Cómo detectar trampas que "maquillan" un balance
Son muchas las trampas que se utilizan para "maquillar" el balance de una empresa al momento de hacerla más atractiva ante futuros compradores.
En líneas generales, la registración de ventas ficticias, la contabilización de costos subvaluados y los manejos entre cuentas intercompany constituyen las maniobras más usuales.
Infobaeprofesional.com consulto a especialistas encargados de realizar las auditorías de los estados contables correspondientes a compañías que están a punto de ser transferidas. Los expertos detallaron casos puntuales que permiten bajar a tierra el procedimiento que realizan las empresas a fin de "esconder" su situación económica y financiera real. Conozca a qué trampas puede estar expuesto el grupo inversionista que decida comprar una compañía.Casos puntuales
Distintos analistas coincidieron en señalar que una maniobra típica -aunque a veces se lleva adelante de manera burda- consiste en la emisión de un importante volumen de facturas ficticias que sólo apunta a aumentar las ganancias reflejadas.
Una vez cerrada la compra de la empresa, se emiten las notas de crédito que anulan los comprobantes generados anteriormente. De esta manera, señalan los expertos, una vez terminado el procedimiento, el efecto en los resultados es nulo. Sólo se apuntó a incrementar las utilidades a efectos de reflejar un mayor valor ante los interesados compradores.
Otro manejo típico consiste en reflejar en el activo del balance, bajo el nombre de cargos diferidos, gastos propios de la empresa que no están vinculados con la generación de ingresos a futuro. Por lo tanto es erróneo que se les de el carácter de inversiones al sólo fin de reducir las pérdidas ante los interesados, y a su vez, de aumentar el monto del activo lo que le da un mayor valor de mercado a la compañía.
Asimismo, si se trata de una compañía que pertenece a un grupo económico, es muy usual encontrar maniobras realizadas a través de registraciones en las cuentas intercompany. Esto es así, ya que no es sencillo desenmascarar este tipo de maniobra, ya que ambas partes intervinientes en la "supuesta" operación responden a los mismos intereses económicos globales y se protegen mutuamente.
Por ejemplo, distintos estudios puntualizaron sobre la emisión de facturas ficticias a nombre de otras empresas del grupo, que le permitirán engrosar el volumen de crédito a favor de la compañía y las utilidades a reflejar.
En igual sentido, también se implementa la contabilización de retiros de directores, lo cual genera un aumento en la cuenta particular de los mismos, y la consecuente suba en el monto del activo empresarial.
Un rubro clave que mencionan los especialistas refiere a los bienes de cambio. Desde los estudios consultados remarcaron que es usual encontrarse con productos sobrevaluados, lo que aumenta el activo empresarial. También es habitual, sobrevaluar los productos en proceso, ya que es mucho más difícil encontrar un valor de mercado que sirva de parámetro para evaluar la correcta cuantificación del rubro. En el caso de las industrias, determinar correctamente el grado de avance de los bienes es una cuestión muy sensible.
El no contar con pautas estrictamente objetivas permite potenciar las "trampas" que maquillan el balance. Un caso típico se da respecto al porcentaje de créditos por ventas incobrables que presenta cada compañía. El mismo puede ser calculado de acuerdo a distintos parámetros, por ende, puede ser "manipulado" para acotar su impacto y mostrar una imagen más sólida al exterior.
Asimismo, un rubro susceptible a múltiples interpretaciones está representado por los activos intangibles. Los expertos consultados coinciden en expresar que no es nada fuera de lo común toparse con "marcas autogeneradas" sobrevaluadas, ya que son muy subjetivos los parámetros que permiten determinar la veracidad del valor elegido.Dónde poner la lupa
A fin de brindar una detallada guía a tener en cuenta al momento de enfrentarse a un balance de una compañía, Fabiana Tarzian, Directora del departamento de Transaction Services de KPMG en Argentina precisó que "en numerosos casos, se observa la existencia de manipulaciones a la información contenida en los estados contables a través de falsas contabilizaciones o inexactitudes en las registraciones con diversos fines que difieren en cada caso particular y abarca desde fines impositivos y personales hasta grandes fraudes corporativos como se han visto en más de un caso".
La experta explicó que "ante una eventual transacción, en la mayoría de los casos en los que se han observado manipulaciones contables, las mismas tienden a tener como objetivo principal maquillar los balances para hacerlos más atractivos a los potenciales compradores o reducir el efecto impositivo".
Dentro de este contexto pueden incluirse prácticas tendientes a:
- Manipulación de utilidades: a fin de reflejar una utilidad mayor a la real en un período base determinado.
- Evasión fiscal: minimizar el impacto de ciertos impuestos en la rentabilidad de la compañía.
- Lucros personales: maniobras fraudulentas implementadas por empleados o directivos desleales para su lucro personal.
"Considerando lo expuesto, resulta recomendable no sólo focalizarse en los resultados, sino también prestar atención a la situación patrimonial de la sociedad y las tendencias históricas observadas en los saldos de las cuentas de activos y pasivos tales como caja, retiros de accionistas o cuentas particulares, inventarios, bienes de uso, previsiones y provisiones para gastos", agregó Tarzian.
"En muchos casos, el análisis de las variaciones en los saldos mensuales de estas cuentas nos da indicios de posibles maniobras e información contable que no necesariamente refleja la real situación de la empresa", explicó.
En referencia a las maniobras implementadas, la especialista explicó que resulta habitual observar las siguientes situaciones:
- Ventas ficticias o inexactas:
- Ventas a terceros o sociedades relacionadas sobre o sub facturadas.
- Clientes ficticios o ventas no realizadas que luego deben ser anuladas.
- Corte inadecuado de ventas demorando o adelantando el reconociendo de ingresos.
- Manipulación de los descuentos otorgados a fin de distorsionar el saldo final de las ventas contables.
- Costos y gastos ficticios o inexactos:
- Corte inadecuado demorando o adelantando el reconociendo de gastos.
- Pago de gastos y compensaciones no documentadas los cuales se registran habitualmente como retiros de los socios o directores.
- Sobrefacturación de compras por encima del valor del servicio efectivamente recibido. El monto de dicha sobrefacturación, además de minimizar la carga impositiva de la compañía, es utilizado para respaldar las salidas de fondos no documentadas mencionadas anteriormente.
- Inventario:
- Manipulación del mecanismo de costeo.
- Subvaluación o sobrevaluación de ítems incluidos en el inventario; mayor o menor valor del activo a ser comprado.
- Manipulación de previsiones y/o provisiones de gastos:
- Manipulación de previsiones por incobrabilidad, reservas de inventarios y diferimiento de gastos.
- Inadecuado reconocimiento de deuda contingentes lo cual no sólo tiene impacto sobre los activos y pasivos de las sociedades sino también en sus resultados.
En igual sentido, desde el Estudio Lisicki, Litvin & Asociados, Marcelo Domínguez y Darío Moreira, remarcaron que "desde el punto de vista fiscal es fundamental realizar una adecuada auditoría de la situación de la empresa, preferentemente con alcance sobre los períodos no prescriptos, a efectos de identificar la posible existencia de pasivos fiscales contingentes. Este análisis también debería extenderse a la faz previsional y laboral".
"La auditoría impositiva debe comprender un pormenorizado análisis de las liquidaciones de los distintos tributos de los cuales resulta responsable la empresa, incluyendo todas las obligaciones de índole formal que la legislación impositiva le impone a la empresa y cotejar la correcta registración contable. Asimismo, se debe tener especial atención en caso que, por su actividad, resulte aplicable a la empresa los beneficios de algún régimen promocional o sectorial", concluyeron los tributaristas.
Hernán Gilardo ©infobaeprofesional.com