Cómo surgió el fideicomiso que tiene apoyo del BID y qué hacen las start ups que pueden ser financiadas en dólares
Mientras se espera la próxima sanción de la ley de economía del conocimiento se oficializó la puesta en marcha de un fideicomiso financiero que acelerará proyectos de base científica, especialmente orientados a la creación de patentes. Cuenta con el apoyo del BID y de Ideality Roads, una incubadora de origen israelí que desde hace varios años viene dando soporte a la conformación de ecosistemas de emprendedores en el país.
Se trata del fideicomiso financiero CITES I, coordinado por el CITES, el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social de Sancor Seguros, y el Banco de Valores, además del BID, y otros inversores privados, entre ellos Ideality Roads. Su valor nominal alcanza los u$s24 millones, monto que se destina a inversiones en la etapa inicial de surgimiento, es decir, early stage start ups de base científico-tecnológica y sectores dinámicos de alta rentabilidad.
Los fondos que se apliquen en los emprendimientos seleccionadas permitirán al fideicomiso tomar participación accionaria en cada uno de esos proyectos, tal como está previsto en el plan de selección, desarrollo y aceleración y en el contrato de fideicomiso que, así, autorizará la oferta pública por los u$s24 millones.
El Banco de Valores participa como fiduciario y organizador de la emisión y de la colocación de los títulos mediante la oferta pública.
Las empresas a ser invertidas a través de este instrumento diseñan soluciones de alta tecnología orientadas principalmente al agro y a la medicina. Algunas de ellas están instaladas en Santa Fe, y ya tienen vinculaciones con institutos internacionales o exportan sus servicios de conocimiento a distintos países del mundo.
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Para convertirs en un un fideicomiso financiero de oferta pública, CITES debió dar un giro en su estrategia. Creado en 2013, el foco en aquel entonces era impulsar el capital emprendedor en estadio temprano. Analizó más de 1.000 start ups y mentoreó a unas 50, de las cuales unas 11 ya fueron invertidas y otras cuatro están en proceso de recibir sus inversiones. La inversión promedio que aporta CITES por start up es de unos u$s500.000.
A partir del trabajo conjunto con Ideality Roads se tomó la decisión de abandonar la idea inicial consistente en proveer servicios y adoptar el modelo israelí de incubadora de tecnología pues se considera que esta es la manera de crear un ecosistema de alta tecnologái diverso. Israel es considerado uno de los principales países en impulso de ecosistemas de emprendedores de alta tecnología y uno de los referentes en ascenso en el desarrollo de empresas de base tecnológica.
El cambio operado en CITES se focalizó en gestionar los flujos de inversiones, estructurar acuerdos de capital de riesgo en etapa temprana con universidades, industrias y otros actores del sistema científico y tecnológico además de buscarse sinergias y alianzas que se vieron plasmadas, en primer lugar, en iniciativas impulsadas en la provincia de Santa Fe.
Alta tecnología para agro y medicina
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Esa evolución concluyó en la conformación de este fideicomiso que permitirá a los inversores apostar al ecosistema de start ups de alta tecnología que se desarrollan en la Argentina y que, se estima, cobrarán mayor relevancia en el marco de la ley de economía del conocimiento, pronta a aprobarse en el Senado y a reglamentarse en tiempo récord.
La biotecnología es una de las actividades que tendrá mayor impulso a partir de la sanción de esta norma. Las ciencias agrarias y las ciencias médicas desarrolladas en la Argentina tienen una alta consideración en el mundo, de ahí las nuevas oportunidades que se prevén surgirán a partir de esta norma -considerada una política pública- y que generarán desarrollo en las distintas regiones del país.
Eolo Pharma, Rabdio, Phylum Tech, Crinsurance, Viewmind, iMValv y Nectras son algunas de las empresas que ya cuentan con el soporte de CITES y de Ideality Roads y que ahora tendrán la oportunidad de capturar inversiones a través del fideicomiso CITES I que busca erigirse como el primer venture builder de ciencia disruptiva.
Eolo Pharma se dedica al diseño racional de nuevos compuestos para enfermedades metabólicas y cardiovasculares y trabaja en conjunto con el insituto Pasteur de Montevideo.
RabDio que desarrolla un biofármaco para Nash, una enfermedad hepática caracterizada por la acumulación de grasa, la inflamación del hígado y la consiguiente lesión de células hepáticas que termina lastimando a ese órgano.
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Phylum Tech desarrolló una plataforma automatizada de detección de drogas en vivo para descubrir mejores compuestos. Fue una de las primeras invertidas por CITES, y después de tres años de estar apoyada por Sancor Seguros, hoy son una empresa independiente que factura $20 millones al año y ya venden sus servicios a laboratorios de Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Japón y China.
Crinsurance, en tanto, trabaja sobre la la seguridad de la crioconservación de muestras biológicas. Diseñó una solución que trabaja sobre el error humano de la ecuación en la preservación de células madre, semen y embrión.
Viewmind usa una tecnología de seguimiento ocular llamada eyetracking que permite identificar la aparición de la enfermedad de Alzheimer en su etapa presintomática a través de una evaluación neurocognitiva no invasiva y estandarizada que permite tener resultado en 10 minutos, con una anticipación de 10 años.
Nectras, en tanto, desarrolló trampas geoposicionadas en el campo que funcionan en base a feromonas que atraen a los insectos de interés. Por medio de sensores ubicados en las trampas se cuantifican los insectos que ingresan y, ante una cantidad determinada, se genera una alerta y una ruta de vuelo para que los drones salgan a pulverizar en las zonas que pueden estar afectadas por un insecto determinado.
Finalmente, iMvalv desarrolló una tecnología para evitar la ceguera. Para ello, diseñó una solución basada en válvulas en miniaturas activas para implantar en los ojos de los pacientes con glaucoma. Son vávulas que pueden controlar la liberación de líquido intraocular de modo que ayudan a reducir la presión y abrirse y cerrarse a voluntad.