Alberto Fernández y Guzmán apuestan a los dólares de la soja: ¿podrá posponerse o evitarse una devaluación?
En los últimos días, la soja tocó el precio más alto de los últimos cuatro años, y encendió la discusión respecto a qué "mano" adicional le puede brindar al Gobierno este probable ingreso extra de dólares, por la liquidación de las exportaciones.
Incluso, algunos economistas, con calculadora en mano, se preguntan si esta diferencia a favor de divisas que obtendrá el Estado puede llegar a evitar, o no, una devaluación.
Lo cierto es que la tonelada de soja superó los u$s437, hecho que ha despertado muchas expectativas en cuanto a si Argentina puede captar este "viento de cola" y, por lo tanto, aliviar las tensiones en el mercado cambiario.
Para responder este interrogante que se abre, es importante analizar las causas que están detrás de esta suba dentro del conjunto de variables que intervienen en el mercado de cambios, para conocer cuál es el panorama general que trasciende una de las tantas variables, que es el valor de uno de los commodities.
En este escenario, hay una pregunta que ronda en la City: ¿los dólares de la soja pueden evitar una fuerte devaluación de la moneda?
"Una primera causa del rebote del precio de la soja es el repunte de la actividad en los principales mercados internacionales, de la mano de menores restricciones y cuarentenas. A modo de ejemplo, en Estados Unidos el nivel de actividad está sólo un 3% por debajo de los niveles pre-pandemia, mientras que en Argentina el EMAE muestra para el 2020 un caída acumulada a agosto del 12,5%, o del 11,6% interanual", afirmó Roberto Geretto, economista jefe del banco mayorista CMF.
Esto se explica, según este economista, por las amplias medidas de estímulos realizadas en las principales economías, donde Argentina no tiene esas mismas herramientas para utilizar a nivel local.
"El país no puede tomar deuda por estar en default, tampoco hay reservas suficientes, y una política monetaria expansiva es menos efectiva que en los principales mercados, porque en momentos de crisis el público demanda menos pesos, todo lo contrario de lo que ocurre con el dólar. Sólo ayudó en este punto el bajo nivel de monetización al inicio del 2020", resume Geretto a iProfesional.
A su vez, existen otras señales que brindaron impulso a la economía mundial, más allá de la actual segunda ola de contagios de Covid-19 en Estados Unidos y Europa se presentaron como un nubarrón, que son los recientes anuncios de los avances en el desarrollo de varias vacunas con alta efectividad, que ayudaron a que los temores no se incrementen.
"Por tanto, no se espera que haya nuevas medidas masivas de confinamiento en dichos países, consolidándose el repunte económico post-pandemia", asegura Geretto.
Otros impactos en la soja
Lo cierto es que hay otros factores que ayudan a nivel global que el precio de la soja haya subido con fuerza, aunque la duda está puesta en el verdadero impacto que eso tenga en la recaudación de las arcas argentinas, y que eso salve de una devaluación.
En general, otra variable que ayuda al repunte de la soja es la debilidad del dólar, haciendo que la soja "valga más" en términos relativos porque se devalúa la moneda contra la cual cotiza.
De hecho, el "dólar index", que mide el valor del dólar respecto a una canasta de las principales monedas, "está en niveles más bajos desde el 2018", afirma Geretto.
Los expertos indican que la victoria de Biden en Estados Unidos, junto con una Fed que proyecta que las tasas en cero continuarán hasta entrado el 2022, son las causas principales del bajo valor de este dólar. También se puede agregar el menor riesgo por las prometedoras vacunas contra el Covid-19.
Y puntualmente, respecto a la soja, el fenómeno climático denominado "la niña" está detrás del aumento del valor de este grano, donde se han reducido las proyecciones de producción e inventarios de soja.
En base a lo anterior, la soja ya ganó un 25% en lo que va del 2020, logrando retomar sus valores máximos desde el 2016, y a un paso de alcanzar sus registros máximos desde el 2014.
"Si bien no es la soja del 2008 o 2012, por la crisis del Covid-19 su precio venía desde mínimos del 2009 y tuvo un rebote muy fuerte. Todo hace pensar que las causas mencionadas que están detrás del repunte van a continuar, y para los próximos meses se aguarda que llegue a un máximo de u$s450 por tonelada, desde los actuales u$s437, aunque no va a ser un camino lineal", sostiene Geretto.
Dólares de la soja
En cuanto al impacto real de este elevado precio de la soja en el ingreso de dólares para el Gobierno, y las posibilidades o no de evitar una devaluación, los números son contundentes.
"Suponiendo una cosecha que cae en cantidades un 10% en 2021, algo que por el momento es peor a las estimaciones, junto con un valor promedio de u$s444 de la soja, sólo este cultivo podría aportar casi u$s3 mil millones más al mercado de cambios", estima Geretto.
Y agrega: "Haciendo cálculos similares para el trigo y maíz, en total, junto con la soja, podrán aportar casi u$s6 mil millones al mercado".
Tal como informó iProfesional, a pocos días de terminar el mes, las reservas internacionales se hunden 1.125 millones de dólares. Todo esto a pesar del "veranito financiero" y el rally de los mercados del mundo. Pareciera que, al menos para detener la caída de reservas, el Gobierno no encontró la "vacuna".
Por eso, el equipo económico se esfuerza en llegar a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en forma rápida. La teoría de Martín Guzmán es la misma que tenía cuando cerró el canje de la deuda: la apuesta a que mejoren las expectativas con la Argentina.
"No va a ser suficiente para la Argentina tener un acuerdo con el Fondo para calmar la crisis cambiaria. Porque eso, de alguna manera, está descontado. Creo que la mejor noticia que puede tener el Gobierno es la soja a u$s440 y que la cosecha que se va a liquidar el año que viene va a ser buena. Pero el FMI le va a pedir que libere un poco el cepo, al menos para las empresas, y eso va a generar tensiones", describió un banquero del exterior, en diálogo con iProfesional.
En resumen, este monto recaudado extra por el incremento en el precio de la soja, para este economista sólo va a servir para financiar el repunte en las importaciones que traerá el rebote en la actividad post-pandemia, que puede pasar desde los u$s42 mil millones a u$s48 mil millones en 2021.
"Por lo tanto, es muy difícil que el repunte de la soja en los actuales valores pueda revertir el estrés cambiario que tiene la macroeconomía, aunque toda ayuda es bienvenida", concluye Geretto.
Es que los dólares extras que ingresarán por el mayor valor de la soja se verán contrarrestados por la mayor demanda de divisas que habrá para cubrir el incremento de importaciones de insumos y productos finales, hecho que traerá el repunte de la actividad económica dentro de unos meses, tras ser contenida la pandemia.