En plena corrida cambiaria, llega fuerte ola de subas de precios: en qué productos impacta
Algunas empresas líderes del sector de la alimentación aplicarán, desde el próximo lunes, nuevos aumentos de precios a los alimentos, en especial a comercios tradicionales -autoservicios y almacenes de barrio- y también a mayoristas, en lo que constituirá una segunda ola de remarcaciones en lo que va de abril.
De acuerdo a un relevamiento de iProfesional entre fabricantes, pequeños comercios y mayoristas, esta nueva ronda de ajustes se aplicará sobre algunos rubros sensibles de la mesa de los argentinos: lácteos, aceites, galletitas, azúcar y bebidas no alcohólicas.
Una pista de que las cosas vienen de mal en peor cuando se habla del fenómeno inflacionario: la consultora LCG -especializada en el monitoreo de los precios de los alimentos- dio cuenta de una suba promedio del 2% durante la tercera semana de abril. Se trata de la peor tercera semana del último año.
De hecho, la inflación punta-punta de las últimas cuatro semanas fue del 9,4%, siempre en el rubro de los alimentos. Si sólo se toma en cuenta las primeras tres semanas de abril, la inflación alcanzó al 7,6%.
En el caso de los lácteos, uno de los rubros más impactados por la aceleración inflacionaria, al incremento del 10% que habían tenido a comienzos de abril, algunas compañías sumarán un 8% adicional.
Para las leches -sobre todo las "larga vida"-, manteca y cremas, la suba de esta próxima semana será del 7%, que se suma a un porcentaje similar de hace 15 días. En lo que refiere al surtido de galletitas, el ajuste promedio será del 9%, que se añade al 4% de principios de este mes.
En bebidas no alcohólicas, la suba promedio fue del 8% hace un par de semanas, y ahora se añadirá entre 4% y 5%, según las distintas marcas.
En aceites, el nuevo incremento rondará el 7,7%. Aunque para algunas empresas, este aumento será el único de abril.
El capítulo del azúcar es un caso aparte. Si bien el aumento mensual va de entre 6% y 8%, lo concreto es que hay escasez en el mercado. Las mermas se notan, por ahora, en el mercado mayorista, donde las fabricantes pusieron tope a las ventas. A su vez, algunos distribuidores y mayoristas condicionan a sus clientes a llevar otros productos si quieren llevar paquetes de azúcar.
Precios en alza: un nuevo piso para la inflación
La dinámica inflacionaria se viene calentando: lo que hasta hace algunas semanas era una inflación promedio del 5%, pasó luego al 6% y rápidamente al 7% mensual. Este parece ser el nuevo piso para el IPC.
Algunos economistas, como Ricardo Delgado, presidente de Analytica, no descartan que el IPC de abril suba al 8%.
Por lo pronto, las propias proyecciones del Banco Central, en base a lo sucedido durante la primera quincena, hablan de un posible 7,5% para abril. Otra vez, con los alimentos en el podio de las subas de precios, lo que torna a esta dinámica como muy preocupante por el impacto social.
El peligro de una espiralización inflacionaria también tiene que ver con el recalentamiento del mercado cambiario de la última semana.
La escasez de dólares en el Banco Central impacta en la expectativa de los precios -de hecho, las empresas se ven obligadas, cada vez más, a traer sus productos por el canal alternativo del dólar- y, a su vez, la suba de las cotizaciones presiona sobre los demás precios de la economía.
Un círculo vicioso perfecto.
Massa tiene el diagnóstico: le faltan u$s10.000 millones para asegurar la estabilización de la economía de acá hasta fin de año. Es la mitad del costo de la sequía histórica; la otra mitad podría conseguirla apelando a los bolsillos de los organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el BID y la CAF.
No hay noticias de que el ministro vaya a conseguir ese faltante en el FMI. Algunas versiones mencionaban la posibilidad de que Massa vuelva a Washington esta misma semana. Esto no fue confirmado por el Palacio de Hacienda.
Consumo: se agranda la brecha entre comercios
Los números son elocuentes: en marzo, las ventas de los grandes supermercados crecieron 10,4% en relación a marzo de 2022. En cambio, en los comercios pequeños de barrios se notó una caída del 6% interanual, una merma que se hunde al 9,6% en el área metropolitana.
El relevamiento pertenece a la consultora Scentia, especializada en el monitoreo del consumo masivo, y que es conducida por Osvaldo del Río.
Es alarmante observar lo que sucede con las ventas de los rubros más sensibles. Acá una radiografía del mercado global (tomando en cuenta lo que sucede en las grandes cadenas de supermercados y también en los pequeños negocios de barrio).
En ese sentido, y siempre según las mediciones de Scentia, las ventas de alimentos cayeron un 2,8% durante marzo último contra marzo del año pasado.
Y en el caso de los productos ligados al desayuno y la merienda (lácteos, por ejemplo) mostró una baja del 3,3% interanual. En el caso de los productos de limpieza, ahí se nota un ajuste del 9,2% interanual. Se trata, incluso, de uno de los rubros donde más escalaron los precios.
Este escenario complejo seguramente se consolidará en los próximos meses, en medio de una inflación galopante.