Se complica el "plan llegar": el dólar agro sigue lento y el blue aún tiene margen para subir
La semana pasada estuvo marcada por la extrema volatilidad en los mercados financieros, donde la nula liquidación del "dólar agro" exacerbó movimientos de precios en muchos sectores del mundo bursátil. La pregunta que se hace el mercado es sobre cómo será el devenir de los próximos días entre tantas noticias y también rumores. Aquí se intentará vislumbrar el panorama hacia adelante o al menos, remover algo de ruido innecesario.
Se venía advirtiendo que la liquidación de este nuevo tipo de cambio diferencial se encontraba con ciertos retrasos, sobre todo en lo que respecta a volumen comercializado en toneladas. Como primer acercamiento al "Dólar Agro", comenzó paralizado en sus dos primeras ruedas, luego tuvo sus liquidaciones relativamente acordes a lo que se esperaba, y a partir del viernes las divisas liquidadas comenzaron a caer paulatinamente hasta ser nulas el miércoles.
Ese día las malas noticias parecían no detenerse. El Banco Central vendía divisas por 197 millones de dólares en el mercado de cambios, los futuros de dólar cotizando tasas implícitas con fuertes alzas, intervención en el mercado de bonos, dólares financieros rozando valores máximos nominales, dólar informal con saltos de cotizaciones permanentes, etc.
Los precios parecían marcar lo que sería la antesala de algún evento disruptivo para el devenir de la economía argentina.
No obstante, para brindar algo de "claridad", la variable clave que parece estar mirando el mercado es el acaecer de la "bala de plata" de este 2023, que es el "dólar agro", y pondera con mayor relevancia el porcentaje de esos dólares que el Banco Central pueda retener. Por ahora, ha podido conservar en sus arcas un 48% de lo liquidado, mientras que el Dólar Soja 1 y 2 pudo retener un 65% y 74%, respectivamente. Todo apunta a que debería estar mejorando este número para considerar exitoso el programa.
Para ello se ha recurrido a emisión monetaria por $236.000 millones, lo cual es un 4,4% de la base monetaria vigente a finales de marzo. Si bien se encuentra en línea con lo emitido en el PIE II y significativamente por debajo del PIE I, es factible que genere presiones inflacionarias en una dinámica que ya comienza a mostrar signos de fragilidad.
Por el momento no es concluyente cómo se desenvolverá en el futuros sus liquidaciones, pero para quien escribe, el panorama en intenciones de venta sigue siendo claro: los precios actuales no seducen al productor a desprenderse masivamente de la soja y además que su valor en términos de dólar libre (llámese MEP/Blue), se ha visto reducido considerablemente en los últimos días, por lo que le quita atractivo vender un producto "dolarizado" como lo es la soja, para posicionarse sobre "billete", asumiendo brecha cambiaria que de nuevo alcanzó el 100%.
En cuanto a volumen comercializado, se encuentra atrasado frente a las ediciones anteriores, estando un -83% y -59% comparado contra el PIE I y II, respectivamente. Además, en su gran mayoría se trata de contratos "a fijar", es decir, que no le pone precio a la mercadería. Esto significa un dolor de cabeza para las liquidaciones de divisas, ya que lo que se busca a priori es finalizar el circuito comercial con la soja ya en propiedad de la exportación, plausible de ser cotizada a $ 300 por dólar.
Esto le significaría al sector exportador tener comprado a precio cierto el poroto mientras que el Banco Central vería llegar dólares liquidables en el segmento donde se negocia el "dólar agro".
Por lo expuesto anteriormente, considero necesario seguir de cerca los movimientos que puedan llegar a darse en esta "bala de plata" que probablemente condicione fuertemente el devenir de la economía argentina, que a priori verá reducido su saldo exportable en trigo, soja y maíz por unos u$s20.000 millones.
Dólar al alza, ¿está caro o barato?
En la semana pasada anotó subas importantes tanto para el segmento financiero como el informal. El mercado se encontró con volatilidad que no se veía desde hace ya tiempo, registrando máximos nominales para la divisa. A medida que la incertidumbre sobre el "dólar agro" crecía, el dólar libre no paraba de registrar subas, acorde a un comportamiento lógico donde la "dolarización" de carteras acude a brindar refugio sobre los pesos inestables. La gran pregunta es si nos encontramos en valores "techo" o puede seguir subiendo.
Bajo la premisa de que un valor solo es comparable medido en moneda homogénea, de un mismo momento de tiempo, resultan las siguientes conclusiones para el billete informal:
Si bien marcó máximos nominales, en términos reales nos encontramos:
- $15 por encima del promedio de 2023
- $8 por encima del promedio de 2022-2023
- $13 por debajo del promedio de 2021-2023
- $27 por debajo del promedio de gestión de A. Fernández.
Además, el overshooting registrado en octubre de 2020, que marcó los $195, hoy sería tener un dólar de $747. El pico registrado luego de la salida del ministro Guzmán, sería hoy tener un dólar de $576.
Probablemente en la semana se siga viendo algo de volatilidad sobre la divisa, atenta a la baja certidumbre económica y a múltiples rumores que acudieron a ensuciar aún más el panorama actual. En el escenario actual no se vislumbra demasiada claridad que pueda ser de alivio a las cotizaciones, y será clave analizar resultados concretos de medidas económicas a futuro cercano. La incertidumbre juega a favor del dólar y en contra del peso.
Bajo lo expuesto anteriormente, a los valores actuales, no luce un dólar "barato" en sí mismo, pero la historia nos demuestra que puede estar más caro.
El plan "llegar" comienza a ponerse cuesta arriba.