se traduzca en la generación de políticas que favorezcan las inversiones y el imprescindible despliegue de infraestructura.
En el caso de Daniel Herrero, Presidente de Toyota Argentina, admitió que la aceleración de la digitalización cambió hasta los formatos de producción automotriz.
"Sin duda, la fabricación de un auto no puede ser virtual pero todo lo que viene atrás lo aprendimos a hacer de manera virtual como parte de un proceso que ya es irreversible y cada vez va a ser más rápido".
Consideró que los mayores conocimientos y demandas de los consumidores impulsarán a que el auto se termine convirtiendo en conjunto con la movilidad, una plataforma al servicio del cliente.
"A través del móvil podemos saber a qué distancia frena de una esquina nuestro cliente, si tuvo un accidente y decirle si necesita ayuda, o hasta podemos controlar su pulso mientras maneja", destacó el ejecutivo de la automotriz japonesa.
Según su mirada, la mayor infraestructura y conectividad permitirá que, en lugar de cambiar de auto, se cambie o se actualice el software de la unidad, de su sistema de seguridad o hasta de su puesta a punto "de acuerdo a la temperatura que esté andando, para que sea lo más económico posible, por ejemplo".
Y al igual que los ejecutivos de Telecom y Telefónica con quienes compartió el panel, Herrero reclamó la necesidad de contar con un consenso de políticas "que nos permitan avanzar para poder seguir haciendo todo este proceso de innovación, que permita poner un norte claro, y nos deje a nosotros invertir y generar crecimiento inclusivo".
En tanto Michael Bowling destacó los cambios "a pasos acelerados" que está llevando a cabo el mundo "que marcha hacia una vida digital". Mientras, Roberto Alexander, CEO de IBM Argentina, señaló que los cambios se dieron en las grandes y en las medianas empresas "que se fueron adaptando a esta nueva realidad de lo digital, a la transformación digital acelerada".
Según su opinión, son tres los pilares que están jugando en esta transformación digital. El primero lo destaca como la confianza sobre los datos y la información y que obliga a las empresas a trabajar sobre la privacidad y en formatos de colaboración entre las empresas para generar un ecosistema de innovación junto al sector público.
El segundo pilar al que se refirió el titular de IBM se basa en la tecnología, como una herramienta, una solución para la pandemia y en la que se mezcla, con inteligencia artificial, la nube, incluso conectando con las redes, y con la conectividad.
En cuanto al tercer pilar, hizo mención al talento. "Tenemos que trabajar mucho en ese tema de talento digital, del conocimiento, que es imprescindible", aseguró el ejecutivo.
Intervención negativa
Tanto su mensaje como el del resto de los empresarios que compartieron este panel de las Jornadas de Cable hicieron incapié en reclamar estabilidad normativa y jurídica para adaptarse al cambio tecnológico producido por la pandemia y también para encarar nuevas inversiones, precisamente necesarias para apuntalar ese nuevo contexto.
Un reclamo que no es nuevo y que se basa en la fuerte intervención que actualmente evidencia el Estado nacional a partir de varia regulaciones establecidas por el gobierno de Alberto Fernández que, según los hombres de negocios, causaron mucho mal a la industria tic.
De hecho, un informe privado presentado durante las jornadas concluye que la intervención del Estado ha tenido un impacto absolutamente negativo, con una retracción notable de la inversión.
Su autor, Enrique Carrier, presentó su análisis remarcando que el Estado intervino en un sector que tuvo un gran desempeño en competencia.
El experto destacó el daño del DNU 690, "intervino en un sector que tuvo un gran desempeño en competencia, aún ante vaivenes macroeconómicos que se reflejan en el subibaja del PBI a lo largo del tiempo".
Dijo también que la inflación desde la publicación del DNU 690 fue del 51,4% y los servicios tic, en promedio, según datos del IPC solo lo hicieron en un 26.4%, por lo que estuvieron 25 puntos por debajo de los precios generales.
Desde su visión, esta intromisión estatal produjo una retracción notable de la inversión en fibra y en despliegue a partir de la modificación del estatus de una industria que invertía y que, luego de ser declarada como servicio público, "ha resultado tan solo en un subsidio a la demanda a cargo de los privados".
Señaló también que la eliminación de la libertad de precios y su fijación por debajo de la inflación por parte del Gobierno "no puede tener si no un efecto negativo para toda la sociedad".
Carrier calificó como "fundamental" que la participación del Estado sea para promover las inversiones que eliminen la brecha digital "que ha quedado en evidencia ante la pandemia y que no se solucionará con el 1% que representa el Fondo del Servicio Universal, si no que precisa una inversión real y en competencia".
Como contrapunto a ese intervencionismo negativo del sector público, Carrier estimó que, en su conjunto, las empresas TIC invirtieron u$s20.000 millones en los últimos 10 años, lo que significó un promedio de u$s5 millones por día.
Por eso, remarcó que en los últimos años el acceso a banda ancha viene creciendo de forma constante, con un promedio anual del 6.4% desde el 2014 a 2020.
A esto le sumó que las exportaciones basadas en el conocimiento representan el 8% del total de las exportaciones de argentina, sumando más de u$s6.000 millones y generando empleo para más de 400.000 personas.
"Vamos a necesitar continuar con el despliegue de fibra para poder pensar en futuras tecnologías como el 5G, para lo cual hay que fomentar las inversiones, homogeneizar requisitos en todo el país, reducir costos, disminuir la carga fiscal de los servicios y eliminar o reducir impuestos y tasas", reclamó Carrier al gobierno nacional a la vez que enfatizó en que las últimas intervenciones regulatorias "atentaron contra el proceso del desarrollo en lugar de incentivarlos".