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Microemprendimientos: 5 claves para no fracasar en un proyecto y generar dinero

A la hora de armar un microemprendimiento no sólo basta con una buena idea, sino que se deben tener presente varios factores importantes para no fallar
16/06/2020 - 17:18hs
Microemprendimientos: 5 claves para no fracasar en un proyecto y generar dinero

Encarar un microemprendimiento puede ser sencillo desde el punto de vista que no precisa recursos significativos para empezar. Aunque no todo es fácil, porque existen otros factores que son mucho más determinantes que influyen en poder alcanzar el éxito con un proyecto sustentable a futuro, y que tienen que ver con aspectos organizativos y de enfoque.

Por eso se debe tener presente que un microemprendimiento es una idea de negocio que se inicia a pequeña escala y requiere de muy poca, o incluso nula, inversión de dinero.

Asimismo, otra de las características fundamentales de los microemprendimientos es que están liderados, gestionados y administrados por sus propios fundadores.

"Es la materialización de un sueño de una persona, una familia, o un grupo de amigos, que se ponen en marcha para llevarlo al plano de la realidad y mantenerlo a largo plazo", introduce a iProfesional Daniela De Lucia, coach profesional y emprendedora.

Para lograr este desafío y lograr una gestión exitosa, los microemprendedores deben estar comprometidos con el negocio.

Lo cierto es que a la hora de llevar esa idea a la práctica, se ponen en juego muchas expectativas por parte de los emprendedores, que pueden pesar tanto a favor como en contra del proyecto. "El deseo muchas veces le gana al realismo, y eso lleva a generar falsas proyecciones de negocio", alerta De Lucía.

El mejor consejo para llevar a un emprendimiento al éxito es tener los "pies en la tierra", sostiene la coach.

Por eso, recomienda que se pueden dar "pequeños pasos con confianza" hacia la construcción del emprendimiento de nuestros sueños, para evitar generarnos expectativas inalcanzables y frustrarnos en el camino.

"Los emprendedores debemos cuidar nuestras emociones para siempre estar fuertes en el liderazgo de nuestro negocio", recomienda De Lucía.

Esto se basa en que el camino para construir un emprendimiento tiene sus vaivenes tanto económicos como emocionales. Y también existen imponderables que son extraordinarios, como la actual pandemia de coronavirus o algún desastre natural en la zona donde nos encontremos.

"La flexibilidad ante los cambios y la tolerancia a la frustración son habilidades claves que debemos desarrollar a la hora de emprender", enfatiza la profesional.

Armar un microemprendimiento requiere estar atento en distintas áreas claves para comercializar y difundir el producto o servicio
Armar un microemprendimiento requiere estar atento en distintas áreas claves para comercializar y difundir el producto o servicio.

Microemprendimientos: expectativa y realidad

Un aspecto clave en el momento que se desarrolla un emprendimiento es que se debe distinguir la expectativa de lo que se desea lograr respecto a la realidad.

Es decir, una cosa que es la idea de lo que se pretende alcanzar y otra muy distinta es lo que termina sucediendo.

"La expectativa es un imaginario, una esperanza, un deseo de cómo queremos que resulten las cosas", enfatiza De Lucía.

Y agrega: "Lo peligroso es que cuando la expectativa y es muy alta o muy diferente a la realidad, el dolor puede ser tan intenso que logre desviarnos de la misión de nuestro negocio y llevarnos a bajar los brazos".

Por ello, es fundamental saber adaptarse a las circunstancias de la realidad en base a una idea.

"Muchas veces se confunde soñar con tener expectativas. Soñar es la visión del negocio, respondiendo a la pregunta:¿Qué queremos ser en el futuro? Las expectativas tienen más que ver con lo operativo", detalla De Lucía a iProfesional.

"Como emprendedores debemos soñar en grande, pero hacer crecer nuestras expectativas progresivamente para poder demostrarnos a nosotros mismos que podemos, y al mercado también", completa.

Es decir, creer en nosotros, en nuestras habilidades y que podemos hacer lo mejor de nuestro emprendimiento.

"Seamos lo suficiente valientes para mirar de frente a la realidad y aceptar todos los desafíos que plantea alcanzar el éxito con un microemprendimiento", recomienda De Lucía.

Llevar a la práctica una idea requiere ver redes sociales, comunicación y pensar en el cliente, entre otras cuestiones
Llevar a la práctica una idea requiere ver redes sociales, comunicación y pensar en el cliente, entre otras cuestiones

5 consejos para no fracasar con un emprendimiento

Para evitar generar sucesos que produzcan fracasos en un microemprendimiento en base a una expectativa que no sea concordante con la realidad, la coach detalla a iProfesional 5 consejos relacionados:

1. Poner el eje en amigos y familiares

Todo microemprendimiento empieza con el entusiasmo y el apoyo de familiares y amigos. "Esto es súper positivo al comienzo porque da el empuje inicial para lanzarse al ruedo, pero a largo plazo es insostenible", sostiene la experta.

Esto se debe a que muchos emprendedores cometen el error de creer que sus clientes serán "family & friends" para toda la eternidad.

"La realidad es que la familia y amigos pueden comprarnos al inicio para apoyarnos en nuestra iniciativa, pero cuando baja el entusiasmo y nuestro microemprendimiento deja de ser novedad, es probable que no vuelvan a comprarnos o compren en otro lugar", sincera De Lucía.

Por eso no debe estar contemplado armar un plan de negocios creyendo que vamos a venderle a todos nuestros conocidos y familiares, porque ello no puede ser el sustento de un proyecto.

Un microemprendimiento que basa su plan de negocios suponiendo ventas en su círculo de conocidos, "no sólo no es sustentable en el tiempo, sino que no es escalable ni conveniente para el negocio", enfatiza la coach.

Y finaliza la idea: "Sabemos que mezclar dinero con amistad puede generar incomodidades e incluso conflictos: no sólo te pedirán descuentos, tal vez hasta puedes llegar a sentirte un poco culpable por tener que cobrarles y termines regalando tus productos o servicios. Tus clientes no son amigos, son clientes. Y tus amigos no son tus clientes, son amigos".

2. El desafío del local a la calle

Luego de darse cuenta que con las ventas a familiares o amigos no alcanza para sustentar el negocio, muchos microemprendedores deciden dar un paso más y alquilar un local.

"En el siglo XX esta era una opción válida y el proceso fluía naturalmente, siempre y cuando el local estuviera ubicado de manera estratégica y con buena circulación de gente. Hasta hace unos años abríamos un local a la calle, la gente pasaba, entraba y compraba", introduce De Lucía.

Hoy, en el siglo XXI, las reglas del mercado fueron cambiando progresivamente. Y el contexto de pandemia está acelerando dicho cambio. 

"¿Cuándo fue la última vez que compraste algo sólo por pasar por la puerta de un local? Caminamos mirando el celular y ya no vemos las vidrieras", advierte la especialista.

El negocio de las tiendas físicas (locales a la calle) año a año está perdiendo mercado frente al e-commerce.

A la vez, alquilar un local hoy es la apuesta más que riesgosa que cualquier microemprendedor puede hacer.

"Esto se debe porque nos asegura aumentar los gastos fijos, pero no nos asegura aumentar la cantidad de clientes o ventas en la misma proporción", alerta De Lucía.

En tanto, si por la característica del negocio que deseamos establecer se cree importante contar con un local a la calle, como por ejemplo puede ser abrir un pequeño café o restaurant, "debemos asegurarnos de que el tráfico de personas en esa calle sea alto, no sólo por la ubicación geográfica, sino por la ayuda de redes sociales y estrategias de marketing online", completa la coach.

Es que hoy ya no se debe depender del "azar" o de la geolocalización para hacer que las personas visiten o no nuestro local.

"En el siglo XXI tenemos herramientas suficientes para hacernos responsables de la cantidad de personas que visitan nuestro negocio, podemos responder efectivamente al problema desde diferentes lugares, aportando soluciones de la mano del marketing online y de experiencias en el local", sostiene De Lucía.

Es que hoy, como clientes, no sólo buscamos el diferencial en el producto o servicio, sino que también en la experiencia de compra que tenemos a la hora del consumo. Quizás este último factor sea la clave para intentar volver a un negocio.

"Entonces no se trata de decir ´no´ a las tiendas físicas, sino de elegir conscientemente si para nuestro tipo de negocio se justifica la inversión, y acompañar esa decisión con estrategias online para potenciar los resultados positivos", recomienda De Lucía.

Es que tomar este tipo de decisiones sin evaluar previamente los riesgos y las consecuencias, puede llevar a un microemprendimiento a morir antes del año de vida.

Sobre todo, porque los microemprendedores no se pueden dar el lujo, porque no tienen la espalda financiera, de inyectar capital durante meses esperando que el local tenga las ventas necesarias para tener un balance positivo.

Tener un sitio web y redes sociales suma para dar a conocer nuestros productos y servicios, pero no es suficiente
Tener un sitio web y redes sociales suma para dar a conocer nuestros productos y servicios, pero no es suficiente

3. Cuál es la importancia de tener una web

Para subirse a la ola de lo online, la primera decisión que toman muchos microemprendedores es crear un sitio de Internet con el objetivo de vender sus productos o servicios a través de él, o de traccionar clientes a sus locales. 

"Este mito de que el sitio web ´vende solo´ es algo que se repite sucesivamente en la gente que consulta. Un espacio en Internet, en el cual ofrecemos nuestros productos y servicios, es un primer paso", enfatiza De Lucía.

Y recomienda que luego de poner en marcha esta página virtual, se debe plantear otros desafíos que tienen que ver con el posicionamiento del sitio en la web.

"Debemos tener en cuenta, entonces, que un sitio web implicará la incorporación de socios clave: programadores, expertos en SEO y Adwords, y la puesta en marcha de e-mail marketing, publicidad, logística, atención al cliente online, entre otros aspectos", resalta De Lucía.

4. Dar a conocer nuestro producto

Confiar en nuestro producto o servicio es clave para el éxito de nuestro microemprendimiento. Por eso, la estrategia comercial es tan importante como la confianza.

"Muchos microemprendedores comienzan súper confiados, pero olvidan que detrás del éxito hay una estrategia que lo sustenta", dice la coach.

Y agrega: "La expectativa es que el producto se venderá solo puede llevarnos a la quiebra". La cuestión central es que hoy vivimos en un mundo mucho más competitivo que hace unos años, donde se puede encontrar más oferta de productos y servicios. Y, a la vez, como consumidores nos hemos vuelto cada día más exigentes.

"En el siglo XX servía como estrategia con tener un producto genial y el boca en boca. Hoy no alcanza con tener un producto genial porque en el mercado existen millones de productos geniales", compara De Lucía.

Por eso, se debe tener claro cuál es nuestro diferencial, qué nos hace mejores y mostrar ello, para ganar un lugar en el mercado.

Además, la decisión de compra también ha cambiado, antes si se necesitaba comprar algo se le preguntaba a un amigo, familiar o vecino para que nos brinde una recomendación, o simplemente comprábamos en el local del barrio.

Hoy la consulta se la realiza directamente a Google, al buscar productos o servicios, las propias respuestas y, en muchos casos, se confía más en lo que se ve en redes sociales o Internet que en lo que dicen los conocidos.

"Como microemprendedores tenemos que estar siempre visibles y mostrando no sólo nuestros productos y servicios, sino dando nuestro valor y mostrando el diferencial del negocio sabiendo que del otro lado hay miles de personas desconocidas que son clientes potenciales", resume De Lucía.

Que acota que el objetivo no es ser exitoso, "es ser valioso", ya que el éxito y las ventas llegan como consecuencia.

5. Redes sociales para impulsar un microemprendimiento

Las redes sociales son una oportunidad para captar nuevos clientes y consolidar nuestra relación con los clientes actuales.

Entre las más utilizadas y empleadas para difundir un producto o servicio se encuentran Instagram y Facebook.

"Las redes sociales parecen puro disfrute y diversión, pero como herramienta de negocio requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Muchos microemprendedores comienzan su camino en redes creyendo que tendrán seguidores inmediatamente y que luego esos seguidores en el corto plazo se convertirán en clientes", relata De Lucía.

Para tener una idea, la base de toda relación comercial es la confianza, esto en las ventas a través de redes sociales no es la excepción.

Es decir, no se trata sólo de mostrar un producto o servicio, sino todo lo bueno que tenemos para ofrecer y establecer relaciones de confianza con tu audiencia.

"Es un intercambio de valor y confianza constantes que se construyen en el día a día y tienen sus resultados en el largo plazo. Entonces no te frustrés si has comenzado tu Instagram y sentís que estás hablando solo", alienta De Lucía.

El trabajo en redes sociales es lento, donde poco a poco se van sumando personas interesadas en lo que tienes para ofrecer al mundo.

En este sentido, es clave que detrás de un buen uso de la herramienta, es decir conocer el algoritmo y todos los vericuetos técnicos que cada una de las redes tiene, exista también una buena estrategia comunicacional.

"No busquemos copiar la estrategia de comunicación en redes de las grandes marcas ya consolidadas porque obtendremos resultados nulos. Postear una imagen sin descripción ni una ´llamada a la acción´ es uno de los grandes errores de los microemprendedores", sostiene De Lucía.

Y completa: "La actitud microemprendedora debe fomentar la interacción constante y una clara llamada a la acción, para dejar en claro cómo pueden adquirir tu producto o servicio. No dejes tu venta a la libre interpretación".

En conclusión, una llamada a la acción y la indicación de "cómo" efectuar la compra es fundamental.

Las redes sociales no son una carga, ni una obligación, son una oportunidad de conocer a tus clientes en profundidad.

Las redes sociales no son una obligación para "cumplir" con el área de comunicación. Son el canal más directo y genuino para generar vínculos comerciales basados en la confianza.-

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