Ahora te van a pagar más por un plazo fijo: ¿te conviene poner tus pesos o podés perder contra la inflación?
El Banco Central (BCRA) decidió responder al mal dato de inflación de octubre con una nueva suba de tasas al rendimiento de los plazos fijos. La llevará a 37% para los minoristas que depositen hasta $1 millón y a 34% para el resto de los depositantes.
El dato de inflación de octubre, que marcó 3,8% y resultó un punto mayor a la cifra de septiembre, fue, a la vez, el valor más alto desde noviembre del año pasado (cuando la inflación mensual había sido 4,3%).
La intención de la entidad que conduce Miguel Pesce es, precisamente, darle un sendero de tasa positiva a los ahorristas. Como respuesta, llegó la suba de tasas que dejará un rendimiento mensual 3,08% para los minoristas y 2,8% para el resto de los depositantes.
Más allá de las intenciones, si el dato de inflación de octubre se repite, entonces, quienes dejen sus pesos en el banco seguirán perdiendo. Las proyecciones del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) no ven a la inflación bajando de 3,5% en los próximos 6 meses.
¿Tasa positiva?
Si bien los analistas perciben como una buena señal este incremento en los rendimientos, afirman que la tasa -a contramano de lo que busca el BCRA- será negativa en términos reales, tal como venía sucediendo.
"Las tasas del mercado están mucho más altas y se desarmaron plazos fijos para irse a otras alternativas, como Letras, que pagan mejor. Hoy, una tasa de inflación arriba de 3% ya torna negativa a la nueva remuneración de los plazos fijos. Octubre dio 3,8% y se podría decir que ese será el piso", sostuvo Gabriel Caamaño, socio de Consultora Ledesma.
"Creo que remunerar mejor a los depositantes es una decisión correcta. La intención es clara. Sin embargo, dadas las expectativas de inflación para los próximos meses, el premio a los pesos se queda muy corto. El rendimiento real anualizado está 12 puntos debajo del aumento esperado del costo de vida para los próximos 3 meses", señaló Nery Persichini, jefe de estrategia de GMA Capital, al comparar el rendimiento de 34% que obtendrán los depositantes más grandes.
En el caso de los minoristas, que se llevarán desde mañana 37% por sus pesos, el economista calculó que el rendimiento real será negativo en 9 puntos.
"Con el dato de inflación de octubre, estamos hablando de un ritmo anual de 56%. Es imposible llevar la tasa o el ritmo de devaluación 20 puntos hacia arriba. Es un número muy alto. Pero hay una diferencia entre ese incremento muy difícil de alcanzar y la suba de sólo 3 puntos porcentuales. Yo creo que ese es el problema", acordó Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.
Respecto de las expectativas de devaluación, Persichini también apuntó que son altas frente a la tasa actual. "Con una brecha cambiaria en la zona de 80% o 90%, las expectativas de devaluación son muy altas. Esta percepción atenta contra la idea de ahorrar en pesos, por lo que la tasa exigida es todavía mayor", dijo.
Eric Paniagua, economista de Epyca consultores, coincidió en que la nueva remuneración quedará rezagada con respecto a la inflación proyectada. "La suba, más allá de que permite recomponer parte del poder adquisitivo de los inversores, no basta para que podamos hablar de una tasa positiva", sentenció.
"En este punto no hay que engañarse, ya que el BCRA transita por un delicado equilibrio. Una tasa muy negativa desalienta los depósitos y lleva más liquidez al sistema económico pero una tasa muy positiva frena las intenciones de tomar créditos para inversiones productivas", explicó.
Y concluyó: "Con esto da toda la impresión que la autoridad monetaria está ‘administrando’ las derrotas o victorias de los jugadores, sin permitir que los depositantes ganen en términos reales pero sin conceder tampoco una pérdida importante".
Para quienes tengan como objetivo cubrirse de la inflación, la apuesta más segura es la del plazo fijo UVA, que ajusta su capital por CER.
De acuerdo a las estimaciones de Lorena Giorgio, economista principal de Econviews, en octubre este tipo de colocaciones ya pagó un rendimiento mayor al que ofrecían los plazos fijos tradicionales.
El punto flojo del plazo fijo UVA viene por el lado de la duración, ya que tienen un horizonte mínimo de 90 días. Si bien existe la versión precancelable, que permite retirar el dinero a partir del día 30, en caso de hacerlo se pierde el ajuste por inflación y el ahorrista se lleva una tasa fija. Esta última remuneración también subió a partir del ajuste de tasas que se informó este jueves: pasó de 28,5% a 30,5%.
Los números que dejó octubre
El stock de plazos fijos tradicionales en octubre mostró el menor atractivo de estas colocaciones, en un mes donde la tasa mínima regulada quedó muy por debajo de la inflación y la brecha cambiaria marcó máximos, con el dólar blue en $195.
En promedio, el stock de plazos fijos del sector privado tuvo una caída mensual de $14.775 millones. La merma es mucho más pronunciada si se compara el saldo al último día de cada mes. En este caso, octubre muestra un retroceso de más de $111.000 millones en el stock de plazos fijos.
La retracción de los depósitos a término representó un cambio de tendencia respecto de los últimos meses ya que el último desarme en esas colocaciones se había visto en abril. En aquel mes, precisamente, el BCRA decidió poner en marcha su política de remuneraciones mínimas.
Con respecto a la dinámica del mes pasado, el organismo que conduce Miguel Pesce atribuyó la caída a los movimientos de los grandes depositantes.
"Luego de la primera semana de octubre, las colocaciones a plazo fijo mostraron un cambio de comportamiento, que fue motivado por los depósitos de más de $20 millones, segmento en el que operan empresas y Prestadoras de Servicios Financieros, entre las que se destacan los FCI (fondos comunes de inversión)", afirmó en su informe mensual.
Según el BCRA, el desarme "estuvo asociado, por un lado, a las licitaciones de Bonos del Tesoro vinculados al valor del dólar hacia las cuales se habrían canalizado parte de estos fondos".
Y, por otra parte, "a un cambio en la composición de la cartera de los FCI Money Market que aumentaron sus depósitos a la vista remunerados" y para ello desarmaron "su posición en inversiones a plazo con opción de cancelación anticipada, ambos instrumentos con remuneraciones similares".
Desde las administradoras de FCI, en tanto, suelen remarcar la poca predisposición de los bancos -que están hiper líquidos en pesos- a pagarles la tasa mínima establecida por la autoridad monetaria. "No nos toman plazos fijos", se suelen quejar en las mesas. Ante esa situación, los portfolio manager terminan dejando los pesos en cuentas remuneradas a la vista.