Fundó una empresa de domótica que crea edificios inteligentes en Argentina: ¿cuánta plata se puede ahorrar?
Mientras estudiaba ingeniería electromecánica en la ciudad misionera de Oberá, Guillermo Corti empezó a automatizar algunas funciones y dispositivos de su departamento, como las luces, el aire acondicionado y el televisor, controlándolas desde su teléfono celular, que ni siquiera era un smartphone.
Una vez recibido, en 2010, trasladó la misma lógica a su oficina, y un cliente, al ver cómo manejaba el funcionamiento de su departamento a distancia, le pidió que hiciera lo mismo en su casa. "En ese momento, yo me dedicaba a hacer instalaciones eléctricas convencionales y no sabía qué era la domótica, aunque ya la estaba aplicando", cuenta Corti y explica que esta disciplina consiste en un conjunto de técnicas para automatizar una vivienda, incluyendo informática, electricidad, electrónica y electromecánica.
Así fundó Econtrol, una firma dedicada al desarrollo de sistemas para instalaciones domóticas y edificios inteligentes. En la compañía, ubicada en el Parque Tecnológico de Posadas, Misiones, trabajan actualmente 20 personas.
Aún hoy, aunque la automatización de edificios es cada vez más frecuente, no hay una carrera específica sobre domótica en el país. "En mi caso, estudié informática y electromecánica. La electrónica aprendí en forma autodidacta, integrando circuitos con prueba y error", cuenta el emprendedor.
Domótica: ahorro y eficiencia
Al contrario de lo que suele pensarse, las construcciones domóticas no son más costosas que las convencionales. "Nosotros desarrollamos un software propio, con lo que no hay que pagar regalías a una firma extranjera. Además, la instalación no requiere tender cables ni romper paredes, con lo que se ahorran materiales. Y el resto del costo se repaga a partir de la eficiencia energética", asegura Corti. "Una instalación eléctrica convencional en un edificio puede costar $5 millones y con domótica sale $4 millones, un 20% menos", ejemplifica.
Uno de los edificios emblemáticos en la aplicación de domótica es el tribunal de Cuentas de la ciudad de Posadas. Inaugurado a fines de 2020, tanto el sistema de refrigeración, iluminación, computadoras, impresoras, máquinas de agua y sistemas de alarma y seguridad en sus 12 pisos se controlan desde una aplicación. El sistema programa la climatización e iluminación de acuerdo al horario, la cantidad de personas y la temperatura exterior. También emite avisos automáticos sobre desperfectos de algún dispositivo o inestabilidad de la tensión.
Además de este edificio icónico en la capital de Misiones, Econtrol participó en la construcción de edificios inteligentes en la ciudad de Buenos Aires y en una clínica de Asunción del Paraguay.
Sustentabilidad y comfort
Una de las ventajas de la domótica es que se puede implementar por módulos, en forma escalonada. Se puede comenzar con los sistemas de iluminación, refrigeración y riego, y luego ir sumando la interconexión con otros dispositivos y electrodomésticos, muchos de los cuales ya vienen con sensores para interconectarse. De este modo, se suma eficiencia al programar, por ejemplo, el lavado de ropa para los horarios de menor consumo energético.
"Un paso más, de la mano de la Inteligencia Artificial, es que los sistemas tomen decisiones en base al contexto y la información previa brindada por el usuario. Entonces el sistema de riego se activa cuando hace más calor y se desactiva cuando hay mucha humedad o está pronosticado lluvia", explica Corti.
Los datos que se generan también permiten monitorear el consumo energético, de agua y medir la huella ambiental de los edificios. La idea es que este tipo de construcciones sustentables e inteligentes accedan a beneficios impositivos en base a su ahorro energético, y a bonos de carbono por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El fundador de Econtrol señala que "si bien la tecnología está disponible y accesible para que los edificios y viviendas se construyan con criterios de domótica, las regulaciones y los pliegos de licitación para construir edificios públicos no lo contemplan".
"La realidad es que, como ingeniero electromecánico, apruebo planos de instalaciones eléctricas que se hacen como hace 50 años cuando no existía internet ni la conectividad inalámbrica", dice. Por eso, en Posadas y otras ciudades se está impulsando una modificación al código de edificación urbana que contemple estos avances.