Cuánto subirán tarifas de gas y electricidad para la clase media por quita de subsidios exigida por el FMI
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El Gobierno nacional comprometió en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un proceso de eliminación de subsidios a los usuarios de servicio energéticos que afectará plenamente a los sectores medios de la población, ya que las necesidades de los de bajos recursos se pondrá en marcha una tarifa social mientras que los de ingresos altos ya pagan prácticamente el valor real de la energía que consumen.
Si bien esa reducción de subsidios será gradual, tal como se reafirma en el staff report dado a conocer tras el anunció del nuevo entendimiento, la magnitud del aumento de las tarifas de gas y electricidad debería ser de al menos el 45% de lo que hoy paga un usuario residencial, ya que eso es lo que tiene de cobertura la factura final a cuenta del Estado nacional, mientras que el 55% restante está a cargo de los clientes.
Es que la idea que se analiza en el Ministerio de Economía es eliminar la segmentación tarifaria implementada por el gobierno de Alberto Fernández, y pasar a un esquema en el que todos los usuarios paguen el total de la factura sin subsidio. En los casos en que los hogares que no puedan afrontar esa carga se implementará la ayuda a través de una tarifa social con techos de ingresos y topes de consumo a determinar.
Como los sectores de la población de mayores ingresos ya pagan prácticamente el costo real de la energía con consumen, serán los integrantes de la clase media que hoy se identifican como N3 los que verán el mayor impacto del nuevo esquema, explicaron fuentes oficiales que aseguraron que de todas formas el gobierno viene trabajando en esa reducción mediante una tabla progresiva.
Segmentación tarifaria, dólar y costo de la energía
La clave será determinar en qué tiempos se va a aplicar esa quita de subsidios, considerando que hay otros aspectos que van a incidir en el costo de la energía como el deslizamiento del tipo de cambio a partir de la apertura del cepo, que tiene inmediato efecto en los costos de gas y electricidad ya que son valores históricamente dolarizados, por lo que habrá que ver dónde se estabiliza el dólar.
Un fenómeno a favor, en cambio, es que el costo de la energía también viene disminuyendo por el efecto de sustitución de importaciones de gas natural por la mayor capacidad de producción de Vaca Muerta, que resulta mucho más competitivo que el combustible de Bolivia que se importaba hasta fines de 2024 o los cargamentos de GNL que vienen en retracción año tras año, por lo que hay mucha incertidumbre sobre el efecto final de la ecuación.
Lo cierto es que con las bonificaciones en el precio de la energía eléctricas otorgadas a los segmentos N2 y N3 en marzo, la cobertura de costos del sistema eléctrico para la categoría residencial indica que, en promedio, el 54% lo aporta el usuario vía tarifas mientras que el 46% del costo lo aporta el Estado nacional, es decir lo que habría de quita como resultado del acuerdo.
En el caso del gas, con los nuevos precios del gas PIST, y las bonificaciones otorgadas a los mismos segmentos N2 y N3, la cobertura de costos de abastecimiento del fluido indica que en promedio el usuario residencial abona el 55% mientras el 45% del costo de abastecimiento es cubierto por el Estado nacional, es decir parámetros muy similares al del mercado eléctrico.
Las siete claves por subsidios del acuerdo con el FMI
Los esfuerzos en la reducción de los subsidios buscan mejorar la eficiencia del gasto público, reducir distorsiones en el mercado energético y garantizar que esos aportes lleguen a quienes realmente los necesitan. Esas metas deberían reflejar un compromiso con la eficiencia del uso de los recursos y la transición hacia un sistema energético más sostenible y competitivo.
Los puntos principales que habrpa que observar de ahora en más por el acuerdo con el Fondo incluyen:
1.Reducción de subsidios: Se decidió sumar medidas para disminuir los subsidios energéticos, priorizando la eliminación de aquellos no focalizados y ajustando las tarifas para reflejar los costos reales, especialmente para hogares de mayores ingresos y usuarios comerciales.
2.Eliminación Progresiva: Se proyecta una disminución continua de los subsidios energéticos en los próximos años, con metas específicas para 2029 y 2030.
3.Simplificación del Esquema: Se busca una revisión integral del esquema de subsidios energéticos, reemplazando la segmentación compleja por un único subsidio para hogares de bajos ingresos.
4.Transición hacia Costos Reales: Los precios regulados, como los de energía y transporte, se están ajustando para acercarse a los costos reales, alcanzando hoy un nivel de recuperación del 80%.
5.Impacto en el Presupuesto: La reducción de subsidios forma parte de un esfuerzo para racionalizar el gasto público, mejorar la sostenibilidad fiscal y liberar recursos para áreas prioritarias como infraestructura y programas sociales.
6.Reforma del Mercado Eléctrico: Se planea una serie de reformas para mejorar la competencia en el mercado mayorista de electricidad, normalizar su funcionamiento y fomentar la inversión.
7.Fondos Fiduciarios: Se prevé cerrar fondos fiduciarios extra-presupuestarios e ineficientes, manteniendo únicamente el fondo destinado a subsidios residenciales de gas.
Compromiso fiscal en proyección al 2030
En 2024, los subsidios al sector energético fueron de u$s 6.252 millones, un 35% menos que un año antes y su incidencia sobre el PBI fue del 1%, considerado el nivel más bajo desde 2009. Mientras que en 2014 los subsidios a la energía representaban el 12,1% del gasto primario, en 2024 esa incidencia se redujo al 6,5%, de acuerdo a la consultora Economía y Energía.
Entre enero y marzo de 2025, la tendencia a la baja continuó y los subsidios fueron de u$s 370 millones, es decir un 44% menos que en el primer trimestre del año pasado. En similares condiciones a las del arranque del año se proyectaba que en 2025 los subsidios totales del sector bajarán a u$s 4.433 y representarían 0,7% del PBI, el nivel más bajo desde 2007.
Pero ahora, el gobierno accedió con el FMI a profundizar la reducción del gasto y entre otros ítems terminar de atacar el rubro subsidios. Así, según el documento dado a conocer por el FMI, de acuerdo a un criterio de reducción progresiva, se espera que los subsidios energéticos disminuyan significativamente en los próximos años hasta alcanzar un 0,2% del PIB en 2029.
En cuanto a la focalización en Hogares Vulnerables, la estrategia incluye mantener únicamente un subsidio específico para hogares de bajos ingresos, en una reducción que forma parte de un esfuerzo más amplio para racionalizar el gasto público y mejorar la sostenibilidad fiscal.
Como parte de ese sendero de reducción el Gobierno tiene pendiente dar a conocer el resultado de la Revisión Quinquenal Tarifaria o RQT, que definiría un aumento en torno al 10% pero dividido en una serie de cuotas durante los próximos 12 meses, además de reconocer un sistema de actualización mensual siguiendo el ritmo inflacionario y de la evolución salarial.