Un informe estima un estancamiento en la venta de autos para 2024: ¿alcanzará con las exportaciones?
El año pasado concluyó con una contracción de la actividad económica estimada en 3% por los desequilibrios fiscal, monetario y cambiario, que se exacerbaron durante todo el período y derivaron en un cambio de gobierno. Mientras tanto, la nueva gestión intenta encarar un proceso de corrección de esos desequilibrios, y un fuerte shock desregulatorio para poner la economía en una senda de crecimiento sostenido.
Sin embargo, este ordenamiento implica una nueva caída de la actividad económica en 2024 del orden del 4% producto de las medidas que el ex presidente Alberto Fernández priorizó durante la campaña electoral como el mix de medidas fiscales expansivas para alentar el consumo privado, financiándolas con emisión monetaria.
A su vez, la reticencia a liberar el mercado de cambios derivó en un severo freno a las importaciones, lo cual perjudicó la producción industrial, más allá del famoso paquete de medidas expansivas conocido como "Plan Platita" que fue financiado con emisión monetaria, disparando la inflación a niveles persistentes de dos dígitos mensuales.
Informe revela que la venta de autos se estancará en 2024
Por lo menos así lo describe un informe elaborado por el área de Research del BBVA y su economista Mario Iparraguirre para explicar cómo este escenario macro impactó en el sector automotriz y estimar las proyecciones de producción y venta del sector para este 2024.
El documento se conoce casi en simultáneo con el informe mensual de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) que da cuenta de 33.727 unidades patentadas durante enero pasado, lo que representa una baja del 33% interanual, ya que en enero de 2023 se habían registrado 50.363 patentamientos.
Si la comparación es con diciembre, se observa una suba del 81,6%, ya que en el último mes del 2023 se patentaron 18.574 unidades que, de todos modos, no permite ocultar la caída de las ventas ocurrida por diversos factores como la erosión en el poder adquisitivo; la incertidumbre de los precios; la falta de algunos modelos y también los cambios del impuesto al lujo que ha postergado la decisión de comprar hasta entender bien la oferta disponible y su alcance.
Impacto negativo en el sector automotriz
Varios de esos factores están presentes en el documento del BBVA en el que, por ejemplo, se advierte que la continua caída de los salarios reales dificulta cada vez más la adquisición de un automóvil 0km cuyo esfuerzo aumentó 40% en 2023 y el necesario ajuste macroeconómico no dejará lugar a mejoras en 2024, teniendo en cuenta que la expectativa de compra de bienes durables se desplomó 45% en sólo un mes. Esto se explica por la insistencia de la actual administración en estabilizar la economía, lo cual impactará negativamente en los salarios reales y en el nivel de actividad.
En ese contexto, el dossier de la entidad financiera estima que este año las ventas de automóviles 0km en el mercado interno se ubiquen alrededor de las 300.000 unidades contra las 450.000 del año pasado, con precios que seguirán aumentando, más allá del 30% que se reflejó en diciembre pasado, en un contexto de recesión económica.
"Estimamos que, si el actual gobierno logra estabilizar la economía, los efectos positivos se comenzarán a percibir durante el segundo semestre de 2024. Por lo tanto, proyectamos que las ventas de automóviles nuevos caigan 20%, aproximadamente", anticipa el BBVA.
De todos modos, el informe explica que el sector automotor volvió a tener un desempeño destacado entre las diferentes ramas de la economía a pesar del adverso contexto macroeconómico local.
Agrega que el impulso estuvo dado por las exportaciones, ya que las ventas internas se vieron frenadas por la mala situación económica que causaron la sequía y los desequilibrios fiscal, monetario y cambiario.
Destaca también que la producción "estuvo resentida por la escasez de divisas que enfrentó el país y que derivó en una política comercial sumamente astringente a las importaciones".
En este marco y para no frenar el proceso de producción, las automotrices incrementaron significativamente la deuda comercial con sus casas matrices y proveedores, práctica extendida en todas las ramas industriales.
Incertidumbre futura
Ante un panorama de muy alta inflación y de brecha cambiaria por encima de 100%, el trabajo del BBVA estima que el 2024 sea un año similar al anterior para el sector y entiende que las buenas noticias vendrán de las exportaciones de vehículos, pero no de las ventas internas que no despegarán, así como también caerá la demanda de usados.
Las predicciones negativas para el sector del banco de origen español se dan incluso a pesar de que en el cuarto trimestre del año pasado, la producción automotriz superó al total de la industria en más de 20%.
También, de que el sector ha sacado provecho de la Ley de Promoción de Inversiones para fomentar sus exportaciones, permitiendo el ingreso de dólares cuando escaseaban como consecuencia de la sequía.
"El sector no quedó exento de la rigidez de las restricciones cambiarias y a las importaciones en el segundo semestre de 2023", asegura el informe que recuerda "el gran dinamismo que gozó el sector en el 2023 liderando el avance de la industria".
Sin embargo, en el segundo semestre recortó su crecimiento haciendo que la fabricación de automotores cayera 3% y la de autopartes, 3,5% entre ambos semestres y no pudo compensar la caída en el resto de la industria y sintió también las consecuencias de las restricciones a la importación más allá de los beneficios de la ley.
Precios y exportaciones
En cuanto al nivel de precios de los vehículos, el paper asegura que creció menos que la inflación general haciendo de la compra de automotores un buen negocio aunque, paradójicamente, la proporción de préstamos prendarios cayó y se ubicó en niveles de 2004.
Sin embargo, las ventas de coches 0km en el mercado interno caen por sexto año consecutivo al compás de los salarios reales haciendo que el nivel de sus patentamientos quede totalmente rezagado respecto de los automotores comerciales y los motovehículos.
Capítulo aparte merecen las exportaciones que, para el banco, "han sido el motor de esta rama industrial durante los últimos años, sostuvieron su buena performance y registraron en 2023 valores similares a los de 2014".
Sin embargo, no han crecido respecto de 2022 por la profundización de las trabas a las importaciones que frenaron la producción de las automotrices.
En la actualidad, los autos representan 40% de las exportaciones de manufacturas de origen industrial y se encuentran apalancadas en acuerdos comerciales.
A su vez, la ley de promoción de inversiones apuntaló el perfil exportador de esta industria, además de que el tipo de cambio ha sido favorable para el resto del mundo.
En este contexto, el documento del BBVA repite que "las expectativas para 2024 son moderadas, ya que aunque prevemos que las exportaciones se mantengan en buenos niveles, el saneamiento de la macroeconomía que está encarando el actual gobierno no arrojará resultados positivos antes, como mínimo, del segundo semestre, haciendo que las ventas domésticas de autos (nuevos y usados) queden deprimidas".