Obra social vs. prepaga para jubilados: ¿cuál es la mejor opción en 2025?

Los jubilados pueden optar entre obra social y prepaga, pero a menudo surgen dudas sobre cuál es la mejor opción y cómo gestionar el trámite. Con la entrada en vigencia del Decreto 170/24, que permite a cada beneficiario elegir libremente su prestador de salud, se generaron muchas consultas al respecto.

A esto se suman los incrementos en las cuotas que han impactado a muchos adultos mayores tras la desregulación económica impulsada por el Gobierno nacional. En esta nota, detallamos los aspectos clave que los jubilados deben considerar para tomar una decisión adecuada a su situación económica y de salud, y las diferencias entre obras sociales y prepagas.

Cómo elegir entre obra social y prepaga

Para tomar una decisión informada, los jubilados deben evaluar factores como su estado de salud y los costos de cada opción. A continuación, algunos pasos esenciales:

• Investigación y comparación: analizar las opciones disponibles y comparar cobertura médica, costos, servicios adicionales y red de prestadores.
• Consideración de necesidades médicas: evaluar condiciones preexistentes, medicamentos requeridos y frecuencia de consultas médicas.
• Consultas con profesionales de la salud: recibir recomendaciones de médicos de confianza sobre qué cobertura es más adecuada.
• Revisión de costos y beneficios: comparar cuotas mensuales, copagos y beneficios adicionales, como descuentos en ópticas o cobertura odontológica.
• Accesibilidad y comodidad: verificar la cercanía y disponibilidad de los prestadores de salud, además de la facilidad para realizar trámites administrativos.
• Opiniones y experiencias: revisar testimonios de otros jubilados para conocer la calidad del servicio y la atención.
• Flexibilidad y posibilidad de cambios: asegurar que existe la opción de cambiar entre obra social y prepaga si no están satisfechos.

El DNU que permite elegir entre obra social y prepaga

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 170/24, publicado el 21 de febrero de 2024 y vigente desde el 1 de marzo de 2024, permite a los beneficiarios derivar sus aportes a una obra social o una entidad de medicina prepaga. Este cambio busca fomentar la libre competencia y garantizar la elección individual de los usuarios.

El decreto aplica tanto a trabajadores en relación de dependencia, del ámbito privado y público, como a jubilados y pensionados nacionales.

PAMI y prepagas: cómo elegir

El PAMI no está contemplado en las modificaciones del DNU 170/24, por lo que su funcionamiento sigue igual. Algunas prepagas, al tener convenios con obras sociales, aceptan la derivación de aportes. Sin embargo, no se traslada el descuento individual de la jubilación, sino un importe fijo para todos los beneficiarios.

En ciertos casos, los jubilados pueden mantener la obra social de su actividad laboral en lugar de ser transferidos automáticamente al PAMI. En estos casos, la retención para prestaciones varía entre el 3% y el 6% del haber bruto, dependiendo del nivel de ingreso.

Diferencias entre obra social y prepaga

Tanto las obras sociales como las prepagas brindan cobertura médica y están reguladas por la Superintendencia de Servicios de Salud, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.

Las principales diferencias entre ambas son:

• Normativa: las obras sociales se rigen por las Leyes 23660 y 23661, mientras que las prepagas tienen su propia legislación (Ley 26682 y concordantes).
• Propiedad y financiación: las obras sociales suelen pertenecer a sindicatos y se financian con los aportes de los trabajadores. Las prepagas son empresas privadas y, hasta la desregulación del sistema de salud, no podían recibir aportes derivados.

Para elegir entre obra social y prepaga, los jubilados deben analizar sus necesidades médicas, costos y beneficios, así como la calidad del servicio y la accesibilidad. Tomar una decisión informada garantizará una mejor cobertura y atención de acuerdo con sus posibilidades y requerimientos de salud.