Julio, mes complicado para Massa: ¿habrá devaluación encubierta y acuerdo light con el FMI para llegar a fin de año?
El rumor más fuerte que circuló en el mercado financiero local y en Wall Street desde el jueves pasado es que luego del 9 de julio el gobierno anunciaría la instrumentación de la aplicación de una especie de impuesto PAIS al valor del dólar oficial para importar por solicitud del FMI, que sería una condición principal para cerrar un nuevo acuerdo con el organismo.
De acuerdo a lo que pudo saber iProfesional el impuesto sería de un 25 a un 30 % y se aplicaría sobre el valor del dólar oficial para importaciones que el viernes pasado cerró en los 267 pesos para descomprimir el mercado cambiario oficial y dar certidumbre al sector importador.
La intención del staff del FMI sería llevar el valor de ese nuevo tipo de cambio diferencial a unos 350 pesos para descomprimir la situación del sector importador, en particular el pago de los fletes que desde el 20 de mayo están casi frenados por las restricciones cambiarias impuestas a ese sector y frenar la demanda futura de dólares para importaciones.
Con ese nuevo tipo de cambio diferencial, también se podría evitar una fuerte devaluación del peso frente al dólar que impactaría en los altos niveles de inflación pero considerando que el valor mensual de junio podría estar debajo del 7,8 % de mayo y hasta empezar con 6 como indican las últimas proyecciones del ministerio de Economía.
9 de julio, fecha clave
¿Por qué después del 9 de julio? Porque el 7 de julio el FMI podría aprobar el nuevo acuerdo, el Staff Level Agreement en su reunión de directorio. En esa fecha el Tesoro deberá pagar unos 1.000 millones de dólares por pago de cupones a los bonistas tenedores de deuda nominada dólares.
Lo concreto es que después de la reunión por zoom que se realizará hoy con el staff del organismo es factible que el miércoles viaje a Washington una delegación del equipo económico encabezada por el viceministro Gabriel Rubinstein y el Jefe de Gabinete Leonardo quienes junto al Director del Cono Sur Sergio Chodos tratarán de cerrar el nuevo acuerdo luego que el gobierno pagará el viernes pasado los 2.700 millones de vencimientos con el organismo.
Esa señal que dio el gobierno deja en evidencia que las negociaciones están encaminadas para fijar nuevas metas fiscales, de acumulación de reservas y cambiarias para el segundo semestre del año, una especie de acuerdo ligth para que este gobierno llegue sin problemas hasta las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
Tal como se viene adelantando desde iProfesional desde hace dos semanas es probable que el FMI no desembolse el total de unos 10.800 millones de dólares que vencen hasta fin de año sino que sólo gire una parte y se habla de entre 5.000 a 6.700 millones de dólares equivalentes en DEGs que entregará el organismo al gobierno a fines de julio en caso que se cierre el nuevo acuerdo.
Los indicios del FMI
En ese aspecto hay que destacar la especie de visto bueno que da a entender el comunicado oficial del FMI dado a conocer el jueves pasado por la noche.
En el mismo la Directora de Comunicaciones de esa institución Julie Kozack mencionó que: "las discusiones con el gobierno argentino se dan en un contexto muy desafiante afectado por una histórica sequía.
Eso se condice con la expresión de "game changer" que siempre repite el ministro de Economía, Sergio Massa, y que alude a que las reservas internacionales que el viernes pasado perforaron la barrera de los 28.000 millones de dólares caen como producto de la sequía y que los números fiscales también están impactados negativamente por la baja recaudación de las retenciones originada por la sequía que también afectó fuertemente el nivel de actividad económica.
La actividad económica
En relación a la sequía, la foto de abril-mayo puede ser un adelanto de lo que se viene con respecto al nivel de actividad económica. La economía se contrajo 1,9% mensual durante en abril y un 4,2% medida en términos anuales, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) elaborado por el INDEC. De esta manera, se cortó una racha de tres meses consecutivos de crecimiento en términos desestacionalizados.
Un reciente informe de la consultora Invecq describe que "dicha contracción se explica principalmente por el desempeño de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura", que cayó 36,8% anualizado algo esperable dado el impacto de la sequía cuyo impacto implica 3,75 puntos porcentuales menos en la variación del índice general".
El resto de los sectores mostró un comportamiento heterogéneo, aunque fueron más aquellos que crecieron (10 de 15 se expandieron frente al mismo mes del año pasado). Entre ellos se destacan Explotación de minas y canteras con una suba anualizada del 9,0%, la Industria manufacturera con una suba del 1,6% y Hoteles y restaurantes con un aumento interanual del 3,7% donde los dos primeros fueron los de mayor incidencia positiva entre ambos.
Para mayo cabe esperar una caída y comportamiento sectorial similar: el agro volverá a contraerse significativamente -el impacto de la sequía seguirá estando presente-, mientras que el resto de las actividades mostrará desempeños disímiles. Esto último ya puede observarse en algunos indicadores adelantados: Las ventas minoristas PyMEs se redujeron 2,8% interanual según CAME y acumulan cinco caídas consecutivas en términos anuales-. Por otro lado, tanto la construcción con una baja interanual del 9,2% como la industria con una caída del 3,2% se habrían resentido según el Índice Construya y el Índice de Producción Industrial FIEL. Por su parte, los sectores automotriz, y Oil & Gas siguen evidenciando un importante dinamismo: la fabricación de vehículos aumentó 14,8% anualizado según ADEFA, mientras que la producción de gas y petróleo no convencional fue un 26,2 % superior a la de mayo de 2022.
Las perspectivas hasta fin de año
El informe de Invecq detalla que para el resto del año las perspectivas tampoco son favorables ya que el PBI caería en torno al 3%-3,5%. "Si bien la contracción económica estará explicada en gran medida por el desempeño del agro -y el derrame que tiene en el resto de las actividades-, probablemente los sectores asociados al consumo sigan resistiéndose, ante una inflación que permanecerá elevada, al igual que la construcción y la industria. Por último, cabe destacar que la caída sería aún mayor de no ser por algunos sectores que seguirán dinámicos (turismo, automotriz, energía y minería).
"Con una actividad que comienza a mostrar signos de agotamiento, en donde convivirán sectores afectados por la sequía y una macro totalmente desbalanceada, con otros dinámicos que le "escapan" al desorden general gracias a un contexto internacional favorable -energía y minería-, o beneficiados por el accionar discrecional -automotriz- y distorsivo -turismo- del propio gobierno detalla el informe de la consultora.
La gran duda es si la gestión de Massa conseguirá mantener estabilizada la cotización de los dólares financieros y que no pasen la barrera de los 500 pesos hasta las PASO del 13 de agosto. Por el momento en 11 meses al frente del Palacio de Hacienda, logró estabilizar los dólares financieros y evitó que superen el valor psicológico de los 500 pesos y necesita llegar así a las PASO del 13 de agosto.
También a favor del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria. está la refinanciación y postergación de los vencimientos de la deuda en pesos que desde agosto del año pasado viene realizando la secretaría de Finanzas a cargo de Eduardo Setti. Al respecto hay que mencionar que el Tesoro cerró junio con un roll-over de la deuda en pesos del 150%, y volvió a mejorar los plazos de colocación.
Problema a futuro
El problema futuro es que todo el nuevo financiamiento se obtuvo mediante títulos indexados. El último test de junio: enfrentaba en el que enfrentó vencimientos por aproximadamente $740.000 millones colocó instrumentos por un valor de $882.000 millones y obtuvo un financiamiento neto de $142.000 millones. En línea con lo sucedido durante los últimos dos meses, el Tesoro volvió a mejorar los plazos de colocación, pero a costa de una indexación casi total de los instrumentos ofrecidos:
En relación con lo primero, el Tesoro se endeudó a 9,2 meses, una mejora de 16 y 30 días frente a mayo y abril respectivamente. Estos plazos están muy por encima de los valores del primer trimestre de 4,5 meses promedio, o del segundo semestre del año pasado que fue de 5,2 meses promedio. Dicha mejora se explica sin lugar a dudas por la creciente colocación de títulos con cobertura cambiaria/inflacionaria.
En junio, el 47% del financiamiento bruto se obtuvo vía instrumentos atados a CER, el 22% a dollar-linked, y el 23% se lo llevó el bono dual y por último, el 7% restante fue captado a través de LELITEs, cuya tasa efectiva anual trepó al 141,7% en promedio.
En lo que va de 2023 la tasa de roll-over llegó al 136% un valor que aún se encuentra por debajo del 147 % del 2022 pero que es 15 puntos mayor al valor del primer semestre del año pasado.Por último, cabe destacar que el financiamiento neto acumulado es un 18% superior en términos reales al de igual período de 2022, algo que se da por primera vez en el año.
Pero más allá de los vencimientos futuros de la deuda en pesos por ahora todo está concentrado en el cierre del acuerdo con el FMI que sería una especie de plan puente de un semestre para que llegue otro presidente para negociar y el FMI no quede como el culpable de una crisis económico financiera y social que por ahora sigue latente.