Crisis hídrica en Uruguay: consumen agua salada y no hay stock de bidones
El agotamiento del stock de bidones en menos de dos horas en los comercios y el consumo de agua salada que sale de las canillas son algunas de las escenas que se están viviendo en la ciudad de Montevideo y zonas aledañas por la crisis hídrica sin precedentes que atraviesa Uruguay, a partir del descenso de las reservas de agua dulce del país, que rondan el 1%,en una situación que podría agravarse si no llueve en la próxima semana.
La capital uruguaya vive la peor crisis hídrica que se tenga registro, ya que la represa de Paso Severino (la principal fuente de agua dulce de la zona metropolitana), se encuentra prácticamente agotada por la sequía y se teme que en los próximos 10 días, el agua que salga de las canillas no sea potable.
Para asegurar el suministro en los hogares, el agua del río Santa Lucía comenzó a mezclarse con la del Río de la Plata, que contiene sal. Por el alto contenido de cloruro y sodio, que exceden lo aceptado por los sanitaristas, se recomendó a la población con hipertensión, problemas renales y otras afecciones de riesgo no consumir el agua.
Sin agua potable y restricciones con los bidones
Por las calles del centro, una de las imágenes más repetidas es la de gente caminando con bidones mientras continúa la restricción de un máximo de dos botellas de 6 litros por persona en cada compra.
El gobierno nacional buscó bajar el precio del agua embotellada con una reducción de impuestos, por lo que hoy un bidón ronda entre los 69 a 89 pesos uruguayos, aproximadamente 2 dólares.
En El Clon, una cadena de supermercados, se agotan los bidones en menos de dos horas. "Estamos reponiendo todos los días, recibimos 200 bidones por día y nos duran menos de dos horas. Al principio la gente venía y hacía mucha cola, tratamos de tener siempre stock, pero es difícil. Por eso tenemos la restricción de dos bidones por persona", indicó a Télam Martín Domínguez, encargado de una de estas tiendas.
Susana, de 75 años y jubilada, se sentó frente al Banco de Previsión Social para descansar y recordó que en lo que lleva de vida "nunca pasó algo así". "Es una sequía horrible. Va a ser muy difícil revertir esta situación", afirmó y contó que recibe dos bidones por semana, que no le alcanzan para beber y cocinar.
Sonia Sanguinetti, vecina montevideana, confesó que "no pensábamos llegar hasta este extremo, algunos podemos comprar, pero el problema es la gente que no tiene plata para poder costearlo".
Luego de declarar la emergencia hídrica en el área metropolitana de Montevideo, donde vive más de la mitad de la población, el gobierno uruguayo anunció el mes pasado la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica para "garantizar a los ciudadanos todos los recursos necesarios" que les permita enfrentar la sequía, sin embargo la ayuda no está llegando a los barrios más carenciados.
Ignacio Lorenzo, director de Limpieza de Montevideo e integrante del comité especial que se creó por la escasez de agua, contó que tuvieron que excavar en el Jardín Botánico de la ciudad para poder extraer agua, que se encuentra actualmente bajo estudios para saber si es segura.
"Hicimos una perforación de 64 metros y se encontró agua, y ahora se está determinando la calidad con un estudio microbiológico, para saber si es potable y si podemos usarla más allá del riego", comentó el funcionario y precisó que ese pozo genera 4.500 litros por hora.
La intendencia de Montevideo recibió el ofrecimiento de 200 vecinos de los pozos que tienen en sus casas para brindar agua a los demás ciudadanos.
"Es una situación sin precedentes, no está en nuestro registro histórico. El agua salada en los grifos, los peligros en la salud de las personas o que la gente tenga que ir a comprar agua embotellada era impensado", sostuvo Lorenzo.