Los bancos están "atestados" de billetes de $1.000 y piden una urgente reducción
La inflación y la pérdida del poder adquisitivo del peso de los últimos años general los billetes de mayor denominación alcancen para comprar una muy baja cantidad de productos y servicios cotidianos. Incluso, las nuevas cifras de $10.000 y $20.000. En esta línea, los bancos argentinos alertaron que no pueden seguir guardando más unidades y que se requiere eliminar los papeles de menor denominación.
En especial, desde el sector bancario se apunta a bajar el volumen de los ejemplares de $1.000, debido a que "no hay más capacidad instalada para seguir guardando billetes", afirmó a la prensa Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA).
De todo el efectivo que circula en bancos y el público, que equivale a unos 11.069 millones de papeles, los de $1.000 representan el 49,8% de ellos (5.516 millones). Es decir, la mitad de los billetes, y esa cantidad enorme está dificultando su almacenamiento y traslado para los bancos.
"El volumen de billetes emitidos es tan disparatado que para ilustrar el problema si los alineamos ponemos uno al lado del otro podemos dar 43 veces vueltas alrededor de la Tierra o podríamos construir cuatro torres a la Luna", graficó Cesario.
Además indicó que si se toma la capacidad de guardar billetes de los 3 o 4 bancos más importantes, sumado el BCRA, "superamos la capacidad que tiene la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos para almacenar efectivo". Algo que genera diversos inconvenientes, como un costo alto para el guardado y traslado.
Y apuntó a reducir el gran volumen de billetes de $1.000 que existen, que hoy representa casi el 50% del total del circulante, pero Cesario le indicó a iProfesional que esa cantidad se podría bajar al 30% del total, "no más".
Es decir, con esa proporción alcanzaría para poder dar cambio y generar transacciones "sin problemas".
"Creemos que en situación de crisis se deben simplificar aún más los procedimientos para acelerar la destrucción y posterior desmonetización de billetes y optimizar recursos", concluyó el presidente de ABA.
Billetes, cuestión central para los bancos
Si bien el Banco Central empezó este año a emitir billetes de mayor denominación, como los de $10.000 y $20.000, el problema es el bajo poder de compra de los pesos respecto a la inflación acumulada en los últimos años.
Es decir, hoy con un papel de $1.000 apenas se logra comprar un yogurt o alfajor de determinada segunda marca. O apenas sirve para un solo viaje en subte. En resumen, ya no alcanza para nada.
Ni siquiera los nuevos papeles de máxima denominación, que son los de $20.000, permiten comprar productos o servicios determinados. Por ejemplo, apenas posibilitan comprar un kilo de helado artesanal o dos kilos de carne. Pero un solo ejemplar no permite adquirir otros artículos, como una caja de alfajores Premium o un almuerzo para dos personas.
Si bien desde los bancos aseguran que esta nueva cifra con la imagen de Alberdi sirve para reducir el volumen de uso de efectivo, desde que se anunció hasta el momento el de $20.000 perdió la mitad de su valor, porque hoy se debería emitir un billete del doble de ese monto para que el poder de compra se equipare al que tenía cuando se anunció principios de enero. Es decir, se debería lanzar un ejemplar $40.000.
De hecho, al convertirlo a dólares ya se nota su bajo valor. Es que un billete con la imagen de Juan Bautista Alberdi representa u$s17,8 al tipo de cambio libre, por lo que todavía se encuentra más abajo de las cifras que tienen las máximas denominaciones de la región, que se ubican en un rango equivalente de entre u$s25 a u$s35.
Desde el mercado se espera que se coloquen a circular entre bancos y el público los 230 millones de billetes de $20.000 que fueron traídos desde China.
A ello se le agrega el dato que hoy circulan 736,7 millones de unidades de ejemplares de $10.000, que es la segunda denominación más alta en circulación.
Propuestas de bancos y menos efectivo
Ahora bien, desde las entidades bancarias representadas en ABA, se subrayó en la desmonetización de la economía para manejar menos volumen de efectivo.
Además, se propuso incentivar el uso de medios de pagos digitales y la utilización de NFC y contacless para tanto favorecer como facilitar las transacciones.
También los bancos solicitaron disminuir el impuesto al cheque para favorecer su mayor uso y desincentivar el uso de efectivo.
Por último, se pidió también bajar impuestos provinciales y municipales para que el sector pueda ser más competitivo.
"No hay nada por lo que hemos peleado más que por poder trabajar de bancos", concluyó Cesario, respecto a la situación actual del rubro, con la normalización paulatina de las transacciones financieras y de la concepción básica de prestar dinero y captar depósitos.-