Usa tacos y es CEO de una Pyme en un mercado masculinizado: sus consejos para ser una líder exitosa
Se equivocó con un pago, algo que le puede ocurrir a cualquiera, pero no era cualquiera, era mujer y tenía 20 años; y el proveedor enojado la retó hasta hacerla llorar. Otra vez, un jocoso cliente le preguntó qué hacía una chica vendiendo transformadores y otro rechazó su atención reclamando ser atendido por un hombre porque claro, qué iba a saber ella de electrónica.
"Seguramente mi memoria selectiva borró estratégicamente más anécdotas incómodas como éstas para enfocarme en lo que sí hacía bien y a partir de allí continuar con mi camino, pero reconozco que tuve que esforzarme mucho más de lo que lo tuviera que haber hecho un masculino en mi lugar", dice Mónica Caruso que rompió el famoso "techo de cristal" y se convirtió en CEO de Gralf, una pyme familiar que comercializa y distribuye instrumentos de medición, control y equipamiento eléctrico.
Y es cierto, no era una experta en el rubro, pero era chica, recién salía del colegio secundario y estaba dando sus primeros pasos en el mundo laboral; lo mismo que seguramente transitó a sus 20 años aquel proveedor que se enojó con ella -aunque sería interesante saber si alguna clienta o proveedora lo retó hasta hacerlo llorar-.
"Ya no importa, lo que hay que entender es que el proceso de aprendizaje para cualquier objetivo que tengamos en la vida requiere reconocer que uno no sabe, sin importar el género, y tener la convicción de seguir adelante en pos de lograr objetivos. Para mí fue clave acudir a consultores externos para que me ayudaran con lo que yo no sabía cómo hacer, involucrarme, y buscar información. Es un mix de acciones que se basaron en el hacer, dejando de lado los prejuicios, miradas y obstáculos que la sociedad impone y trascenderlas. Hacer, equivocarse, aprender con humildad del equipo de trabajo, probar, corregir y avanzar", aconseja Caruso después de más de 20 años en la empresa y desde hace unos meses en el cargo de CEO.
Además de prepararse, formarse y adquirir habilidades de escucha activa para un buen liderazgo, Caruso reconoce que también que tuvo que agudizar su carácter para hacerse oír. "Fundamentalmente cuando sentía que otros pretendían hacerme cambiar de opinión, apurarme o correrme con algún tema. Muchas veces no he dado el brazo a torcer y siempre fui muy perseverante cuando quería lograr algo o reclamar algún tema en pos de defender mi empresa. Esta faceta la adquirí de mi papá que tiene un carácter fuerte y al ser italiano suele ser bastante expresivo en su lenguaje", describe.
Los valores de una empresa, dice Caruso, no son para exponer en un cartel en la entrada sino que debieran ser siempre los que guíen el cómo hacer las cosas y, puertas adentro de Gralf, el género no es un valor en sí mismo.
Por ello, es que fue ella y no su hermano mayor ingeniero en electrónica, la que llegó al cargo de gerente general. ¿Por qué? Sencillamente porque la familia Caruso creyó que ella era la más indicada para el cargo, aunque más no sea una formalidad porque en la práctica, dice, los dos son dueños y líderes en la empresa.
"Con Pablo hacemos un equipo muy complementario, él está más enfocado a los números y yo más en lo comercial y en lo referido al marketing donde también trabaja hace tres años nuestra hermana más chica Agustina. Nos respetamos mucho, hacemos prevalecer siempre la relación de hermanos y por lo general, solemos saber separar bien los tiempos y momentos de la empresa de los familiares", cuenta Caruso.
Ser mamá no fue una barrera para el desarrollo profesional de Caruso en la empresa, aunque sí reconoce, que se le hizo difícil desde lo económico por algunas diferencias salariales que tuvo cuando por dos embarazos complicados, con reposo y hasta transfusiones de sangre tuvo que pedir licencia.
"En realidad nada me impidió seguir adelante con mi gestión desde mi casa y eso hice. Acepto que quizás no estuvo del todo bien pero eso es una clara muestra de que cuando uno quiere, puede, más allá del género. Por supuesto no puse en riesgo el embarazo, pero elegí seguir trabajando y estar activa", cuenta. Sin embargo para la empresaria la maternidad en las empresas ya es un tema superado, pero sí cree que sería importante que los padres tengan licencias también extendidas para repartir tareas y que no toda la responsabilidad de los primeros meses del bebé recaiga sólo en los cuidados maternos.
Mujeres eléctricas
Actualmente Gralf entró en proceso de profesionalización y Caruso está enfocada en fortalecer al equipo de mandos medios porque, el objetivo, explica la empresaria, es que ella y sus hermanos puedan ir dando un paso al costado en la operación para empezar a ocuparse exclusivamente de la estrategia del negocio. "No soy ingeniera pero logré trascender de la primera a la segunda generación de una empresa familiar. Estoy profesionalizando la empresa y posicioné a la marca en un mercado marcadamente masculino. Y lo que me distingue es que nunca pensé que no podía", dice de sí orgullosa.
Isela Constantini es el modelo de mujer que le genera respeto y admiración a Caruso porque, justifica, supo ganarse su espacio en mercados marcadamente masculinos como el automotriz cuando ocupó la presidencia de General Motors.
Entendiendo entonces Caruso que los mercados no tienen género, el 40% del staff de Gralf son mujeres que mucho saben de electrónica, domótica y demás verticales del negocio. "Si bien es cierto que suelen postularse más hombres que mujeres, hay pocas mujeres en el área técnica, aunque en Gralf ya han pasado 2 ingenieras electrónicas. Nosotros nos enfocamos en la búsqueda de talentos por competencias y actitud más allá del género. En este sentido, para la pyme el tema de igualdad de oportunidades es algo resuelto", dice la empresaria que emplea a 27 personas.
A ciencia cierta Caruso no puede afirmar, como sí lo hacen otras empresarias, de que las mujeres hacen las compañías más rentables, aunque sí asegura que el trabajo en equipos con diversidad de género siempre son los que mejores resultados tienen.
Por eso, con su colega Alejandra Lopez, gerente comercial de Cambre creó Mujeres Líderes en el Mercado Eléctrico, un espacio que busca desarrollar las habilidades de las mujeres y acompañar su proceso de transformación en el sector eléctrico y así achicar la brecha en el sector.