Ezeiza prepara el día después: sin acompañantes en check-in, vidrios de separación y cupo en el "free shop"
Aunque todavía resta completar un largo camino hasta que se reactiven los vuelos, en los aeropuertos domésticos ya comenzaron a implementarse acciones con vistas a erradicar la posibilidad de los contagios cuando llegue la normalización de los servicios.
Si bien entre los organismos de la actividad gobierna la certeza de que no habrá reactivación de las rutas domésticas e internacionales en el corto plazo, lo cierto es que en terminales como Ezeiza y Aeroparque se empezaron a establecer criterios que regirán la operatoria una vez que el Gobierno de la luz verde a los despegues.
Con el distanciamiento social como bandera, y gran parte del énfasis colocado en garantizar la desinfección de los espacios comunes, los movimientos regresarán con pautas pensadas para extenderse hasta tanto surja una respuesta médica al Covid-19.
De esa forma lo señalaron ante iProfesional fuentes del Organismo Regulador del Sistema Nacional Aeroportuario (ORSNA), las cuales remarcaron que la base de la estrategia reposará en "evitar las aglomeraciones como principal recurso en el cuidado sanitario".
En concreto, las voces consultadas comentaron que por estos días ya se instalaron mamparas y vidrios tanto en Ezeiza como en Aeroparque para establecer una separación entre empleados y pasajeros. También, la colocación de stickers en los pisos para establecer distancias en los viajeros en las zonas de acceso a los mostradores.
Buena parte de estos movimientos fueron anticipados en las últimas horas por Jorge Gobbi, docente de la UBA y reconocido experto en viajes y turismo, en su espacio en la red social Twitter. "En Ezeiza, Buenos Aires, ya comenzaron con los cambios. Sólo se podrá acceder a las terminales si tienen pasaje (no acompañantes) y únicamente si ya abrió el check-in", publicó.
"En el piso ya se colocaron stickers para que se respete la distancia personal. Y en los mostradores ahora hay vidrios para separar pasajeros de empleados. Y te van a tomar la temperatura para permitirte el ingreso a la terminal", añadió en otro tuit.
Desde ORSNA, y ante la consulta de iProfesional, reconocieron estos cambios y explicaron que, si bien comenzaron a ser aplicados con el inicio de los vuelos de repatriación, su vigencia se extenderá al menos hasta que entre en circulación la primera vacuna contra el coronavirus.
"Los protocolos siempre postulan el distanciamiento social. Por ejemplo, a los edificios sólo podrán ingresar quienes van a viajar. Esto es, sin acompañantes. También está la decisión de tomarles la temperatura a todos: hoy y hacia adelante, vigente para quienes ingresan en el aeropuerto para el check-in y también para los que lleguen. Hay que pensar que los movimientos de un gran volumen de personas tal como lo conocíamos no volverán en un buen tiempo", expuso la fuente del organismo consultada.
Política de "free shops"
Desde el ORSNA indicaron a iProfesional que, con relación a la actividad de los "free shops", los comercios en cuestión no volverían a abrir con el retorno de los vuelos sino que las reaperturas recién comenzarían semanas más tarde.
"Para los 'free shops' se evalúa implementar el protocolo que vienen pensando los shoppings centers. Con limitación en la cantidad de personas por metro cuadrado. Es un cambio respecto de lo que se empezó a aplicar previo a la cuarentena. Antes de que terminaran los vuelos, estando en situación de expansión de coronavirus, se limitó la circulación en los comercios a 10 personas por vez", se expuso.
También bares y restaurantes entrarían en funcionamiento un tiempo después de rehabilitado el transporte aéreo. "Todo espacio comercial que reúna a mucha gente tardará en reabrirse. Por supuesto que se evaluarán nuevas medidas si la situación de la pandemia lo requiere", dijeron desde el organismo.
La limitación en la cantidad de personas reunidas en un determinado punto también alcanzará a los baños de los aeropuertos. En ese sentido, Jorge Gobbi compartió en su red que "no podrán entrar más de cinco pasajeros a la vez".
Por estos días, la actividad aérea se encuentra reducida a la mínima expresión. En Ezeiza, por citar a la terminal más importante del país, los vuelos pasaron de los 700 servicios diarios a sumar sólo siete cada 24 horas en estos tiempos de aislamiento social. El escaso movimiento se divide entre vuelos humanitarios y transporte de carga.
Previsión hace diferencia
Desde sindicatos como UPSA, que nuclea al personal jerárquico de las aéreas, se mostraron a favor de las medidas impulsadas por el ORSNA con vistas a lo que viene. Representantes del gremio enfatizaron ante iProfesional que, una vez se reactive el tránsito en las pistas, "el esfuerzo tiene que girar en torno a mejorar al máximo la prevención".
"Todo debe pensarse para garantizar la asepsia y por eso generar los mayores cuidados posibles tiene que seguir siendo prioridad. Hay que asumir que la proximidad entre las personas debe evitarse, que no volverá a lo ya conocido. Y en ese sentido es lógico y saludable que, por ejemplo, se incorporen vidrios y acrílicos para garantizar una atención sana al público", aseguró un vocero interpelado.
"También es positivo que se profundice el control de la temperatura de los que viajan y arriban. En el caso de los que llegan, lo ideal es que se realice a la salida misma de las aeronaves. Hoy se lleva a cabo luego de que los viajeros pasan por migraciones, aduana. Hay que evitar la circulación del virus desde el primer momento. El gran interrogante sigue siendo cómo atender la situación de los asintomáticos", reconoció.
Mientras se piensa a futuro, la actividad aérea hoy sólo es noticia por los movimientos de Aerolíneas Argentinas y sus viajes a China con el fin de abastecer al país de insumos médicos para combatir la pandemia.
Al respecto, vale recordar que el lunes de esta semana arribaron insumos críticos de laboratorio, trajes de bioseguridad, barbijos quirúrgicos y máscaras de protección médica adquiridos por el Gobierno nacional. Y también una máquina para producir 7.000 barbijos por hora.
Por la tarde de esa misma jornada partió el tercer vuelo de la línea de bandera, siempre con destino al gigante asiático. La misión: hacerse de material médico para un pico de contagios calculado ahora para la segunda parte del mes de mayo.