Ya es oficial: luego de más de un siglo, Boston Seguros dejará de operar tras decisión del Gobierno
El Boletín Oficial publicó la revocación para operar de una empresa con más de un siglo de actividad. Boston Seguros, que en esta última etapa es manejada por el Grupo Campici, termina de la peor manera, aunque recurra la decisión del organismo de control. La decisión oficial se basó en "innumerables incumplimientos" y en una gran cantidad de cheques rechazados.
Esta decisión se da en un contexto en el que la Superintendencia de Seguros de la Nación, un organismo descentralizado, dependiente del Ministerio de Economía, que tiene como función proteger los derechos de los asegurados mediante la supervisión y regulación del mercado asegurador, está realizando numerosos controles a las empresas del sector y suele sancionar a varias de ellas.
Este nuevo golpe al sector se da poco después del escándalo de las pólizas que contrataba el Estado a través de millonarios brokers con aseguradoras privadas y que involucra a un ex presidente, Alberto Fernández, y a varios funcionarios de su gestión en una maniobra descubierta por el ex titular de la ANSES, Osvaldo Giordano, de breve paso por el gobierno de Javier Milei.
¿Por qué dictaron la medida contra Boston Seguros?
El superintendente, Guillermo Plate, que trabaja bajo la supervisión del funcionario Juan Pazo, mano derecha de Luis Caputo no sólo en el agro sino también en varias áreas de la economía, resolvió "Prohibir a BOSTON COMPAÑÍA ARGENTINA DE SEGUROS SOCIEDAD ANÓNIMA (CUIT 30-50000111-5) realizar actos de administración respecto de sus Disponibilidades, a cuyos fines se dispone la Inhibición General de Bienes para alcanzar la totalidad de sus cuentas bancarias incluyendo las cuentas corrientes, haciéndole saber que no podrá mantener en el rubro Caja importe superior al Fondo Fijo que a la fecha haya aprobado, por lo que cualquier saldo que lo exceda debe ser ingresado en cuenta bancaria a su nombre, dentro de las 24 horas hábiles."
Previamente, en el artículo 1 de la resolución, había revocado la autorización para operar en seguros de la compañía aludiendo a los innumerables incumplimientos que explicó en la publicación oficial.
Boston Seguros "registró demora en el cumplimiento de sus obligaciones de pago de montos de condena derivados de sentencias judiciales firmes, con la gravedad que dicha circunstancia conlleva para sus asegurados." Y, dicha entidad, "registró un sin número de cheques rechazados por falta de fondos y pedidos de quiebra y/o liquidación forzosa en el marco de la Justicia Nacional de Primera Instancia en lo Comercial".
Desde el gremio de la actividad, Jorge Sola, secretario general del sindicato del seguro, vienen alertando por esta situación desde el año 2023.
No es sólo Boston Seguros sino también Escudo Seguros, que ya fue disuelta por un juzgado y TPC Seguros que continúa funcionando con problemas similares a las anteriores. Todas manejadas por el Grupo Campici.
Sola advertía, "..los trabajadores de esas compañías, sufren demoras injustificadas en el pago de salarios, retrasos innecesarios del pago de la cobertura médica, seguridad social y la falta de respuesta concreta de los trabajadores". Hacia el 2023, el gremio contabilizaba la pérdida de 170 fuentes laborales en esas empresas.
¿La Superintendencia de Seguros actuó tarde?
Ante tantas irregularidades hay que decir que tras el escándalo de los brokers de seguros durante la administración de Alberto Fernández, se aceleraron todas las resoluciones e investigaciones de la Superintendencia de Milei.
Voceros del mercado asegurador sostienen que las maniobras de los ejecutivos de estas compañías hoy en proceso de disolución, estaban a la vista de todos los que están controlando.
"Operaciones burdas para dibujar balances ante la SSN. Por ejemplo, entre sus múltiples dibujos de balance el grueso era con inmuebles. Hacían lo siguiente:
Le compraban, en infinitas cuotas una propiedad a gente con problemas económicos o ganas de ser cómplices en sus maniobras. Por ejemplo, una propiedad a 300.000 dólares. Pero la gente sigue viviendo ahí; ellos les pagan una cuota, más tipo alquiler que cuota, y podían aplicar, la escritura de ese inmueble de 300.000 dólares en su balance. Entonces de golpe con $250.000 de inversión inicial por mes, aplicaban en su patrimonio un bien por us$300.000.
Delicias de una Argentina típica de la crisis y dependiente del dibujo para zafar.