Los dólares financieros subieron y superaron al blue, con el mercado en alerta máxima por el clima global
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El dólar blue se vendió este jueves con una baja de cinco pesos, a $1.310 en las cuevas del microcentro porteño. En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.320 (+1%), mientras que el dólar MEP operó en $1.319 (+0,4%).
La incertidumbre en torno al acuerdo con el FMI y las tensiones cambiarias han reavivado en el mercado comparaciones con episodios previos de inestabilidad. Los analistas señalaron que, si bien existen similitudes con crisis pasadas, las condiciones macroeconómicas actuales presentan diferencias sustanciales. En particular, destacaron que la evolución del tipo de cambio real y la presión sobre las reservas del Banco Central han generado preocupación, aunque el equilibrio fiscal y la menor exposición de la deuda en manos de inversores extranjeros brindan un contexto más sólido en comparación con 2018.
Para los especialistas, la reciente suba de los dólares financieros y las intervenciones del Banco Central recuerdan a momentos de tensión como los vividos en junio y julio del año pasado. Sin embargo, explicaron que el Gobierno mantiene un firme compromiso con la estabilidad del tipo de cambio, clave en su estrategia de desinflación. A su vez, remarcaron que la posibilidad de acceder a financiamiento del FMI no responde a una necesidad urgente de cubrir vencimientos de deuda, sino a la intención de fortalecer el balance del Banco Central y generar condiciones para una futura normalización del mercado cambiario.
Fuentes de mercado indicaron que la falta de definiciones concretas sobre el régimen cambiario y las condiciones del acuerdo con el FMI han pesado más que los avances en materia fiscal y monetaria. Si bien la acumulación de reservas continúa siendo un desafío, los expertos coincidieron en que la incertidumbre actual no implica necesariamente un quiebre en el esquema económico vigente. La llegada de la cosecha gruesa y el potencial impacto positivo del acuerdo con el Fondo podrían ser factores clave para estabilizar las expectativas en los próximos meses.
En este contexto, los analistas advirtieron que, aunque el escenario es menos frágil que en crisis anteriores, no está exento de riesgos. La magnitud de la deuda en pesos sigue siendo un punto de atención, ya que cualquier pérdida de confianza en el programa económico podría derivar en una mayor presión sobre el tipo de cambio. No obstante, destacaron que el gobierno parece contar con más herramientas para enfrentar estos desafíos, por lo que la clave estará en la capacidad de sostener la estabilidad mientras se terminan de definir las condiciones del acuerdo con el FMI.
Las dudas sobre el esquema cambiario
La volatilidad en los mercados continúa, marcada por la incertidumbre en torno al acuerdo con el Fondo y el futuro del esquema cambiario. Desde Grupo IEB señalaron que, a pesar del respaldo del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el Congreso y la confirmación del Presidente sobre un acuerdo en abril, la caída en las reservas del Banco Central y la falta de definiciones concretas generan preocupación en el mercado. La situación actual recuerda a los meses de junio y julio del año pasado, cuando tras un período de fuerte acumulación de reservas, el Banco Central comenzó a vender divisas y se desató una escalada en los tipos de cambio financieros.
Los expertos de la sociedad de bolsa explicaron que la falta de señales claras ha llevado a los inversores a cuestionar la política cambiaria, provocando una suba del Riesgo País y sostenidas ventas de divisas por parte del Banco Central. En marzo, las ventas superaron los u$s700 millones, reflejando la creciente presión sobre el tipo de cambio.
Además, los analistas destacaron que la percepción de que el FMI podría exigir modificaciones en el régimen cambiario ha generado incertidumbre. Sin embargo, el gobierno ha manifestado su intención de mantener la estabilidad del tipo de cambio como un eje central del plan de desinflación, junto con el superávit fiscal y la disciplina monetaria. Estas políticas han sido los principales logros económicos de 2024 y resultan clave en la estrategia oficial de cara a las elecciones de medio término.
Impacto de las tasas de interés y las expectativas inflacionarias
Para Grupo IEB, otro factor de presión es el comportamiento de las tasas de interés, influenciado por la percepción de una "escasez de pesos" derivada de la política de Base Monetaria Amplia. Este fenómeno afecta las ecuaciones de costos y podría tener un impacto sobre la inflación en los próximos meses.
A esto se suma el estancamiento en las expectativas inflacionarias, evidenciado en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Con la proximidad de las elecciones de medio término, el gobierno busca evitar cualquier ajuste abrupto que pueda afectar la estabilidad lograda en los últimos meses.
Los especialistas de Grupo IEB detallaron que el acuerdo con el FMI tiene como objetivo principal sanear el balance del Banco Central, utilizando los fondos para recomprar Letras Intransferibles del Tesoro, cuyo stock ronda los USD 23.000 millones. Este mecanismo permitiría fortalecer el balance de la autoridad monetaria y mejorar la percepción del mercado sobre la solidez de las reservas.
Si bien la portavoz del FMI, Julie Kozack, aseguró que el monto del acuerdo será significativo, el mercado sigue a la espera de precisiones sobre el calendario de desembolsos. Los analistas remarcaron que, aunque la inyección de fondos mejorará la "foto" del balance del Banco Central, la "película" del flujo de acumulación de reservas sigue generando incertidumbre.
Nuevo acuerdo con el FMI: diferencias y similitudes con la crisis de 2018
La negociación de un nuevo acuerdo con el Fondo ha generado dudas en los mercados sobre la sostenibilidad del plan económico actual. Ante esto, los especialistas de la consultora económica FMyA (Fernando Marull y Asociados) analizaron la situación y la compararon con el contexto previo al sudden stop de 2018. Si bien existen algunas similitudes, como el nivel del tipo de cambio real, los expertos sostienen que la economía argentina atraviesa un momento diferente en términos de equilibrios macroeconómicos y necesidades de financiamiento.
Desde la consultora señalaron que la principal similitud entre ambos períodos es el nivel del tipo de cambio real. Ajustado por inflación y medido en pesos de 2025, el dólar de principios de 2018 equivaldría a aproximadamente $1.223 actuales, un nivel comparable con el contado con liquidación (CCL), que ronda los $1.290. En tanto, el dólar oficial se encuentra por debajo, en torno a los $1.070.
Sus analistas explicaron que en 2018 no existían controles de cambio y el valor del dólar oficial y el paralelo eran los mismos. En la actualidad, aunque el tipo de cambio real se encuentra en niveles similares, la dinámica macroeconómica presenta notables diferencias respecto a aquella crisis.
Un equilibrio fiscal que marca la diferencia
Para FMyA, una de las principales diferencias entre ambos momentos es la situación fiscal. En la actualidad, el gobierno sostiene el equilibrio fiscal con un superávit primario del 1,8% del PBI en 2024 y una proyección del 1,5% para 2025. Este resultado financiero cercano a 0% contrasta con el déficit primario del 4% del PBI registrado en la antesala del sudden stop de 2018, cuando el déficit financiero alcanzaba el 6%.
Los especialistas de la consultora económica detallaron que este contexto de mayor equilibrio reduce la vulnerabilidad de la economía y disminuye la necesidad de financiamiento externo, un factor que fue clave en la crisis de 2018.
Otro punto clave se encuentra en el déficit de cuenta corriente. Los expertos de FMyA indicaron que actualmente se proyecta en menos del 1% del PBI, un nivel financiable, mientras que en 2017 y 2018 alcanzaba casi el 5%. En aquel momento, el desbalance era cubierto mayormente con flujos de inversores extranjeros en busca de retornos elevados en dólares, lo que generaba una dependencia del financiamiento especulativo.
En contraste, en la actualidad el mercado financiero argentino tiene una exposición mucho menor al capital extranjero, lo que disminuye el riesgo de salida abrupta de fondos especulativos y, por ende, reduce la posibilidad de un shock similar al de 2018.
Diferencias en el perfil de vencimientos de deuda
Los analistas de la consultora apuntaron que, si bien el stock de deuda en pesos es mayor que en 2018 (ascendiendo a u$s76.000 millones, equivalentes al 20% del PBI), su composición y perfil de vencimientos son diferentes. En 2018, el 80% de la deuda denominada en pesos vencía en el corto plazo, generando una alta presión sobre el mercado. En cambio, en la actualidad, una parte importante de los vencimientos se trasladó a 2026-2028, lo que reduce los riesgos inmediatos.
Otro aspecto clave es la exposición de la deuda a tenedores extranjeros. En 2018, los no residentes poseían cerca de U$S 27.000 millones en deuda en pesos, mientras que hoy apenas representan el 1% del total. Esto disminuye la posibilidad de una corrida de capitales similar a la vivida hace seis años.
Pese a estas diferencias, los especialistas de FMyA reconocieron que el nivel de reservas netas del Banco Central es un factor de debilidad. Mientras que en 2018 el stock ascendía a U$S 38.000 millones antes del sudden stop, en la actualidad se estima en -u$s5.000 millones.
Ante este escenario, los expertos explicaron que el gobierno acude al FMI no por una necesidad urgente de financiamiento, como en 2018, sino como una estrategia para reforzar las reservas del Banco Central y avanzar hacia una salida ordenada del cepo cambiario en los próximos meses.
Un plan económico con fortalezas, pero no exento de riesgos
Para Grupo IEB, la actual volatilidad del mercado guarda ciertas similitudes con el episodio de junio-julio de 2024, cuando el anuncio de la Fase 2 del programa económico logró calmar las tensiones cambiarias y reactivar la acumulación de divisas. Con la cosecha gruesa a punto de ingresar y el balance del Banco Central en proceso de mejora, los analistas creen que el escenario podría estabilizarse nuevamente.
Sin embargo, el factor tiempo juega un papel clave. Si el acuerdo con el FMI sufre demoras, la incertidumbre podría prolongarse y generar nuevas presiones sobre el mercado cambiario. A pesar de esto, los especialistas destacaron que la reciente escalada del dólar ha sido limitada y que, en términos reales, el tipo de cambio aún se encuentra en niveles bajos. En este contexto, la estrategia oficial sigue apuntando a evitar un salto discreto del tipo de cambio y garantizar que la liquidez en pesos siga siendo controlada.
Desde la consultora FMyA enfatizaron que, aunque los fundamentos macroeconómicos actuales son más sólidos que en 2018, el plan económico todavía enfrenta desafíos. En particular, el stock de deuda en pesos sigue siendo elevado, y una eventual pérdida de confianza en el programa podría generar presión sobre el tipo de cambio y el mercado financiero.
Por ello, sus especialistas concluyeron que, si bien la situación actual es diferente y presenta menores desequilibrios estructurales que en 2018, el gobierno debe mantener la disciplina fiscal y fortalecer las reservas para evitar episodios de volatilidad que comprometan la estabilidad económica.
A cuánto cotiza el dólar blue hoy
El dólar blue se ubicó en $1.310 para la venta y a $1.290 para la compra.
Cómo operan los dólares financieros
En el segmento bursátil, el dólar contado con liquidación (CCL) se negocia a $1.320 (+1%), mientras que el dólar MEP operó en $1.319 (+0,4%).
Cuál es el precio del dólar oficial
La cotización del dólar minorista del Banco Nación cerró a $1.094,50.
El dólar mayorista se negoció un promedio de $1.075.
Por su parte, el dólar turista se ubicó en $1.422,85.
La brecha cambiaria
Por último, la brecha cambiaria entre el dólar mayorista y los diferentes tipos de cambio, se encuentra de la siguiente manera:
• Blue: 22%
• CCL: 23%
• MEP: 23%