Las claves del éxito: qué dicen las cartas del multimillonario Warren Buffett a sus accionistas
Warren Buffett acostumbra a dirigirse a sus inversores a finales de febrero, así que es muy probable que en los próximos días se conozca el contenido de su nueva carta dirigida a los accionistas de Berkshire Hathaway.
Esta es una práctica que, según Jeff Gramm, autor de "Querido presidente", es la "mejor manera de aprender acerca del mundo de los negocios". ¿Quién mejor, sino los grandes presidentes, para indicarte cómo conseguir una carrera exitosa en el mundo empresarial?
Las mejores cartas de este tipo deben reflejar el pensamiento de su autor a largo plazo y mostrar los resultados obtenidos durante un largo periodo de tiempo, incluyendo también los momentos difíciles.
Cuanta más claridad den, mejor. Will Thorndike, autor de The Outsiders, afirma que "la claridad y concisión de estas cartas suelen correlacionarse en gran medida con rendimientos extraordinarios".
Las ventajas de dichos documentos son la falta de regulación, la revelación de datos importantes para entender el funcionamiento de la compañía, y cualidades como la confianza o la transparencia.
Esto no debe faltar en una carta a los accionistas
Para dar más detalle, esto es lo que una buena carta a accionistas debe traer consigo según una reciente publicación de Investing:
-Ser personales: son documentos opcionales y, por lo tanto, exentos de regulación, lo que permite a sus autores tener más flexibilidad para personalizar el mensaje y ensalzar el valor de las compañías.
-Transmitir confianza: Buffett es el maestro de todos. Su clave del éxito es tratar a sus lectores como sin fueran sus colegas de inversión, sus socios, inversionistas a los que debe una explicación real de los movimientos que ha hecho con el dinero.
-Destacar lo bueno y lo malo: dar detalles sobre evolución y perspectivas del plan de negocios, pero también ofrecer datos sobre los retos a los que se enfrenta la empresa, estrategias y más. Explicar lo bueno, pero también lo malo, dando ejemplos de cosas que también pueden haber salido mal. Deben explicar los retos, no los triunfos.
De qué hay que desconfiar
Phil Carret, inversor con gran experiencia, reconocía en MarketWatch, "desconfiaría siempre de una carta excesivamente optimista. Hay que conocer lo bueno, pero también lo malo, porque lo fácil es explicar lo bueno; y tené en cuenta otra máxima de Buffett, ‘alaba por nombre; critica por categoría’".
Buffett escribió lo siguiente en su carta de 1979: "Cuando recibas una comunicación nuestra, vendrá de la persona a la que estás pagando para administrar el negocio. Su presidente cree firmemente que los propietarios tienen derecho a escuchar directamente del director general lo que está sucediendo y cómo evalúa el negocio, en la actualidad y en el futuro. Lo exigiría en una empresa privada, así que no espere menos de una empresa pública".
Afortunadamente, no es el único que nos brindará su conocimiento por esta vía.
Jeff Bezos, cabeza visible de Amazon; Prem Watsa, de Fairfax Financial, a quien se le apoda el "Buffett de Canadá", o Tom Gayner, presidente de Markek y al que llaman el próximo Buffett, enviarán misivas a sus accionistas en los próximos meses.