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De no tener para comer a ser una de las personas más ricas del mundo: la historia del dueño de Zara

El exitoso empresario dejó la escuela y puso un taller de ropa. Pasó de vivir en la pobreza a estar en el top 10 de las personas más ricas del mundo
04/04/2025 - 17:50hs
De no tener para comer a ser una de las personas más ricas del mundo: la historia del dueño de Zara

Amancio Ortega, fundador de Zara, se encuentra en la novena posición de las personas más ricas del mundo, según el ranking de Forbes. Sin embargo, el actual empresario tuvo orígenes muy humildes, a tal punto que su familia no tuvo dinero para poder comprar la comida del día.

En la búsqueda de mejorar su situación económica, empezó a trabajar en una mercería y luego se le ocurrió poner su propio local de ropa. Con el paso del tiempo, el pequeño emprendimiento se convirtió en Inditex, un holding al que pertenece Zara y que es la empresa textil más grande del mundo.

De no tener para comer a construir un imperio en la industria textil

Amancio Ortega Gaona nació en 1936 en Busdongo de Arbas, una pequeña localidad de no más de 60 habitantes, ubicada en la provincia de León, España. Sin embarho, cuando tenía 3 meses de edad, su familia y él se mudaron a la ciudad de Tolosa, también España, donde el padre, Antonio Ortega, fue jefe de la estación de ferrocarril, y la madre, Josefa Gaona, se desempeñó como ama de casa.

Ortega vivió en Tolosa hasta los doce años, cuando sus padres volvieron a trasladarse, esta vez a La Coruña, Galicia, donde su padre, otra vez, se empleó en el tren. Allí, la familia se instaló en una humilde casa cercana a las vías del tren y Amancio concurrió a la escuela del Sagrado Corazón.

Fue en aquella ciudad y a sus 12 años, cuando vivió una situación que lo impulsó a incorporarse al mundo laboral. Según lo revelado por el empresario, una tarde acompañó a su madre a la despensa para comprar algo para comer. Al llegar al negocio, el dueño le dijo a Josefa que no podía fiarle más, por lo que se volvieron a su casa con las manos vacías.

Así lo relato el propio Ortega a su biógrafa, Covadonga O`Shea: "Una tarde, al salir de la escuela fui con mi madre a una tienda a comprar comida. La tienda en la que entramos tenía un mostrador tan alto que yo no veía quién hablaba con mi madre, pero le escuché algo que jamás he olvidado: 'Señora Josefa, lo siento mucho, pero ya no le puedo fiar más dinero'. Aquello me dejó destrozado, tenía apenas doce años".

A raíz de esa situación, decidió abandonar la escuela y comenzar a trabajar. Primero, lo hizo como repartidor, pero luego consiguió empleo en una mercería, llamada La Maja, donde también trabajaban dos de sus hermanos mayores.

Durante el periodo en que se desempeñó en el local, Ortega pensaba que podía emprender su propio negocio, sobre todo si ofrecía a los clientes lo que ellos querían y no productos a fuerza de imposición. Asimismo, sabía que en la ciudad había muchas mujeres desempleadas, lo que podría servirle como mano de obra.

Además, en La Maja conoció a Rosalía Mera, con quien al tiempo se puso de novio, y emprendieron juntos la aventura de crear un negocio personal. Luego de un tiempo, Ortega dejó de trabajar en la mercería, siempre con la idea de contar con su propia fábrica de ropa. Pero antes de lanzar el proyecto, trabajó en dos tiendas más, esta vez específicamente de ropa, donde adquirió un conocimiento total en la materia.

GOA, Zara e Inditex, los tres negocios exitosos de Ortega

Bajo el formato de cooperativa, Amancio y Rosalía organizaron a un grupo de mujeres y familiares para producir batas acolchadas. En poco tiempo, este emprendimiento tomó forma de empresa y se pasó a llamar GOA (las iniciales de su nombre y apellido en orden inverso).

Si bien tuvieron un éxito inicial, Ortega no estaba conforme, debido a que quería tener el control no solo de la fabricación de las prendas, sino también de las ventas al consumidor final. Por tanto, en 1975, decidió poner su primera tienda, que se ubicó en el centro de La Coruña y se llamó "Zorba", en honor a "Zorba, el griego", una de sus películas favoritas.

Tiempo después, debido a que una local de café reclamó los derechos del nombre, el empresario cambió la denominación a "Zara". Gracias a una serie de factores, establecidos por el propio Amancio, la compañía logró un enorme crecimiento. El primero de ellos es que, a diferencia de otras textiles, fabrica ediciones limitadas de sus productos, y así genera una sensación de ansiedad en los clientes, quienes se apuran a ir a las tiendas antes de que el nuevo lanzamiento se agote.

Otra de las características que distinguió a Zara de sus competidores fue su sencillez. Según ha contado el propio empresario, esta era una condición innata en él, al punto de que suele caminar por las calles de La Coruña y que visita sus tiendas para comer con los empleados.

A pesar del éxito inicial de Zara, Amancio, nuevamente, no se encontraba satisfecho. De nuevo, quería controlar otra etapa de la cadena de producción, esta vez la confección de las telas, que hasta entonces la llevaban a cabo sus proveedores.

Con este objetivo, en 1985, el empresario fundó Inditex, una holding que sería la responsable de las plantas de producción textil de Zara y, a la vez, la firma bajo la que se agruparían todas las sociedades de Amancio. A partir de Inditex, Ortega comenzó a tener intenciones de expandir la marca más allá de las fronteras españolas y, finalmente, en 1988, abrió una tienda en Oporto.

Como el local de Portugal tuvo éxito, la empresa abrió algunos más en otras partes del mundo, como Nueva York y París. Al ver que con ello le iba cada vez mejor, para la década de los 90 se expandió definitivamente, hasta llegar a tener más de 550 tiendas distribuidas entre Europa, América, Asia, Oriente Medio y el norte de África.

De esta forma, Zara se convirtió en la compañía española que más rápido creció en la historia. No obstante, como ya era costumbre, Amancio no se había conformado. Por eso, con la idea de llegar a otro tipo de clientes, Inditex creó y compró distintas marcas, entre ellas Pull & Bear, que tiene un estilo más casual y urbano, y Massimo Dutti, que está orientada a la clase media y alta.

Inditex pasó a cotizar en la bolsa de valores

Con la llegada del nuevo milenio, el objetivo de Ortega era salir a la bolsa con Inditex, algo que finalmente logró el 23 de mayo de 2001. Ese mismo año, Amancio apareció por primera vez en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, en el puesto 43.

En 2002, el empresario vendió un 1,98% de Inditex por 258,7 millones, lo que da una muestra del increíble valor del grupo empresarial por entonces. Esto colocó a Ortega como la persona más rica de España, puesto que ostentó en todos los años siguientes, y la número 25 de la lista Forbes mundial.

El retiro del empresario de sus negocios y su paso hacia la filantropía

El 10 de enero de 2011, al igual que lo han hecho otros multimillonarios, Amancio Ortega anunció su retiro como Presidente Ejecutivo de Inditex, cargo que pasó a ocupar el vicepresidente Pablo Isla, aunque se mantuvo en la empresa para tomar ciertas decisiones.

Así lo anunció, en aquel entonces, en una carta dirigida a sus trabajadores: "Estimado colaborador, querido amigo: Ahora es el momento, con gran ilusión y responsabilidad, sin perjuicio de que continúe en la Empresa y en su Consejo de Administración, de proponer que Pablo Isla, actual Vicepresidente y Consejero Delegado, sea nombrado Presidente Ejecutivo".

A pesar de lo anterior, Ortega no se detuvo, sino que, en los años siguientes, se dedicó a expandir su influencia a otros sectores. Entre otros negocios, compró acciones en distintas empresas de energía, como Enagas y Redes Energéticas Nacionais, y se introdujo en el mercado inmobiliario mediante Pontegadea, la sociedad que maneja su patrimonio y que es tan importante como Inditex.

Asimismo, y también como otros grandes empresarios, el español ha destinado gran parte de su fortuna a la filantropía, principalmente a través de la fundación que lleva su nombre. De hecho, en 2012, donó 20 millones de euros a Cáritas, lo que constituyó la mayor transferencia que había recibido la ONG hasta el momento. Cinco a​ños después, la fundación anunció su mayor donación hasta la fecha: 320 millones de euros al sistema sanitario para combatir el cáncer.

La última gran ayuda de Ortega fue en 2024, cuando creó un fondo de 100 millones de euros para combatir los efectos de la Dana en la población de Valencia.​ Actualmente, la compañía de Ortega cuenta con más de 7.000 tiendas distribuidas alrededor del mundo y con alrededor de 170.000 empleados. Lo que había empezado como un taller familiar, hoy tiene ingresos por aproximadamente 40.000 millones de euros.

En lo personal, a sus 85 años de edad, el empresario aún conserva sus costumbres: todos los días recorre los 10 km que separan su casa de la sede central de Inditex, para conversar con los empleados y aportar ideas. Con respecto a su fortuna, la lista de Forbes 2025 colocó al magnate en el puesto número nueve a nivel mundial, con una valor estimado en 124.000 millones de dólares. 

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