Más presión sobre el dólar, impacto en Fondos Comunes y BCRA más agresivo, el escenario que ven en la City
Presión sobre el dólar, mucha volatilidad en bonos y un impacto directo sobre el saldo de los Fondos Comunes de Inversión. Esas son algunas de las reacciones que traders y economistas esperan que habrá en el mercado tras el anuncio del Ministro de Hacienda Hernán Lacunza de patear para adelante los pagos de la deuda de corto plazo. Del otro lado, prevén un Banco Central mucho más agresivo para defender al dólar y con un mayor poder de fuego a la hora de intervenir en el mercado de cambios.
En la City coinciden en que este reperfilamiento de la deuda despeja cierto grado de incertidumbre que había sobre la capacidad de pago a corto plazo, pero deja al descubierto el escaso interés de los inversores en seguir financiando al Gobierno.
Esto último quedó a la luz cuando Lacunza se vio obligado a declarar desierta la licitación de Letes de este miércoles, que fue la antesala a este anuncio con el que busca estirar el plazo de sus vencimientos.
"Era crucial el test de la renovación de letras. Y ante la falta de financiamiento el Gobierno tenía dos caminos: o reperfilar la deuda, o ir a un desdoblamiento cambiario, que lo hubiese llevado a una hiperinflación. Creo que se tomó al mejor opción", analiza Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa.
En cambio, Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders, considera que la medida "va a caer mal en el mercado", con más presión sobre el dólar y bonos en rojo en la apertura de las operaciones. "En realidad se sospechaba que podría haber un canje, pero algunos pensaban que se iba a seguir pagando las Letes con la plata del FMI", comenta Neffa.
El experimentado trader explica que "vamos a entrar en una etapa en donde todo el mundo va a estar con el lápiz y el papel tratando de sacar el valor presente neto de todos los instrumentos cortos, que supuestamente eran seguros y no fue el reflejo hasta ahora". Evidentemente, agrega, esto revela que "los problemas eran muy fundados".
Dólar y acciones en el pre market
La primera reacción del mercado se dio anoche, minutos después de los anuncios, con el ADR del Banco Galicia anotando una caída del 6% en las operaciones after market. En paralelo, y respondiendo más a una estimación de los bancos que a operaciones genuinas de mercado, en las plataformas online de bancos y fintech anoche el dólar se vendía entre $1 y $1,5 por encima del valor del cierre.
"El Gobierno va a seguir vendiendo dólares para apaciguar los ánimos, pero la urgencia es la caja, que es del día a día", sostiene Neffa.
En la misma línea, Santiago López Alfaro, socio y director de Delphos Investment, cree que "va a haber presión sobre la divisa pero va a haber más armas para operar". Sucede que, al despejar vencimientos cortos, "el Central tendrá más plata para pelear el tipo de cambio", agrega.
Después de la conferencia de Lacunza, desde el Banco Central emitieron un comunicado en donde destacan la rápida respuesta de Hacienda, "frente a la incertidumbre política que ha impedido la normal renovación de la deuda pública de corto plazo".
En dicho comunicado, el presidente del BCRA, Guido Sandleris, sostiene que las decisiones adoptadas "priorizan el uso de las reservas internacionales para preservar la estabilidad monetaria y financiera, aun cuando ello implique postergar el pago a los grandes inversores de deuda pública".
Además, considera que el anuncio de Lacunza "debería aminorar la presión sobre el mercado cambiario, reduciendo la eventual demanda de moneda extranjera y garantizando la disponibilidad de recursos para acotar la volatilidad".
Sin embargo, desde la mesa de operaciones de Bull Markert Brokers, Leonardo Svrisky, prevé un "panorama complicado" para el mercado.
"Esta situación no se arregla en dos días, ni en un mes. La va a tener que arreglar el próximo Gobierno, sea quien sea. De fondo lo veo muy muy difícil", explica el trader.
El Central, con más espalda
Amilcar Collante, economista de Cesur, advierte que "puede haber otro sacudón ya que hay bastante incertidumbre". El economista apela a la imagen de la sábana corta para explicar la diyuntiva que enfrentaba Hacienda: "O tenía dólares para financiar esto o para controlarlo".
Sin embargo, Colante considera que, al reperfilar vencimientos de deuda de corto y mandar el proyecto de la ley al Congreso, el Central tendrá "más poder de fuego para contener al dólar en el corto plazo".
Para Fabio Rodríguez, director de la consultora M&R Asociados, es una medida importante que apunta a aliviar lo más rápido posible la situación de liquidez.
"Eso responde a un desequilibrio que se veía evidente y que estaba presionando cada vez más inestabilidad. Y el Gobierno sobrerreacciona a las expectativas, buscando con dos mecanismos, -por un lado el reperfilamiento a corto plazo más compulsivo, y otro a mediano plazo voluntario y a partir de acuerdos con oposición y el Congreso- descomprimir vencimientos cortos y medianos en moneda local y extranjera", explica.
El ex director del Banco Provincia destaca que el reperfilamiento también es una apuesta importante a poder tener el aval del FMI para el desembolso pendiente de septiembre. "De esta forma, conjugará una oferta de divisas más importante para llegar a buen puerto en el mercado cambiario sin más fogonazos, sin más espirales de precios, de ahora al 10 de diciembre", comenta.
Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, cree que en el corto plazo, donde había crecido mucho la incertidumbre, "el Gobierno buscó descomprimir el Programa Financiero 2019, el impacto en las reservas internacionales y despejar la incertidumbre, poniendo fechas de pagos según tipo de acreedor privado".
El economista asegura que no era lo óptimo, "pero el mercado ya estaba descontado cosas peores". En la deuda de largo plazo, agrega, "pasó la pelota al Congreso". "La clave ahora pasa por lo que diga el FMI", sostiene.
Las calificadoras y el default selectivo
Una vez sorteada la primera reacción del mercado, en la City esperan la letra chica para tener más detalles de las medidas anunciadas por Lacunza. Por un lado, como explica Norberto Sosa, es clave lo que digan las calificadoras de riesgo ya que para una parte, el Gobierno estaría entrando en un "default selectivo", al ofrecer condiciones distintas según el tipo de inversor, y de forma unilateral en algunos casos.
Otro tema que también amerita una letra chica es qué ocurrirá con los Fondos Comunes de Inversión, que ya fueron golpeados el lunes posterior a las PASO, cuando muchos quedaron con saldo negativo después de vender Letes a precio de remate para hacer frente a los rescates. ¿Qué pasa si una persona física quiere rescatar su cuotaparte de un FCI que tiene Letes? ¿Tiene el mismo tratamiento que la persona física que es tenedora de Lete (cobra todo) o se lo toma como un inversor institucional (le reperfilan la deuda a 6 meses)?
En este caso, es probable que la Comisión Nacional de Valores -cuyo titular Marcos Ayerra, ayer estuvo en el microcine de Hacienda escuchando los anuncios-, tenga que emitir algún comunicado o resolución para aclarar cómo responderán los FCI ante los rescates.
"La medida tiene un gran daño a los FCI, que agrupan a muchos inversores minoristas. Y esos están complicados porque lo más probable es que les reperfilen la deuda", advierte Neffa.
Amilcar Collante también destaca "el problema de la extensión de plazo para los Fondos Comunes de Inversión, que ya habían perdido mucho dinero y hay que ver cómo van a quedar sus carteras".
López Alfaro, de Delphos Investment, ve como positivo que se haya sincerado una reestructuración, situación que el mercado descontaba. "Se acaba de reestructurar la deuda por decreto cuando los bonos valían 40 dólares y había gente que decía que no se tenía que reestructurar", destaca.
El economista también ve con buenos ojos que envíen al Congreso el debate de la reestructuración de la deuda de largo plazo ya que invita a la oposición a mostrar su postura fernet a ese tema.
Si bien prevé que pueda haber cierta presión sobre los activos locales, López Alfaro considera que los bonos en dólares cotizando a una paridad de entre el 30 y el 35% estarían muy cerca de tocar su piso. "El mercado de bonos debería haber encontrado un piso por acá, aunque no quita que tengamos meses de volatilidad", advierte.
El Gobierno ya jugó su carta, quizá una de las más fuertes de los últimos meses. En pocas horas, los inversores darán su veredicto, en un contexto de riesgo creciente y pérdida de credibilidad, pero de rendimientos atractivos en algunos activos. El Central, por su parte, deberá aprovechar su mayor poder de fuego para marcar la cancha en un mercado cada vez más pequeño.