¿Qué medidas se pueden adoptar para atenuar el impacto de la suba de aranceles de EE.UU.?
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El anuncio de la suba de aranceles por parte de EE.UU. sobre los productos importados ha provocado una crisis internacional. Analizamos las medidas que podrían atenuar el impacto negativo.
Indudablemente el incremento de los aranceles impuestos sobre los productos con destino exportación siempre constituye una mala noticia. El golpe a la economía y la actividad de las sociedades comerciales es insoslayable. Al encarecerse el costo de los bienes y servicios ofrecidos, los compradores optaran por recurrir al consumo interno.
Ahora bien, no todo está perdido: nuevas oportunidades pueden surgir si se logran instrumentar medidas económico jurídicas destinadas a sortear la crisis.
Nuevos acuerdos comerciales internacionales
Explorar la posibilidad de abrir nuevos mercados con otros interesados en adquirir nuestros productos sustituiría la caída en la participación en el mercado norteamericano. Surge un desafío: el tiempo. Un acuerdo comercial internacional requiere relaciones duraderas, confianza y un complejo entramado de convenciones jurídicos multilaterales públicas y privadas que no se resuelven de un día para otro.
Aranceles recíprocos
Esta medida puede aplicarse en dos facetas distintas: a) equiparar los aranceles a los colocados por el mercado externo o b) negociar una quita mutua que articule relaciones comerciales libres y agiles. La primera tiende a equipar la posible pérdida en la participación en el mercado y renegociar condiciones, la segunda a resolver definitivamente la problemática.
Mercado interno
Promover el consumo del ahora excedente de producción en el mercado interno evitaría una crisis de corto plazo en el sector empresario privado. Si bien mantendría el margen de operatividad y el nivel de empleo, no supliría el corte en los ingresos de divisas extranjeras propias del mercado internacional.
Impuestos, tasas y contribuciones
Podría licuarse el monto de los aranceles si su equivalente es descontado a través de la quita o baja de impuestos en los productos de producción local destinados al consumo internacional. Esta medida, en primer término, dejaría sin efecto el impacto de la suba arancelaria, pero por otro lado acarrea las siguientes complejidades: a) desfinancia las arcas el estado por un lado y b) constituye un subsidio que podría luego ser requerido por otros sectores ingresando así en una espiral interminable.
En síntesis, ninguna solución será mágica, pero el camino que se tome debe de materializarse mediante instrumentos jurídicos que doten de seguridad, reglas claras y credibilidad a largo plazo.