Jubilaciones: informe plantea cuatro fórmulas y una sola le gana a la inflación, pero va en contra del plan de Milei
Javier Milei busca suspender la fórmula de movilidad jubilatoria, y en la Ley ómnibus define que el Ejecutivo tendrá las facultades para otorgar aumentos por decretos y definir los plazos para estos reajustes. Lo que no se sabe aún es qué fórmula se utilizará, ya que desde el Gobierno sostiene que aún "está bajo análisis".
En medio de la incertidumbre que genera no saber cómo se intentarán recomponer los ingresos para los jubilados, desde la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) difundieron un informe con cuatro escenarios posibles, según las definiciones del equipo de Milei. De las alternativas planteadas, solo una ayuda a que las jubilaciones no pierdan contra la inflación, pero va en contra de lo que Caputo y compañía quieren: no aumentar el déficit.
¿Qué podría pasar con las jubilaciones?
En el informe de la OPC se detallan cuatro escenarios para el futuro de las jubilaciones:
- Sin aumentos ni bonos tanto para jubilaciones como asignaciones familiares. Manteniendo la cantidad de beneficiarios, las prestaciones de la Seguridad Social pasarían de representar el 6% al 4,5% del PBI. En este drástico escenario, la situación financiera de la Anses pasaría de un déficit de 0,3% del PBI a un superávit de 2,2% del PBI; pero la pérdida de poder adquisitivo de este grupo sería del 69,9% y llevaría a que la mitad de los beneficiarios caigan en la indigencia y un 33% en situación de pobreza no indigente.
- Incremento solo para los haberes más bajos y las asignaciones: no se prevé el otorgamiento de bonos, pero los ajustes serían mensuales según la variación de precios que se registren. Este escenario implicaría un "achatamiento de la distribución de los haberes previsionales, ya que solo recibirían incrementos quienes se encuentran en la situación más desfavorable (haberes por debajo del nuevo mínimo garantizado mensual ajustado por inflación) en el primer mes, sumándose en el mes siguiente aquellos que, al no haber recibido un aumento el mes anterior, se encuentran ahora percibiendo haberes por debajo del haber mínimo ajustado, y así sucesivamente". Este escenario permitiría reducir 1 punto en términos del PBI y redundaría en un superávit de la Anses del 1,2% del PBI. La pérdida para quienes perciben tres o más haberes mínimos sería del 69,9%.
- Sostenibilidad financiera: implicaría otorgar aumentos a los haberes previsionales y a las asignaciones familiares hasta un máximo equivalente a los ingresos que recibe el organismo por todo concepto. Puede haber: aumentos igualitarios entre todos los beneficiarios o priorización de quienes perciben menores ingresos. Con la primera opción, la pérdida del poder adquisitivo sería del 19% a lo largo de un año para todos los haberes; mientras que con la segunda, quienes tengan los ingresos más bajos permanecerían sin variación y la pérdida sería del 40,1% para el resto de los beneficiarios.
- Incrementos generalizados en línea con los precios: se descartan los bonos y "ningún beneficiario del sistema previsional nacional perdería poder adquisitivo". Esta alternativa haría que en términos netos el déficit actual de 0,3% se incrementaría hasta alcanzar el 0,8% del PBI.
La última alternativa es la única que garantizaría que los jubilados no pierdan contra la inflación, pero va en contra de lo que el Gobierno pregona desde que asumió el pasado 10 de enero, que es la reducción del déficit fiscal. En esa línea, el ministro Luis Caputo admitió que el objetivo sería reducir un 0,4% del PBI el déficit previsional.
De acuerdo con el informe de la OPC, hasta julio de 2022, la evolución de los haberes jubilatorios y de los precios "se movieron relativamente similares", pero a partir de esa fecha comenzó un "desacople", que se asocia a la "aceleración" de la inflación y que "deteriora el valor real de las jubilaciones".
Sin embargo, la situación no fue homogénea para todos los jubilados, dado que casi la mitad (48,6%) percibe los haberes más bajos, que recibieron bonos que les permitieron acompañar la suba de precios, mientras que el resto de las jubilaciones quedó muy por debajo.
Así, desde la aplicación del índice automático hasta diciembre de 2023, los haberes jubilatorios perdieron entre el 36,5% para quienes no recibieron bonos y el 3,6% para los que sí lo hicieron de manera completa.