Tutorial: cómo lavarse las manos para protegerse del coronavirus
Lavarse las manos es una de las mejores formas de protegerse y de proteger a su familia y a todo el entorno para no enfermarse ni contagiar enfermedades a otros. Sin embargo, una actividad que parece tan sencilla y que debería ser un hábito en todas las personas sin excepción, no lo es tanto.
Es por eso que resulta esencial comprender de qué manera es mejor realizar el lavado de manos, cuáles son los pasos básicos y cómo se puede eficientizar ese hábito para que realmente sea útil al momento de prevenir el contagio de enfermedades como el coronavirus.
¿Cuándo lavarse las manos?
Así, todas las personas pueden contribuir a mantenerse sanas y a mantener de esa misma manera a su familia y a su entorno. Si bien el lavado de manos es fundamental en todo momento, la realidad es que hay ciertas situaciones en las que resulta todavía más necesario, incluso indispensable.
- Antes, durante y después de preparar alimentos
- Antes de comer
- Antes y después de cuidar a alguien en su casa que tenga vómitos o diarrea
- Antes y después de tratar una cortadura o una herida
- Después de ir al baño
- Después de cambiar pañales o limpiar a un niño que haya ido al baño
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
- Después de tocar a un animal, alimento para animales o excrementos de animales
- Después de manipular alimentos o golosinas para mascotas
- Después de tocar la basura
5 pasos para lavarse las manos de forma correcta
Tal como se mencionó, lavarse las manos es fácil, y es una de las formas más eficaces de prevenir la propagación de microbios. Las manos limpias pueden detener la propagación de los microbios de una persona a otra y en toda la comunidad, desde sitios como su casa y lugar de trabajo hasta guarderías infantiles y hospitales.
Por eso, es muy importante seguir los siguientes pasos para que el lavado de manos sea eficaz y cumpla con su meta.
1. Se deben mojar las manos con agua corriente limpia (tibia o fría), cerrar la canilla y enjabonarse bien ambas manos.
2. Luego, es necesario frotar las manos con el jabón hasta que haga espuma. Los movimientos tienen que abarcar el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas, dado que son lugares que de otro modo no llegan a limpiarse adecuadamente.
3. El proceso debe durar por lo menos 20 segundos, no menos. Así hay mayores probabilidades de matar los gérmenes que puedan encontrarse en la superficie de la piel.
4. Luego, se aconseja enjuagarse bien las manos con agua corriente limpia, hasta que ya no quede nada de jabón.
5. Por último, se deben dejar secar las manos al aire o, en caso de no ser posible, hacerlo con una toalla o paño limpio; si es descartable, mejor.
El lavado de manos, siempre con jabón
Lavarse las manos con agua y jabón es la mejor forma de eliminar los microbios en la mayoría de las situaciones. Si no dispone inmediatamente de agua y jabón, puede usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. La forma de saber si el desinfectante contiene al menos 60 % de alcohol es leyendo la etiqueta del producto.
Los desinfectantes pueden reducir rápidamente la cantidad de microbios en las manos en muchas situaciones. Sin embargo, es necesario aclarar que los desinfectantes no eliminan todos los tipos de microbios.
Es posible que los desinfectantes de manos no tengan la misma eficacia si las manos están visiblemente sucias o grasosas.
Los desinfectantes de manos quizás no eliminen las sustancias químicas perjudiciales, como pesticidas y metales pesados.
Cómo usar un desinfectante de manos
El gel se debe aplicar en la palma de las manos y se deben frotar entre sí, tal como para el lavado de manos regular. Asimismo, se deben frotar el gel sobre todas las superficies de la mano, entre los dedos, la palma, el dorso, hasta que estén secas. Todo ese proceso dura alrededor de 20 segundos, igual que el lavado de manos estándar.
Cómo los microbios llegan a las manos y hacen que las personas se enfermen
Las heces de las personas o los animales son una fuente importante de microbios, como Salmonella, E. coli O157, y norovirus, que provocan diarrea, y pueden propagar algunas infecciones respiratorias, como el adenovirus y la enfermedad de pies y manos. Estos tipos de microbios pueden llegar a las manos después de que las personas usan el baño o cambian un pañal, pero también de formas menos obvias, como después de manipular carnes crudas que contengan cantidades invisibles de caca de animales.
Un solo gramo de heces humanas puede contener un billón de microbios. Los microbios también pueden llegar a las manos, si las personas tocan cualquier objeto que contenga microbios debido a que alguien haya tosido o estornudado sobre él o haya entrado en contacto con algún otro objeto contaminado. Si estos microbios llegan a las manos y no se eliminan pueden pasarse entre las personas y hacer que estas se enfermen.
Lavarse las manos previene enfermedades y la propagación de infecciones a otras personas
Lavarse las manos con jabón elimina los microbios de las manos, lo cual ayuda a prevenir infecciones por un conjunto de motivos, pero que se concentran en dos, esencialmente.
- Con frecuencia, las personas se tocan los ojos, la nariz y la boca sin darse cuenta. Los microbios pueden entrar al cuerpo por los ojos, la nariz y la boca y pueden enfermar.
Los microbios en las manos sin lavar pueden llegar a los alimentos y las bebidas cuando las personas los preparan o los consumen. Los microbios pueden multiplicarse en algunos tipos de alimentos o bebidas, bajo determinadas condiciones, y hacer que las personas se enfermen.
- Los microbios de las manos sin lavar pueden transferirse a otros objetos, como pasamanos, mesas y mesones, o juguetes y, luego, transferirse a las manos de otra persona.
Por lo tanto, eliminar los microbios mediante el lavado de manos ayuda a prevenir la diarrea y las infecciones respiratorias y podría incluso ayudar a prevenir infecciones en la piel y los ojos.
La educación es clave en este proceso
La educación sobre el lavado de manos en la comunidad tiene una gran cantidad de beneficios.
- Reduce la cantidad de personas que se enferman y presentan diarrea en un 23-40 %
- Reduce la enfermedad diarreica en las personas con sistemas inmunitarios debilitados en un 58 %
- Reduce las enfermedades respiratorias como los resfriados en la población general en un 16-21 %
- Reduce el ausentismo causado por enfermedad gastrointestinal en los escolares en un 29-57 %
No lavarse las manos perjudica a los niños en todo el mundo
Alrededor de 1.8 millones de niños menores de 5 años mueren cada año de enfermedades diarreicas y neumonía, las dos principales causas de muerte de niños pequeños en todo el mundo.
Lavarse las manos con jabón podría proteger a alrededor de 1 de cada 3 niños pequeños que se enferman con diarrea 2, 3 y a casi 1 de cada 5 niños pequeños con infecciones respiratorias como la neumonía.
Si bien las personas en todo el mundo se limpian las manos con agua, muy pocas usan jabón para lavarse las manos. Lavarse las manos con jabón elimina los microbios de manera mucho más eficaz.
La educación sobre el lavado de manos y el acceso al jabón en las escuelas pueden ayudar a mejorar la asistencia.
Lavarse bien las manos en las primeras etapas de la vida puede ayudar a mejorar el desarrollo del niño en algunos entornos.
Se estima que a nivel mundial el índice de lavado de manos después de usar el baño es de solo el 19 %.
Lavar las manos también previene la resistencia a los antibióticos
Prevenir casos de enfermedad reduce la cantidad de antibióticos que usan las personas y la probabilidad de que se desarrolle resistencia a estos medicamentos. Lavarse las manos puede prevenir alrededor del 30 % de las enfermedades relacionadas con la diarrea y cerca del 20 % de las infecciones respiratorias. A menudo se recetan antibióticos innecesariamente para estos problemas de salud. Reducir la cantidad de estas infecciones al lavarse las manos con frecuencia previene el uso excesivo de antibióticos, el factor que más causa resistencia a estos medicamentos en todo el mundo. Lavarse las manos también puede prevenir que las personas se enfermen por microbios que ya son resistentes a los antibióticos y que pueden ser difíciles de eliminar.